Usted está aquí: sábado 30 de agosto de 2008 Capital Obras urbanas arrasan vestigios prehispánicos

Obras urbanas arrasan vestigios prehispánicos

Denuncian uso indiscriminado de maquinaria pesada en trabajos realizados en el Centro Histórico

Alejandro Cruz Flores

El uso indiscriminado de maquinaria pesada en una serie de obras que se realizan en el Centro Histórico causó la destrucción de vestigios con al menos 800 años de antigüedad, señaló la arqueóloga Gilda Cano, titular del museo Casa Talavera.

En el perímetro de las calles de República de El Salvador, Talavera, Correo Mayor, Mesones y Pino Suárez –uno de los sitios con más vestigios en América Latina– se llevan a cabo trabajos de rencarpetamiento y de cambio del sistema de drenaje, como parte del rescate de la zona.

Desde el siglo XIX se habla de que en aún existe en la zona vestigios prehispánicos enterrados, lo cual se comprobó con el hallazgo de piezas en excavaciones realizadas en años pasados, las cuales se encuentran en el pequeño museo de sitio Casa Talavera, administrado por la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda del Distrito Federal.

Sin embargo, en esta ocasión las excavaciones se hicieron sin la supervisión del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), aseveró Cano.

Eso provocó la destrucción de piezas de por lo menos 800 años de antigüedad, como vasijas, metates, comales, piedras labradas y otros utensilios de las culturas tolteca y mexica, hechas con cerámica, obsidiana, tezontle y porcelana, entre otros materiales.

También fueron destrozados restos humanos y “un enterramiento, que no se pudo rescatar, pues fue cubierto con tepetate y quedó bajo un tubo de drenaje”.

Cano consideró “deplorable que no haya ningún arqueólogo supervisando los trabajos que se realizan en esta zona, pues antes de meter los trascabos” se debió permitir que expertos “realizaran una primera excavación”, lo que hubiera permitido rescatar muchas piezas completas.

Han sido los propios vecinos del barrio quienes desde hace un mes se han dado a la tarea de buscar entre la tierra amontonada restos de las piezas, los cuales entregan al museo, donde Cano los limpia, con el propósito de catalogarlos y hacer un registro, pero, aclaró, “la instancia oficial que se debe encargar de esta tarea es el INAH, no yo”.

Aunque personal de Casa Talavera, institución cultural que pertenece a la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, ha solicitado al INAH que se encargue del rescate de esos vestigios, hasta el momento el instituto ha hecho caso omiso.

En un recorrido por las calles donde se realizan las obras se pueden apreciar a simple vista los restos de diversas piezas entre la tierra; sin embargo, los encargados de la obra no permiten que éstos sean recolectados, con el argumento de que es peligroso estar en el lugar, por lo que los vecinos tienen que esperar el momento en que no hay trabajadores o meter la mano entre los hoyos de la maya que delimita el perímetro en cuestión.

Gilda Cano tiene 20 años trabajando en el museo, que se ubica en la calle República de El Salvador, casi esquina con Talavera, lo que le ha permitido mantener una estrecha relación con los vecinos y sensibilizarlos sobre la importancia de los vestigios prehispánicos.

Se trata, afirmó Gilda Cano, de personas humildes, con un nivel de instrucción bajo, incluso “muchos no saben leer”, pero saben de la importancia de preservar y rescatar esos objetos.

“Cada vez que podemos nos ponemos a escarbar pasa sacar las piezas, y aunque los arquitectos no nos dejan levantarlas, nosotros nos las ideamos para recogerlas”, explicaron Óscar Seas y Gloria González, vecinos de la zona.

 
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