Usted está aquí: sábado 6 de septiembre de 2008 Capital Para acabar con el delito hay que atacar problemas sociales: Batres

■ Endurecer las penas y aumentar el gasto en seguridad no es la respuesta, asegura

Para acabar con el delito hay que atacar problemas sociales: Batres

■ En 8 años en el DF se incrementó de 5 mil a 20 mil millones de pesos el presupuesto en el rubro, afirma

■ Frívola, la forma en que el gobierno federal mide el nivel de pobreza, señala

Ángel Bolaños Sánchez

A escala federal, el presupuesto para combatir la delincuencia se ha incrementado en 10 años en alrededor de 700 por ciento al pasar de mil a 7 mil millones de pesos; las penas se han endurecido, como en el caso del secuestro, de un máximo de 20 a 50 años de cárcel y el número de reclusos en todo el país pasó de 30 mil a 150 mil, pero los delitos se han incrementado en 85 por ciento y particularmente contra la salud, en 350 por ciento.

Lo anterior, señaló el secretario de Desarrollo Social (SDS), Martí Batres Guadarrama, demuestra que “ese camino no ha resuelto absolutamente nada”, y si bien es importante mantener las acciones en contra de las bandas del crimen organizado, se deben atacar las causas que fermentan la delincuencia: la desigualdad, el estancamiento del crecimiento económico y la descomposición del tejido social.

“Se habla mucho de la inseguridad pública en estos días, pero si analizamos estas cifras nos vamos a dar cuenta de que enfocar este problema como un asunto exclusivamente de policías y de uso de la fuerza lleva al fracaso total. Hay más dinero, más penas, más presos y hay más delitos. ¿Esa es la solución?, ¿cuál es el límite de encarcelados?, ¿300 mil?, ¿500 mil?; ¿hasta dónde vamos a endurecer las penas?”, cuestionó el funcionario capitalino.

Al asistir ayer a la firma de un convenio de colaboración entre el Consejo de Evaluación del Desarrollo Social del Distrito Federal (CEDSDF) y la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM), Batres destacó que en el Distrito Federal el presupuesto en desarrollo social creció de 2000 a 2008 de 5 mil a 20 mil millones de pesos.

“Hay 30 programas sociales que regulan transferencias monetarias o en especie directas a personas físicas o morales y hay más de 200 programas del gobierno de la ciudad, considerados los que se realizan de manera interinstitucional y los de servicios, que tienen un impacto social”, precisó, en tanto que se ha construido un entramado institucional cada día más sólido, que se refleja en la misma UACM y el CEDSDF, que mediante este convenio evaluarán este conjunto de programas.

En este punto, cuestionó también la “frivolidad” con la que el gobierno federal hace la medición de la pobreza a escala nacional: “si ganas menos de 20 pesos diarios están en la pobreza extrema y si ganas entre 20 y 50 pesos estás en la pobreza moderada, pero si ganas más de 50 pesos, bienvenido a la clase media. Obviamente –apuntó– este tipo de mediciones sirven para que en los informes de gobierno nos digan, como lo hacía Vicente Fox, que 300 mil personas dejaron de estar en la pobreza extrema en su sexenio y pasaron a ser pobres moderados y que tantas personas más dejaron de ser pobres”.

 
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