Usted está aquí: miércoles 20 de agosto de 2008 Deportes Argentina se impuso 3-0 a Brasil en futbol y va por la revalidación del título

La Jornada Olímpica

■ La albiceleste enfrentará el sábado en la final a Nigeria, que aplastó 4-1 a Bélgica

Argentina se impuso 3-0 a Brasil en futbol y va por la revalidación del título

■ La verdeamarelha, que ansiaba por primera vez conquistar el oro, sufrió dos expulsiones

Agencias

Ampliar la imagen Sergio Kun Agüero colaboró con dos goles en el triunfo de la selección argentina Sergio Kun Agüero colaboró con dos goles en el triunfo de la selección argentina Foto: Reuters

Pekín, 19 de agosto. La selección argentina de futbol gozó la noche de este martes con una goleada histórica en un superclásico olímpico frente a Brasil 3-0, con dos estocadas de Sergio Kun Agüero y un penal de Juan Román Riquelme, para buscar rivalidar el oro en una final contra Nigeria.

La noche gloriosa de la albiceleste tuvo como protagonista a un recuperado Agüero, quien marcó a los 53 y 58 minutos, mientras Riquelme aumentó a los 75, para desquitarse de las finales perdidas ante la verdeamarelha en las copas América de Perú 2004 y Venezuela 2007.

El partido se jugó ante 60 mil almas que celebraron poder ver a tantas estrellas en el estadio de los Trabajadores de Pekín, con el ídolo Diego Armando Maradona festejando en uno de los palcos.

El volante Javier Mascherano, el único que jugó los 11 partidos consecutivos ganados por Argentina en su récord en Juegos Olímpicos, declaró que “no es eso lo más importante, sino llevarle la medalla a la gente de mi país”.

Los brasileños, que ansiaban ganar por primera vez el oro en los Juegos Olímpicos, sufrieron las expulsiones de Lucas y Thiago Neves, al minuto 81 y 84, respectivamente.

Ambos equipos coincidieron en el planteo estratégico de cuidar el balón, mantener la posesión de la pelota y por lo tanto la supremacía del juego, sin ceder ni un palmo, sin regalar ni un centímetro de terreno ni espacio.

El mutuo respeto y el peso histórico del compromiso llevó a que faltara alguna acción de genialidad desequilibrante, salvo cuando el esférico caía en los pies de Lionel Messi.

El delantero del Barcelona jugaba a una velocidad de rayo, distinta de los otros 19 jugadores de la cancha, inclusive para capturar el balón a defensores sin tanto dominio como Marcelo o Breno, sin puntería, con la pólvora mojada.

Brasil, con un Ronaldinho intermitente, se mostraba como una escuadra marcada a fuego por el estilo prudente y conservador de Dunga, pero sin renunciar al ataque, a los contragolpes que pudieran nacer de los botines de Diego y Hernanes.

El gol de Agüero, nacido de una soberbia apertura de Gago y un centro a media altura de Angel Di María, fue el despertador que hizo salir a Brasil de su aletargamiento.

En menos de cinco minutos el Scracht creó tres situaciones de gol, una de ellas un tiro en el palo, pero Argentina demostró que quien pega primero pega dos veces y otro centro fuerte, ahora de Ezequiel Garay, volvió a ser conectado por Agüero.

Dunga movió con energía el tablero al ordenar los ingresos de Alexandre Pato, Thiago Neves y Jo, con intención de quemar las naves y echar las últimas cartas sobre la mesa.

Sin embargo, el tanto de Riquelme, de penal a 15 minutos de finalizar el juego, fue la estocada definitiva.

Argentina definirá el sábado la medalla de oro ante Nigeria, que hoy aplastó 4-1 a Bélgica en la otra semifinal, mientras el partido por el bronce entre la verdeamarelha y los belgas se disputará el viernes.

 
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