Usted está aquí: sábado 27 de septiembre de 2008 Cultura Mantras en mentes y corazones

Disquero

Mantras en mentes y corazones

Pablo Espinosa ([email protected])

El inicio de este disco formidable es exactamente el mismo arranque de otro disco legendario. Hablamos, en el caso del formidable, del álbum titulado Terry Riley. Keyboard Studies (bajo el sello discográfico italiano stradivarius).

El legendario es Who’s Next, esa obra maestra de aquel grupo británico que cambió el estado de cosas de la cultura rock. La historia la ha compartido el Disquero cuando el tema ha sido o bien Terry Riley o bien The Who, y vale entonces ahora recordarla: el maestro Pete Townshend y sus carnales Roger Daltrey, John Entwistle y Keith Moon, es decir, The Who, escucharon un atardecer una partitura que acababa de escribir un compositor californiano: En Do, un monumento al trance del espíritu, un mantra occidental sacralizado por el genio del maestro Riley.

El efecto en los Who fue tan demoledor que no terminaron de escuchar el disco y lo volvieron a poner, terminó y volvió a sonar, se extinguió la última nota y nació otra vez la primera, y así hasta el amanecer. Poseído por el encantamiento, Pete Townshend consiguió el número telefónico de Terry Riley y lo despertó: maestro, es usted grande. Y el track inicial del álbum Who’s Next se titula entonces Baba O’Riley, a manera de homenaje, y empieza con una cita que suena ahora en el disco que presentamos aquí y en cuya portada esplende la fotografía del maestro Terry Riley en pleno trance místico, durante una de sus cotidianas meditaciones budistas, en imagen lograda por Fabio Falcioni, quien la cedió a Fabrizio Ottaviucci, una de las grandes personalidades del pianismo contemporáneo y a quien debemos este disco que, como dice la línea inicial de este textículo (textículo: texto breve, según el maestro José Agustín), es formidable.

La sabiduría alcanzada por Terry Riley es inmensa. Nos la presenta entera el pianista Fabrizio Ottaviucci (quien por cierto será una de las figuras del inminente Festival Internacional Cervantino, junto al hijo de Karlheinz Stockhausen: Markus, además de Mike Sbovoda y Stefano Scodanibbio) en este disco que ahora llega a nuestro país y cuya escucha dota de paz interior, armonía molecular y tranquilidad espiritual, siempre y cuando se le pueda otorgar la atención y tiempo necesarios y suficientes.

La humildad de Terry Riley es también inmensa (el Disquero tuvo el privilegio de realizar una entrevista con él, durante una de sus visitas, hace algunos años, y ahora disponible en el ciberespacio) y siempre que alguien glosa alguno de sus logros revira de inmediato, maestro de la vacuidad y la impermanencia, hacia otros linderos, lindos.

Si alguien lo distingue por ejemplo como el inventor del minimalismo, de inmediato Riley nombra a La Monte Young como el verdadero artífice y maestro. Gracias a Fabrizio Ottaviucci tenemos entonces al alcance este océano de mantras naciendo de los altavoces.

No deja de resultar impresionante el juego de las causalidades, pues junto a este disco esplenden otros tres que aquí compartimos: John Cage. Music for Piano 1-84 (bajo el sello discográfico alemán NEOS) que es también un monumento al intelecto humano conectado con lo más profundo de la espiritualidad. Música nacida del budismo zen amaridado con la ciencia, el arte, el artesanado, que es como define Pierre Boulez los secretos de la música. Junto, el álbum Minimalism (del sello inglés EMI, en su colección American Classics), que reúne obras de Steve Reich y Philip Glass, esos continuadores de la fascinación de la música minimalista que aprendieron de Terry Riley. Y junto a esa fascinación, el arte supremo de un maestro que recurre también a la repetición de células motívicas como herramienta para fascinar, sin que necesite ser catalogado como minimalista: el jefe Keith Jarrett, cuyos recitales de piano solo, solito y su alma, son verdaderas epopeyas, entre las cuales el Koln Concert es el diamante por antonomasia.

Tenemos de nuevo a Jarrett entonces en una redición de la infalible disquera alemana ECM del álbum doble The Carnegie Hall Concert (que algunos melómanos con jiribilla gustamos en traducir alegremente como El Concierto de Carne y Frijol: cárnegi jol concert, je), gesta de la cual también existe registro fotográfico y compartimos aquí abajo una secuencia del maestro Jarrett en pleno trance.

He aquí entonces los estantes de novedades discográficas devenidas límpido sistema de vasos comunicantes.

 
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