Usted está aquí: lunes 1 de septiembre de 2008 Política Dejan cabeza en una hielera frente a la casa de Rogaciano Alba, en Petatlán

■ Hallan dos encobijados a dos cuadras de la residencia oficial del gobierno sinaloense

Dejan cabeza en una hielera frente a la casa de Rogaciano Alba, en Petatlán

De los corresponsales

La ola delictiva dejó ayer un saldo de 16 asesinatos en Guerrero, Chihuahua, Sinaloa, Tabasco y Baja California, en hechos que tendrían relación con el crimen organizado. En la primera entidad se dio muerte a cinco sujetos, uno de los cuales fue decapitado.

La Policía Investigadora Ministerial guerrerense informó que seis personas fueron asesinadas y dos más levantadas la noche del sábado. La cabeza de Andrés Aureliano Núñez Izazaga fue hallada dentro de una hielera frente al domicilio de Rogaciano Alba Álvarez, ex dirigente de la priísta Asociación Ganadera de Guerrero, en el municipio de Petatlán.

La corporación añadió que que dos de los asesinados eran mineros; uno, un ciudadano común; otro más era taxista, y otro era ganadero, mientras que los dos levantados (plagiados sin intención de cobrar rescate) también trabajaban como mineros, según sus familiares.

Junto con la cabeza de Núñez Izazaga se hallaron dos mensajes, dirigidos a Rogaciano Alba y Reynaldo Zambada García, a quien corrillos locales atribuyen el asesinato de cuatro mujeres, perpetrados el jueves anterior.

Las versiones consideran que el decapitado sería un factor más en la pugna entre los grupos que encabezan Rogaciano Alba y Rubén Granados, que inició aparentemente los días 3 y 4 de mayo pasados, cuando Alba Álvarez sufrió dos ataques, uno en Iguala, donde murieron siete dirigentes ganaderos, y el otro en Petatlán, en donde perdieron la vida 10 personas más, entre ellos dos hijos del ex líder, además de que una de sus hijas fue levantada.

Otro cinco homicidios ocurrieron en Ciudad Juárez, Chihuahua.

Dan muerte a policía en Sinaloa

Tres asesinatos más fueron perpetrados en Culiacán, Sinaloa, donde se hallaron dos cadáveres envueltos en cobijas, a dos cuadras de la Casa de Gobierno, residencia de gobernador Jesús Aguilar Padilla. El tercer ejecutado fue identificado como el agente de la Policía Estatal Preventiva José Ramón León Meza, de 30 años, a quien se halló dentro de un automóvil, en el cual se encontraron 27 casquillos de bala calibre .9 milímetros.

En Tijuana, Baja California, un hombre fue asesinado a balazos en la colonia Vista Encantada.

En la ciudad de Cancún, Quintana Roo, tres personas fueron capturadas por elementos de la Policía Federal Preventiva, con quienes se enfrentaron a balazos la mañana del domingo, y a los que incluso lanzaron una granda de fragmentación que no explotó. En la camioneta en que viajaban los detenidos se encontraron dos rifles M-16 con 23 cargadores y mil cartuchos útiles.

También en Cancún, la Policía Preventiva Municipal halló un arma de fuego tipo M-16, en el cruce las avenidas Coba y Tankah, a partir de una llamada al teléfono local de emergencias 066.

En Tabasco fue encontrado un cuerpo decapitado, con huellas de tortura y atado de manos, en la zona Ciudad Industrial, al norte de Villahermosa.

Mientras, el arzobispo de Jalapa, Veracruz, Hipólito Reyes Larios, dedicó oraciones para que Víctor Samio Basilio, de 22 años de edad, y Omar Rodríguez Cruz, de 19, miembros del coro de la parroquia de San José, en el municipio de Banderilla, aparezcan o sean entregados a sus familias. Los jóvenes están en calidad de desaparecidos desde hace cuatro días, y no se descarta que hayan sido levantados o asesinados.

El arzobispo Reyes Larios, cuya sobrina Karina Reyes fue secuestrada y asesinada en julio anterior, pidió desde el púlpito que se apoye en la localización de Víctor y Omar, y “que se respeten sus vidas” si es que se les secuestró.

En Palenque, Chiapas, aparecieron dos narcomantas en la principal avenida de la ciudad, dirigidas al presidente Felipe Calderón, a quien se acusó en los escritos de proteger al cártel de Sinaloa.

Sergio Ocampo, Rubén Villalpando, Javier Valdez, Antonio Heras, Mauricio Conde, Andrés T. Morales y Ángeles Mariscal

 
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