Usted está aquí: domingo 7 de septiembre de 2008 Mundo Perlas electorales

Perlas electorales

David Brooks

Los pecados de Palin

Sarah Palin, la candidata republicana a la vicepresidencia, aparentemente no es nada más una madre cristiana, ex alcaldesa de un pueblo pequeño donde todos se quieren y gobernadora del estado más grande (geográficamente, entre los mas pequeños en población) del país, sino también una política ambiciosa que no duda en usar el poder para sus fines personales. Entre algunos ejemplos: durante su tiempo como alcaldesa de Wasilla (población de menos de 7 mil habitantes), en Alaska, intentó despedir a la bibliotecaria del pueblo cuando ésta rehusó censurar libros que Palin consideraba no apropiados. Más tarde, en el cargo de gobernadora, aparentemente cesó al jefe de seguridad pública del estado cuando éste se negó a despedir a un policía estatal, quien era el ex cuñado de Palin, asunto que el liderazgo de la legislatura estatal ahora está investigando como posible violación de las reglas de ética de funcionarios públicos. A la vez, Palin ha afirmado que “Dios nos puso en Irak”, y al comentar que su hijo pronto será enviado al país árabe como soldado, dijo que “esa tarea es de Dios… parte del plan de Dios”. Antes de estos comentarios, Palin había solicitado a los miembros de su iglesia que oraran por un gasoducto de 30 mil millones de dólares que favorece al estado, porque “es la voluntad de Dios que se construya ese gasoducto”.

Calificada para ser presidenta

La primera pregunta que surgió con la selección de Palin es su falta de experiencia para asumir la presidencia si algo sucede con John McCain (a los 72 años es el candidato presidencial más viejo de la historia), ya que sólo ha sido alcaldesa de un pueblito y gobernadora por dos años de un estado poco poblado. La esposa del candidato republicano, Cindy, reveló por qué eso no es cierto en entrevista con ABC News: “recuerden, Alaska es la parte más cercana a Rusia de nuestro continente; no es como si ella no supiera lo que está en juego aquí”.

Televidentes

El discurso de John McCain al aceptar la nominación de su Partido Republicano como candidato presidencial superó por medio millón de televidentes (38.9 millones) al de Obama (38.4 millones) una semana antes, mientras que el discurso de la desconocida Palin ( 37.2 millones), la cual “se presentó a Estados Unidos”, fue poco menos que el de su rival demócrata, Barack Obama, y superó por mucho al de Joseph Biden (24 millones), su contrincante como candidato a la vicepresidencia del país, reportó Nielsen, la agencia encargada de medir la cantidad de público televisivo. Más personas observaron por televisión los discursos (por separado) de McCain, Obama y Palin que la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos en Beijing o la entrega de los Oscar este año.

Hedor a racismo

El mar de caras blancas que se congregó en Saint Paul esta semana, en un país que para 2042 tendrá una población donde las minorías raciales y étnicas serán la mayoría, fue tal vez la diferencia más visible entre la Convención Nacional Republicana y la Convención Demócrata de hace una semana. Sólo 1.5 por ciento del número total de delegados a la Convención Republicana fue de afroestadunidenses, el número más bajo en 40 años (sólo 36 de los 2 mil 380 en total). Y solamente un político negro fue programado para subir al podio durante los cuatro días. Mientras tanto, sólo 5 por ciento de los delegados eran latinos. En la Convención Nacional Demócrata, 44.3 por ciento de los delegados representaban comunidades minoritarias.

Ira contra la máquina

Rage Against the Machine, la banda rockera rebelde, participó en los eventos de protesta en las afueras de ambas convenciones estas últimas dos semanas, y su presencia fue considerada tan peligrosa que al llegar a un concierto de protesta en Saint Paul fueron de inmediato rodeados por la policía e informados de que no le permitirían tocar. Los músicos ingresaron al público que coreaba “déjenlos tocar” y alguien les prestó un megáfono, y así Tom Morello, el guitarrista, y el vocalista Zack de la Rocha ofrecieron un par de rolas. Ya habían sido removidos del programa de un concierto el día anterior. Más tarde tocaron con varios músicos, incluyendo Billy Bragg, y ofrecieron un concierto comercial, lleno de mensajes políticos y convocando a la rebeldía. En Denver participaron en un concierto gratis en apoyo del grupo Veteranos de Irak contra la Guerra, que concluyó con una marcha de 12 mil personas contra la guerra. Entre otras rolas, cantaron Guerrilla Radio, que entre sus estrofas dice “tiene que empezar en algún lugar/ tiene que empezar en algún momento/ ¿que mejor lugar que aquí?” Al parecer, son muy peligrosos para ambos partidos nacionales.

 
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