Usted está aquí: domingo 31 de agosto de 2008 Política Se cayó la estrategia militar de Calderón contra el hampa, afirma González Garza

■ El michoacano ha causado a las fuerzas armadas un desgaste muy grave, dice el legislador

Se cayó la estrategia militar de Calderón contra el hampa, afirma González Garza

■ Considera que entre jóvenes de 12 a 20 años se forma un “ejército de reserva de la delincuencia”

Roberto Garduño

Al dar a conocer que el PRD en la Cámara de Diputados impulsara la aprobación de un paquete legislativo sobre seguridad y combate a la delincuencia, entre las que se encuentran las leyes de Extinción de Dominio, del Sistema de Seguridad Pública, de la Procuraduría General de la República (PGR) y de Acceso a la Justicia, Javier González Garza, presidente de la Junta de Coordinación Política, advirtió que la estrategia de Felipe Calderón para encarar a la delincuencia organizada con el Ejército “ya se cayó, y ha provocado un desgaste histórico a las fuerzas armadas”.

En entrevista consideró que el Ejecutivo ha incurrido en falacias, pues prometió que sería el presidente del empleo y sumó a su catálogo de promesas que acabaría con la corrupción y la delincuencia. A decir del representante perredista, ninguna ley ni acciones de gobierno terminarán con la desbordante violencia, y recordó que para el Gobierno del Distrito Federal y los diputados federales del PRD, la preocupación principal obedece a que la mitad de los jóvenes de 12 a 20 años no estudian ni trabajan, constituyéndose como el futuro ejército de reserva de la delincuencia organizada.

“Lo que preocupa es el número de personas metidas en la delincuencia, y ahora se puede hablar de cientos de miles. La principal preocupación son los jóvenes entre 12 y 20 años, ya que la mitad de ellos no estudian ni trabajan; imaginemos qué estará haciendo esa juventud dentro de cinco o 10 años. Eso es un ejército de reserva de la delincuencia, y nosotros la estamos produciendo porque este país no crece, porque el desempleo está más alto que nunca en los últimos años, porque las oportunidades de estudio existen para todos, y traemos un problema de cohesión social”.

El desborde de la delincuencia y su estela de violencia propician un estado de complejidad, porque “no hay nada que nos una, los proyectos más importantes nos están dividiendo, la reforma energética de Calderón nos dividirá, no estamos viendo propuestas que nos unifiquen, que nos den el rumbo donde los mexicanos estemos de acuerdo en un esfuerzo colectivo. No crecemos porque las ganancias se quedan en manos de unos cuantos; la exclusión rampante es una vergüenza”.

La incapacidad gubernamental para frenar a los delincuentes, dijo González Garza, se manifiesta en las contradicciones, que a lo largo de la historia reciente se han presentado en el país. Por ejemplo, dijo, la ley contra el narcomenudeo.

“Hoy no es un delito que esté definido; está considerado dentro del narcotráfico y, por tanto, es un delito federal. En la Cámara de Diputados, en la legislatura anterior, en abril de 2006, se aprobó la ley de narcomenudeo, fue una aprobación por unanimidad en ambas cámaras, en esa ley de define con precisión el delito, se le ponen penas; se hacía un delito concurrente a los tres órganos de gobierno. Esa ley fue vetada por Vicente Fox, por una presión de Estados Unidos, y ahora la tiene que votar el Senado por dos terceras partes, o la presidencia de Felipe Calderón le puede retirar el veto”.

Además del paquete de reformas descrito arriba, en los próximos 15 días el PRD propondrá las prohibiciones de comprar casas, ranchos, con dinero en efectivo.

“Es muy importante que los notarios, cuando den informes al SAT, manden la copia del cheque con el cual se paga una propiedad. Los vehículos no pueden seguir comprándose en efectivo. Hay ejemplos bárbaros, en Culiacán se compra la mayor cantidad de Hummer, es la segunda ciudad del mundo donde más Hummer se compra, detrás de Miami. ¡Y aquí se pagan en efectivo!”

–El gobierno ubica la solución en el uso de la fuerza más que en la reconstrucción del tejido social –se le panteó.

–El problema más grave es la cantidad de gente que está excluida de las formas naturales de avance social, el trabajo y la educación. El problema más grave es que los centros de poder económicos con gente que se gana 20 mil millones de dólares al año, acaparan la riqueza.

–¿Considera que es una simulación lo que se vive desde los poderes político y económico?

–Estamos en una simulación. No vemos rumbo, decisiones para sacar adelante el crecimiento económico del país, y una mejor distribución de la riqueza. Mientras no entendamos que ese problema está en el centro no habrá solución posible.

–Se acusa a los gobiernos de desbaratar las instituciones públicas ligadas al combate contra la violencia –se le insistió.

–Por ejemplo, Genaro García Luna, fue director del Cisen, y cuando se fue como secretario de Seguridad Pública se llevó a 700 personas del Cisen para allá, y no importa lo que le pase al Cisen, nos dejaron una institución absolutamente quebrada. Para qué sigue hablando Calderón de coordinación cuando esas cosas se están dando. Piensa en el caso de Nelson Vargas y su señora esposa, va a cumplir casi un año, y resulta que la PGR se enteró al siguiente día del secuestro y la procuraduría del Distrito Federal no se enteró hasta que estaba en la prensa un año después, ¡no puede ser!

“Muchas dificultades sociales”

–¿Usted localiza en la desatención de una vasta franja de jóvenes el futuro desastre ligado a la delincuencia?

–En el encuentro de Palacio Nacional, la propuesta de Marcelo Ebrard fue contundente: tenemos un compromiso con la generación de 12 a 20 años. Hemos calculado cuánto nos cuesta meterlos a estudiar en un ambiente de crecimiento, de crecimiento intelectual; necesitamos salvar a esa generación, porque si no esos jóvenes dónde van a estar dentro de 10 años.

–Se mantiene en el centro del debate el papel del Ejército en el combate al narcotráfico, ¿cuál es la imagen pública de las fuerzas regulares?

–La estrategia de Calderón ya se cayó. El Ejército Mexicano tiene una jerarquía, y él de facto pretendió darle órdenes. Ya provocó al Ejército un desgaste muy grave. Tenemos un Ejército con muchas dificultades sociales, ya en estados como Sinaloa y Michoacán existe gran cantidad de denuncias; el Ejército está para otra cosa; no tiene equipamiento, ni está preparado para combatir a mafias de delincuentes. Calderón nos dijo que iba a ser el presidente del empleo, y es una falacia, estamos perdiendo seis empleos cada minuto. Estamos en una situación tremenda, pero las ganancias de los grandes siguen, y mientras no se rompa con esa simulación, no se terminen esos cotos de poder, no vamos a poder seguir, la situación se va a recrudecer.

 
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