Usted está aquí: viernes 26 de septiembre de 2008 Mundo Se avanza en las Metas del Milenio, pero vamos lento: Ban Ki-moon

■ Llama el líder de la ONU a aplicar acciones inmediatas para cumplir en 2015 lo pactado

Se avanza en las Metas del Milenio, pero vamos lento: Ban Ki-moon

■ Abatir la pobreza merece el apoyo de los gobiernos porque así crecerán sus economías: Bill Gates

■ Cuestiona Bono a países ricos; “una cosa es el quiebre financiero y otra la bancarrota moral”

David Brooks (Corresponsal)

Ampliar la imagen Gordon Brown, primer ministro británico, y el magnate Bill Gates, ayer en una rueda de prensa tras el encuentro de alto nivel para hablar sobre las Metas de Desarrollo del Milenio en Nueva York Gordon Brown, primer ministro británico, y el magnate Bill Gates, ayer en una rueda de prensa tras el encuentro de alto nivel para hablar sobre las Metas de Desarrollo del Milenio en Nueva York Foto: Ap

Ampliar la imagen El ex presidente estadunidense Bill Clinton y el candidato republicano a la Casa Blanca, John McCain, en la reunión de la Iniciativa Global fundada y dirigida por el ex gobernante, que se desarrolla de manera paralela a la Asamblea General de la ONU El ex presidente estadunidense Bill Clinton y el candidato republicano a la Casa Blanca, John McCain, en la reunión de la Iniciativa Global fundada y dirigida por el ex gobernante, que se desarrolla de manera paralela a la Asamblea General de la ONU Foto: Reuters

Nueva York, 25 de septiembre. El día empezó con uno de los hombres más ricos del planeta expresando su entusiasmo sobre cómo el mundo puede acabar con la pobreza; lo siguieron decenas de mandatarios, expertos, empresarios, líderes filantrópicos, economistas, y unas cuantas estrellas, convocándose a sí mismos (o no se sabe bien a quién más) a cumplir con las metas establecidas por la Organización de Naciones Unidas para reducir la pobreza.

Hoy se celebró aquí el evento de alto nivel sobre las Metas de Desarrollo del Milenio (MDM) a las que se comprometieron cumplir para 2015 los líderes del mundo. Pero, por tercer día, cundió la preocupación de que la crisis financiera amenazara lo poco que se ha avanzado para cumplir con estas ocho metas, las cuales incluyen la erradicación de la pobreza extrema y el hambre, lograr la educación primaria universal, promover la igualdad de género, reducir la pobreza infantil, mejorar la salud materna, combatir el sida, asegurar la sustentabilidad ambiental y desarrollar la asociación global por el desarrollo (para mayor información ver: www.un.org/millenniumgoals).

Ban Ki-moon, secretario general de la ONU, abrió la sesión declarando que aunque hay avances en diversos frentes, “no nos estamos moviendo suficientemente rápido” e indicó que “la actual crisis financiera amenaza el bienestar de miles de millones de personas, sobre todo a los más pobres de los pobres. Esto sólo agrava el daño causado por los precios mucho más altos para el alimento y el combustible”. Por lo tanto, instó a refrendar los compromisos y aplicar acciones inmediatas para cumplir con ellos.

La desigualdad, como hace ocho años: Miguel D’Escoto

El presidente de la Asamblea General, Miguel D’Escoto, fue más severo al afirmar en el arranque de la reunión: “ocho años después de que adoptamos la Declaración del Milenio, la desigualdad permanece, es más, se ha deteriorado desde 2000, y el planeta está arriesgando seriamente de no satisfacer las necesidades básicas de los más pobres de los pobres”, declaró.

Bill Gates, presidente de la Fundación Bill y Melinda Gates, y ex jefe de Microsoft, y también uno de los hombres más ricos del planeta, fue invitado a inaugurar este “evento” desde el podio de la gran sala de la Asamblea General. “Estoy convencido –afirmó– que el progreso sobre las MDM nutrirá el amplio crecimiento económico que los líderes buscan para sus países. Esta es una razón importante de por qué deberían gozar del firme apoyo de los gobiernos. Aun así, la lucha contra la enfermedad y la pobreza es algo bueno no sólo por los beneficios económicos que resultan de ello, es una buena cosa, punto”.

Al parecer, algunos opinan que hacer “una buena cosa” también puede ser negocio. Ayer, en el contexto de todas las actividades en torno a las MDM, se realizó una ceremonia para entregar los Premios Mundiales de Negocios y Desarrollo a diez empresas privadas que fueron reconocidas por mejorar las condiciones de los “desfavorecidos”. La cabeza del comunicado de prensa lo resumió todo: “Los ganadores de un premio prueban que la lucha contra la pobreza es buena para los negocios”.

En el transcurso del día, en mesas redondas sobre los rubros de las MDM, líderes de gobiernos, empresarios, organizaciones de la sociedad civil, representantes de fundaciones filantrópicas y expertos evaluaron los avances y retrocesos, y los desafíos para alcanzar las metas de 2015. Figuras como los mandatarios de España y Gran Bretaña, José Luis Rodríguez Zapatero y Gordon Brown, junto con algunas de sus contrapartes de África, Asia y el hemisferio americano hablaron sobre el hambre, la agricultura, el medio ambiente, el combate a las enfermedades y más.

Sin embargo, en esta coyuntura más que nunca, queda al descubierto lo que todos saben: con casi un billón de dólares destinado al rescate del sector financiero en Estados Unidos, bastante más del total necesitado para lograr las MDM, se expresa explícitamente que estos loables objetivos no son la prioridad.

Hasta Bono, el vocalista de U2, y autoproclamado salvador del mundo, dijo anoche que “me parece extraordinario que ustedes puedan encontrar 700 mil millones para rescatar a Wall Street, pero todo el Grupo de los 8 no puede encontrar 25 mil millones para salvar a 25 mil niños que mueren cada día de enfermedades prevenibles y de hambre”, y agregó que una cosa es el quiebre financiero, pero que esto “es una bancarrota de la moralidad”.

El rockero, una de las estrellas que promueven, al lado de multimillonarios, las MDM de la ONU, está de regreso para participar en lo que ahora es la cumbre paralela al debate en la Asamblea General: la reunión de tres días de la Iniciativa Global Clinton, fundada y encabezada por el ex presidente Bill Clinton. Ahí uno se puede topar, además de Bono, con el ciclista Lance Armstrong, el alcalde de Nueva York Michael Bloomberg, el ex vicepresidente Al Gore, Muhammad Ali, la actriz Ashley Judd y hasta a Bush padre, multimillonarios y toda una gama de personas famosas y otras que desean ser famosas, abordando los grandes temas que enfrenta el mundo. De hecho, ese evento tiene más jale –por el elenco un poco más chic– que el de la Asamblea General.

Muchos de los asistentes a ambos eventos hablan de las crisis que el mundo enfrenta como si fuera resultado de actos más allá de su control, y pocos asumen responsabilidad mientras convocan a todos a sumarse a las grandes cruzadas para salvar la humanidad. Sin embargo, entre ellos están algunos que tomaron decisiones que han generado los resultados que ahora tanto denuncian. Por ejemplo, vale recordar que como presidente, Bill Clinton anuló, junto con su secretario del Tesoro Robert Rubin (asesor de Barack Obama) y con el ex senador republicano Phil Gramm (asesor ahora de John McCain) algunas de las regulaciones al sector financiero, algo que contribuyó al estallido de la presente crisis en Wall Street.

No es que los pobres y el propio planeta no merezcan la atención de tanta gente famosa, poderosa y rica. Pero el evento de Clinton frecuentemente es relegado a las páginas de “sociales” y de chisme del mundo de espectáculos, mientras que la cumbre anual mundial en la ONU, por lo menos en este país, casi no es registrada por los medios nacionales estadunidenses. Tal vez tienen razón, ya que esto (con sus muy claras excepciones y el trabajo extraordinario y hasta heroico de algunos asistentes) a veces parece ser más espectáculo que otra cosa.

 
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