Usted está aquí: lunes 11 de agosto de 2008 Cultura El hombre que sólo sabía amar, original propuesta que acerca a los niños a la danza

■ Se presentará el 16 y el 24 de agosto en el Teatro de la Ciudad

El hombre que sólo sabía amar, original propuesta que acerca a los niños a la danza

Carlos Paul

Oníricas y lúdicas escenas que estimulan la creatividad, las emociones y la inteligencia de los pequeños conforman la coreografía El hombre que sólo sabia amar, de Vicente Silva Sanjinés, quien encabeza la compañía Proyecto Ensamble Tiempo de Bailar.

El juego y la fantasía se entretejen en esta obra, creada en el año 2000, para acercar a los niños a la danza contemporánea, mediante un viaje por diferentes mares de la imaginación.

Simbólica y sencilla, narra la historia de un hombre que murió y se convirtió en ángel, hecho que no ocurrió hace mucho tiempo, como la mayoría de los cuentos, sino hace muy poco, apenas ayer, según cuenta el narrador:

“Allí, en un lugar cercano vivió un hombre que se llamó a sí mismo El hombre que sólo sabía amar. Empero, tenía un pequeño problema, pequeño, pues en ese lugar donde vivía nada era grande ni mediano; era un lugar donde nada estaba encima de algo y todo estaba encima de nada, porque todo estaba en su lugar.

“Pues bien, el hombre que sólo sabía amar tenía un pequeño problema… no tenía a quien amar. Por ello, un día decidió salir en busca de alguien a quien amar”.

Así, van apareciendo en medio de una onírica atmósfera diversos seres y personajes fantásticos y divertidos, mientras el hombre recorre siete mares: el de la soledad, el de las imágenes, el de las nubes, el profundo, el prehistórico, el de hoyos –donde habita el tejedor de sueños– y el de las algas.

El maestro Silva Sanjinés recurre a diversas técnicas de danza y actuación, a las que se integran recursos como la luz negra y los trajes fosforescentes para darle variedad y hacer más atractivo el espectáculo. La idea, comentó el coreógrafo, fue trabajar a partir de la sorpresa.

“Este proyecto constituyó un ejercicio de recuperación e instrumentación de técnicas dancísticas novedosas basadas en la improvisación, la composición y la narración. Originalmente había mucho texto, el cual quedó mucho más sintetizado.”

Para Vicente Silva, es lamentable que no exista danza contemporánea dirigida a los pequeños, salvo algunas excepciones. “Debería haber mucho más apoyo para ello y más creadores que se arriesguen en ese ámbito, pero de manera seria. Ambas partes, autoridades culturales y coreógrafos y bailarines, se tienen que comprometer. Cuando uno se acerca a alguna institución para solicitar apoyo, se encuentra con el indolente comentario de: ‘puedes hacer una puesta en escena rápido, es una obra para niños’, o en su caso te pagan la mitad porque también –te dicen– es para niños, lo cual es absurdo, porque los bailarines arriba del escenario no hacen la mitad del esfuerzo. De ambas partes debería venir una profesionalización para hacer danza para niños.”

Por otra parte, comentó Silva Sanjinés, “entre los proyectos que he pensado realizar en algún momento está hacer danza, no para niños, sino con niños”.

Por el momento, la coreografía El hombre que sólo sabía amar ha sido considerada por la crítica especializada una de las obras de danza dirigidas al público infantil más importantes de los años recientes en México. Ofrecerá dos últimas funciones los días 16 y 24 de agosto, a las 13 horas, en el Teatro de la Ciudad, ubicado en la calle de Donceles, en el Centro Histórico.

 
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