Usted está aquí: sábado 30 de agosto de 2008 Economía La industria de la construcción, en jaque con AN en la Presidencia

■ En 8 años se duplicó cifra de empresas “inactivas” y se quintuplicó la de “desaparecidas”

La industria de la construcción, en jaque con AN en la Presidencia

■ El desarrollo del sector, de casi 60%, se ha traducido en mayor concentración en firmas grandes y gigantes, revela un sondeo del Inegi

■ Micro y pequeñas, las más perjudicadas

Susana González G.

En los ocho años que se cumplen de gobiernos panistas en México, prácticamente se ha duplicado el número de empresas de la industria de la construcción que se encuentran “inactivas”, al pasar de 21 a 43 por ciento entre el primer semestre de 2000 y el mismo periodo de 2008, revela la Encuesta Nacional de Empresas Constructoras (ENEC).

En tanto, el número de compañías “desaparecidas” se ha quintuplicado, ya que de representar apenas 0.6 por ciento respecto del total de las existentes en el sector a principios de la década, la tasa es de 5 por ciento en la primera mitad de este año.

La encuesta, elaborada periódicamente por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), demuestra que de enero de 2000 y a junio de 2008 no ha dejado de crecer el número de constructoras que han caído en situación de “inactividad” o de plano desaparecen. Las más afectadas son las de menor tamaño, las llamadas micro y pequeñas.

Además, esa disminución contrasta con el sostenido crecimiento reportado en el sector en todas sus ramas o tipos de obra, mismas que en términos generales han implicado un aumento de casi 60 por ciento en el valor de la producción, ya que de ascender a 129 mil millones de pesos en 2000 cerró en 207 mil millones el año pasado.

Así, el desarrollo del sector se ha traducido en mayor concentración en las “grandes” y “gigantes” constructoras, clasificadas así en la ENEC de acuerdo con sus ingresos anuales, que oscilan entre 39.4 y 70.76 millones de pesos para el primer caso, y arriba de 70.77 millones para el segundo.

La caída

En el primer año de esta década 76 por ciento de constructoras (de todos los tamaños) se encontraban “activas”, pero desde entonces se ha registrado una caída anual de tres puntos porcentuales en promedio, con picos que alcanzan hasta 8.8 puntos.

Así, para 2001 el porcentaje de empresas activas fue de 67.5 por ciento; en 2002 pasó a 60.7; en 2003 a 62.8, en 2004 a 58.6, en 2005 y 2006 se mantuvo en 56 por ciento, cayó a 54.1 en 2007 y el último dato del INEGI revela que para mediados de 2008 apenas rebasa 50 por ciento del total.

El desglose por tamaño de las firmas arroja datos diferenciados sobre el porcentaje de compañías que se mantienen activas, inactivas o desaparecidas. Mientras en 2000, 31 por ciento de las microempresas del sector estaban inactivas y 0.7 por ciento habían desaparecido, este año los porcentajes se elevaron a 50 y 5 por ciento, respectivamente, es decir, sólo están operando la mitad de las microconstructoras del país. En el caso de las pequeñas el porcentaje de inactivas pasó de 15.4 a 41 por ciento, y las desaparecidas de 1.4 a casi 4 por ciento.

En tanto, las gigantes contabilizaban sólo 7.5 por ciento de sus entidades como inactivas cuando se inició la administración del panista Vicente Fox, pero para este año ya se elevó a 20 por ciento. La cifra de grandes con inactividad creció de 9.8 a 23 por ciento, y las medianas de 11.7 a 34 por ciento.

Los indicadores del Inegi evidencian que el impulso que cobró el sector en los últimos años se debe en gran parte a la edificación en general, que lo mismo comprende vivienda y escuelas que la construcción de industrias, comercios, servicios, hospitales e inmuebles para la recreación y el esparcimiento, ya que ese tipo de trabajos concentran más de 50 por ciento del valor de dichas obras.

En segundo lugar se ubican las construcciones relacionadas con el transporte y la infraestructura, como autopistas, carreteras, vías férreas, Metro y Tren Ligero, así como obras de urbanización que han concentrado 20 por ciento del valor del sector.

Mientras las obras relativas a petróleo y petroquímica, como la perforación de pozos, refinación y sistemas de conducción, aportan casi 10 por ciento, le siguen las relacionadas con agua, saneamiento y riego.

 
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