■ El escritor presentó en Madrid El exiliado de aquí y allá, su novela más reciente

Goytisolo: vivimos atrapados entre el consumismo y el terror

■ Las tres grandes religiones lo único que buscan es “poder político y económico”, alerta

■ “En la creación sólo existe la libertad, eso llevamos dentro y es lo que sale”

Armando G. Tejeda (Corresponsal)

Madrid, 1º de septiembre. El exiliado de aquí y allá es la novela más reciente de Juan Goytisolo en la que, fiel a su tradición, el escritor explora una nueva “propuesta literaria” con una trama de fondo y unos personajes que mutan constantemente.

Al respecto, Goytisolo expresó que el personaje principal de su nuevo libro descubre tras su viaje a los bajos fondos del integrismo islamista, judaico y católico que las tres grandes religiones del planeta sólo buscan “poder político y económico”, ya que “vivimos atrapados entre el consumismo y el terror”.

Goytisolo (Barcelona, 1931) únicamente escribe un libro cuando, según cuenta, tiene algo nuevo que decir desde una óptica que aporte a su amplio bagaje literario, en el que intercala el ensayo, la crónica periodística, la poesía y la novela.

La obra anterior de Goytisolo es Telón de boca, que escribió en 2003 antes de dedicarse a la relectura, corrección y ampliación de sus obras completas, editadas por Círculo de Lectores-Galaxia Gutemberg.

Prosa en acción

El origen de El exiliado de aquí y allá (Círculo de Lectores) fue un viaje de Juan Goytisolo a Argelia que sirvió para escribir un libro de crónicas en el que plasmó la dura realidad de aquel país, sobre todo después de la guerra civil, titulado Argelia en el vendaval.

En aquella visita, el autor habló con una señora quien le contó que acababan de asesinar a su marido y ella no sabía ni quién ni por qué lo habían hecho.

De esa situación extrema, el narrador abrazó lo que sería el trasfondo de su novela: “Es decir, que el último derecho de la víctima –saber quién y por qué lo matan– le había sido negado a esa persona. La novela vuelve al pasado de este personaje ácrata y excéntrico que busca atraer a las niñas en los jardines públicos con un ratoncito blanco. Este personaje tan extraño muere también de una forma absurda en un atentado terrorista”, señaló Goytisolo durante la presentación de su nuevo libro.

Explicó que en esta novela –como en otras de su autoría, como la misma Telón de boca y Carajicomedia– los personajes van mutando a lo largo de la trama, así que se dan circunstancias como que el protagonista entre a un baño de caballeros y salga por el de señoras, convertido en La rapera encoñada. O que el imán radical es al mismo tiempo una Alicia que anuncia números pornográficos en un cabaret del barrio parisino de Saint Etienne. Y estos cambios son súbitos, sin explicación alguna del autor, quien asume la literatura como un ejercicio de libertad absoluta.

“La novela –prosiguió Goytisolo– no contiene ninguna corrección política. En la creación sólo existe la libertad. El creador es un ser espiritual y también animal, como todo ser humano; y eso es lo que llevamos dentro y sale.”

Añadió que es “incapaz de escribir una novela en la que haya diálogos teatrales, así que he buscado la concentración y no la extensión. Es la prosa la que lleva la acción de la novela. Son los textos los que van construyendo el argumento.

“Hay una trama detrás, pero en segundo término, lo que importa es la prosa en acción. También hay algunos capítulos que están escritos para ser leídos en voz alta, porque son los discursos de nuestro tiempo. Esto es el elemento fundamental.”

Sociedad del espectáculo

Juan Goytisolo explicó que a lo largo de la trama, el protagonista se da cuenta de que “vivimos atrapados entre el consumismo y el terror. Ese consumismo que lo abarca todo en una sociedad del espectáculo y al mismo tiempo el terror convertido en una mercancía más. Eso poco a poco lo va descubriendo el personaje al contactar con los grupos extremistas antisistema, con el radicalismo religioso que habla de salvación cuando en realidad busca poder, riqueza y mando.

“Esto es una crítica de la ideologización, mercantilización y búsqueda de poder político y económico por parte de las tres religiones: el islamismo, el judaísmo y el catolicismo.

“También hay una crítica a la homofobia, pero todo esto sin discursos, son las voces las que están expresando esta realidad. Es una prosa en acción y no en relato.”

En cuanto al estilo de su nueva novela, el escritor defendió la renovación permanente de su obra literaria: “No cambio de tema, sino de propuesta literaria. Todo lo que he hecho a partir de Señas de identidad son propuestas distintas.

“No soy ese tipo de escritor que escribe una novela al año sobre su infancia, su familia o su papá y va dando más de lo mismo cambiando de tema. Esto no me interesa.

“Sólo si tengo una propuesta literaria nueva escribo una obra, si no, no. No formo parte de ese circuito de escritores que escriben sólo para ganar dinero.”