“Me quieren jalar para abajo”
El jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, explicó que una reunión entre Felipe Calderón y él no tiene el “poder mágico” para solucionar el problema de inseguridad. “Me quieren jalar para abajo”, señaló, al decir que con la convocatoria de México Unido contra la Delincuencia se pretende un acto político y culpar a la ciudad de México de toda la situación de inseguridad que vive el país: “Como si no se tuviera registro de los seis muertos que suceden a diario, en promedio, en toda la República”, dijo.
Por eso, insistió en entrevista con La Jornada, si se trata de buscar soluciones se debe realizar una “reunión” entre todos los involucrados, “el problema es de ellos, y si va Calderón, que vaya”, pero tiene que ser un diálogo abierto, público, donde se transparenten los problemas que se tienen en cada una de las entidades del país.
Puso de ejemplo que para dar un golpe certero a los secuestros es necesaria la regulación de la telefonía celular, medio de comunicación y de intimidación preferido por los delincuentes. “Eso se lo hemos planteado en muchas ocasiones y de diferentes formas a la SCT y a la Cofetel, pero no han querido hacerlo.”
También alertó que en los centros penitenciarios del DF se tiene a los criminales de muchos estados, e incluso de otras naciones, conviviendo con presos comunes, lo que los contamina, y no se tiene una cárcel especial para los delincuentes peligrosos, que debería construir el gobierno federal y no se quiere hacer.
“Nuestros secretarios y procuradores se reúnen a diario. ¿Cuál es la diferencia si nos reunimos Calderón y yo? Lo que tratan de hacer con un acto privado –además del sesgo político–, es cargarnos las culpas, hacer sentir a la gente que el problema está aquí, para ocultar que la inseguridad se da en todo el país.
“Vamos a asistir a una cumbre, pese a todas las condiciones adversas, porque si no nos van a acusar de soberbios, nos van a golpear, van a tratar de aislarnos. Ese es el jueguito.”