Usted está aquí: viernes 26 de septiembre de 2008 Capital Impide cultura patriarcal eliminar la violencia contra las mujeres

■ Alda Facio Montejo: sólo transformando las “instituciones misóginas” podrá evitarse

Impide cultura patriarcal eliminar la violencia contra las mujeres

■ No basta que se expidan leyes, lo importante e imperativo es que se cumplan, señalan en foro

■ Las agresiones en la calle a este grupo siempre han sido una realidad, afirma Marta Lucía Micher

Bertha Teresa Ramírez

Ampliar la imagen Imagen de archivo del performance Rumor de Viento sobre las mujeres asesinadas en Ciudad Juárez, el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres Imagen de archivo del performance Rumor de Viento sobre las mujeres asesinadas en Ciudad Juárez, el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres Foto: José Carlo González

La directora del programa Mujer, Justicia y Género del Instituto Latinoamericano de las Naciones Unidas para la Prevención del Delito y el Tratamiento del Delincuente (ILANUD), Alda Facio Montejo, aseguró que la desigualdad entre ambos sexos es la única y principal causa de la violencia contra las mujeres; por ello, las políticas públicas de los países que quieran erradicar la violencia deben ir dirigidas a eliminar la desigualdad entre los géneros.

Facio Montejo consideró que la cultura patriarcal es el más grande impedimento para la erradicación de la violencia contra las mujeres, y advirtió que por más leyes que existan, si no cambia la actitud de las funcionarias y funcionarios que atienden a las mujeres, “ni se van a aplicar de manera correcta las leyes, ni se logrará erradicar la violencia contra las mujeres”. No se podrá evitar si antes no se elimina la discriminación en su contra, enfatizó.

La funcionaria también aseveró que la práctica más importante hacia la erradicación de la violencia contra las mujeres es reconocerla como una violación de los derechos humanos, “enmarcar la violencia contra las mujeres como un asunto de derechos humanos es un gran avance, pues desde ese momento los Estados se responsabilizan de erradicarla y sancionarla”, los que además, señaló, deben hacerlo aplicando la debida diligencia.

En todo el mundo, las mujeres son sometidas a prácticas culturales que violan sus derechos, mismas que socavan los valores esenciales de la igualdad humana. “Sólo eliminando el patriarcado y trasformando las instituciones misóginas que lo mantienen, podrá erradicarse la violencia contra las mujeres”, indicó Facio.

Durante una breve sesión de preguntas y respuestas, señaló que no se puede hacer una comparación entre un país y otro, porque la forma en que se toma, en que se mide la violencia, es diferente en cada país, “entonces no se puede decir que en este país hay más y en éste menos, porque hay países donde hay muchísimas muertes, más todavía que, por ejemplo, en Ciudad Juárez, pero no se ha documentado de la forma en que se documentó en Ciudad Juárez, como por ejemplo en Ciudad de Guatemala, que sólo este año llevan más de 560 mujeres muertas”.

Indicó que un estudio que se presentó a la Organización de las Naciones Unidas en octubre de 2006 demostró “que la violencia de género mata más mujeres que la pandemia del VIH-sida, que las guerras, que los accidentes de automóviles, que los conflictos armados, etcétera”.

Diana Miroslavich Túpac, del Centro de la Mujer Flora Tristán, aseguró que son las mujeres, niñas y niños las principales víctimas de trata de blancas, negocio que en la actualidad es equiparable al tráfico de armas y drogas y que, según estimaciones de Naciones Unidas, maneja ganancias económicas que van de los 5 a los 9 millones de dólares.

Louisa Crussel, de Rape Relief Women’s Shelter, quien trabaja en un refugio para mujeres que sufren violencia en Vancouver, Canadá, dijo que no basta con promulgar leyes: “una cosa es que existan y otra la importancia o lo imperativo de que se cumplan.

Dijo que curiosamente, la mayor proporción de personas víctimas de violencia que acuden a nuestro centro son mexicanas, y curiosamente la mayor parte de ellas están escapando de la violencia de que han sido objeto desde México”.

Y una de las razones por las que huyen a Canadá, “es porque en México no pueden obtener respuesta apropiada por parte de las autoridades policiacas”.

La directora del Instituto de las Mujeres del Distrito Federal, Marta Lucía Micher, dijo que la violencia contra las mujeres en la calle “siempre ha sido una realidad: el abuso sexual, los tocamientos, la violación, las miradas lascivas, las agresiones sexuales, pero no ha habido mecanismos para que las mujeres lo denuncien y los poquitos que teníamos o qué todavía tenemos, lo único que hacen es que las mujeres se desistan, se harten y se vayan”.

 
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