Evaluarán los efectos de crisis económica
Madrid, 8 de septiembre. Los efectos de la crisis económica mundial en los movimientos migratorios y la defensa de los derechos de los trabajadores extranjeros centrarán los debates del tercer Foro Social Mundial de las Migraciones (FSMM), que se celebrará en Rivas, cerca de Madrid, del 11 al 13 de septiembre.
“La crisis económica va a cambiar la actitud de los países occidentales” ante la migración, vaticinó Ignacio Díaz de Aguilar, presidente de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), corganizadora del acto.
El FSMM nació del Foro Social Mundial de Porto Alegre (Brasil), creado en 2001 como alternativa al Foro Económico de Davos (Suiza), y se celebra por segunda vez en Rivas con el lema “Nuestras voces, nuestros derechos, por un mundo sin muros”.
Cerca de 2 mil miembros de organizaciones sociales y de la sociedad civil participarán en el foro, que será precedido de una reunión mundial de autoridades locales y en la que intervendrán, entre otros, el relator especial de la Organización de Naciones Unidas para los Derechos Humanos de los Migrantes, el mexicano Jorge Bustamante, y la ministra ecuatoriana de Migraciones, Lorena Escudero.
La directiva de retorno de la Unión Europea (UE), el proyecto de muro en la frontera sur de Estados Unidos y el intento de España por frenar la migración legal, entre otros, muestran que “a escala internacional hay un ánimo de cerrar fronteras”, expresó Díaz de Aguilar.
Pero con el intento en España por frenar incluso la migración legal, debido al desempleo que causa la crisis, “se está empujando a muchas personas a subirse en cayucos, porque no tienen otra salida. No podemos cerrarles todas las vías”, alertó en referencia al aviso del gobierno español de que bajarán los contratos legales a extranjeros.
Varias organizaciones han advertido que esa tendencia incrementará la migración ilegal, sobre todo de África a España.
Las crisis llevan también a los responsables políticos a impulsar mediáticamente la reducción de la migración, afirma Díaz de Aguilar.
Pero “no hay consistencia”, ya que “incluso con la crisis existen trabajos que los nacionales no quieren hacer. Datos europeos dicen que a medio y largo plazos es imprescindible incorporar nuevos migrantes para mantener los mismos niveles de vida en la UE”.
A la economía hay que sumar “una línea política más regresiva” de Italia y Francia, “especialmente dura contra todo el proceso de migración”, añadió.