Usted está aquí: jueves 4 de septiembre de 2008 Ciencias La capacidad de los hombres para comprometerse depende de un gen

■ Hallan investigadores suecos que variante genética afecta su habilidad de comunicación

La capacidad de los hombres para comprometerse depende de un gen

■ Varones con dos copias del alelo 334 tuvieron el doble de posibilidades de haber pasado por una crisis marital el año pasado; sus esposas fueron más propensas a reportar insatisfacción, dice estudio

Reuters y Dpa

Washington, 3 de septiembre. La capacidad de compromiso de los hombres depende –en parte– de un tipo de gen, según detectaron investigadores del Instituto Karolinska de Suecia, en Estocolmo.

Los científicos descubrieron que dicho gen también influye en la calidad de sus relaciones y matrimonios.

Los hombres con determinada variante de este gen son menos capaces de comprometerse y muchas veces no llegan a casarse. El mismo gen que limita la habilidad de los roedores para comprometerse de por vida podría afectar los matrimonios humanos, señalaron los investigadores suecos.

Los varones que tienen la misma variación de un gen vinculado a las señales cerebrales son más propensos a tener matrimonios infelices o relaciones inestables que los que tienen otra variante, aseguró el equipo del Instituto Karolinska.

El gen forma un receptor de la hormona arginina-vasopresina (AVP), la cual en investigaciones anteriores demostró que favorece la monogamia en los campañoles (tipo de roedor). Los investigadores determinaron en qué variante aparece el gen en un total de 2 mil 186 hombres suecos estudiados.

De forma más precisa, no determinaron la variante misma del gen, sino determinados segmentos del genoma relacionados con él.

Los estudios han demostrado que ciertas variaciones del AVP están relacionadas con la agresividad, la edad del primer acto sexual y el altruismo.

Los investigadores hallaron un vínculo llamativo con la capacidad de compromiso de los hombres, sobre todo en la variante llamada alelo 334. Los hombres con esa variante en general alcanzan valores bajos en su capacidad de relacionarse y comprometerse, y muchas veces viven sin casarse.

Los hombres con dos copias del 334 tenían el doble de posibilidades de haber pasado por una crisis marital el año pasado, y sus esposas fueron mucho más propensas a reportar insatisfacción con sus matrimonios.

“Quince por ciento de los hombres que no tienen el alelo 334 reportaron crisis maritales, mientras 34 por ciento de los que tienen dos copias reportaron haber sufrido crisis maritales”, dijeron los investigadores.

Más de 30 por ciento de los hombres que tenían al menos una copia del alelo 334 no se habían casado, en comparacióncon 17 por ciento que no tenían ninguna réplica.

Aunque no están seguros qué efecto tienen estos cambios genéticos en el comportamiento masculino, otros investigadores sugieren que tiene que ver con la habilidad de comunicarse, dice el estudio divulgado por la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.

“En el estudio nunca nos fijamos en la infidelidad. En lo que nos hemos enfocado es en cómo los hombres establecen sus vínculos afectivos con sus parejas”, dijo en entrevista telefónica Hasse Walum, del Karolinska, quien encabezó el estudio.

Imposible predecir comportamientos

El equipo de Walum estuvo intrigado por investigaciones anteriores que mostraron que una diferencia genética parecía explicar por qué una especie de rata formaba lazos afectivos de por vida con sus parejas, mientras las de otra especie se apareaban de forma promiscua.

“Quizá éste sea el mismo gen que afecta a los humanos”, dijo Walum.

Los investigadores estudiaron a 552 parejas de mellizos suecos de clase media y a sus cónyuges, todos nacidos entre 1944 y 1971.

Existen muchas razones por las cuales una persona podría tener problemas en sus relaciones, pero es la primera vez que un gen en específico ha sido asociado con la forma en que los hombres eligen a sus parejas, dijo Hasse Walum, estudiante de posgrado del departamento de epidemiología médica y bioestática.

Sin embargo, el experto puntualiza que el efecto de esta variación genética es relativamente modesto y no puede ser usado para predecir el comportamiento de alguien en una relación.

Para Hasse y sus colegas las mujeres “casadas con hombres que llevan una o dos copias de alelo 334, en promedio, están menos satisfechas con sus relaciones que las casadas con hombres que no lo tienen”.

El mismo gen ha sido estudiado en lobos, donde ha sido relacionado con comportamientos monogámicos en hombres.

 
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