Usted está aquí: domingo 10 de agosto de 2008 Deportes América Latina logra en judo sus primeras preseas

La Jornada Olímpica

■ Cuba y Argentina se llevan plata y bronce

América Latina logra en judo sus primeras preseas

Agencias

Ampliar la imagen La rumana Alina Alexandra Dumitru, a la derecha, derrotó a la cubana Yanet Bermoy de Cuba para ganar la medalla de oro en la competencia de judo en la categoría extra ligera La rumana Alina Alexandra Dumitru, a la derecha, derrotó a la cubana Yanet Bermoy de Cuba para ganar la medalla de oro en la competencia de judo en la categoría extra ligera Foto: Ap

Pekín, 9 de agosto. Latinoamérica se llevó el sábado a casa sus dos primeras medallas en los Juegos Olímpicos con las conquistas en judo de dos menudas chicas de Cuba y Argentina.

En una rápida final, la cubana Yanet Bermoy fue derrotada con técnica de ippon por la rumana Alina Dumitru y se quedó con la medalla de plata en la categoría de menos de 48 kilos.

Bermoy se mostró triste por la derrota. “Quería ser la primera medalla de oro para Cuba. Había mucha gente que confiaba en mí”, dijo llorando la campeona mundial de El Cairo 2005.

La que se encontraba feliz hasta el llanto fue la argentina Paula Pareto, que con su metro y medio de altura se impuso por wazari a la norcoreana Pak Ok Song para llevarse a su país el bronce en la misma categoría.

“Vine aspirando a un séptimo o quinto lugar, que era a lo que creía que podía llegar teniendo una buena actuación. Es una alegría inmensa, no lo puedo creer, por eso las lágrimas(...) es un sueño”, agregó Paula, de 22 años y estudiante de medicina.

Ryoko Tani, amarga sorpresa

La sorpresa fue la derrota de la japonesa Ryoko Tani, campeona en Atenas 2004 y favorita para el oro, que apenas pudo conseguir la otra medalla de bronce.

En tanto, el surcoreano Choi Minho ganó la medalla de oro en la categoría de hasta 60 kilos. La plata fue para el austriaco Ludwig Paischer y el bronce para el uzbeko Rishod Sobirov y el holandés Ruben Houkes.

Choi, de 27 años, fue medalla de bronce en Atenas 2004 y campeón mundial en Osaka 2003.

“Antes de llegar a Pekín, mi madre tuvo el sueño de que mucha gente venía a nuestra casa a felicitarme. Mi padre dijo que también soñó, que el sol brillaba desde su corazón. No puedo creer que esos sueños se hayan hecho realidad”, expresó Choi.

 
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