Usted está aquí: viernes 8 de agosto de 2008 Sociedad y Justicia Familias y comunidades soportan el mayor costo económico de la epidemia de VIH

■ Los modelos de atención institucional son 10 veces más caros, revela estudio

Familias y comunidades soportan el mayor costo económico de la epidemia de VIH

■ En África subsahariana 12 millones de niños han perdido a uno o ambos padres

Karina Avilés

Ampliar la imagen Manifestación de activistas antes de que iniciara el foro sobre Derechos Humanos y VIH/sida, en el escenario principal de la Aldea Global durante la 17 Conferencia Internacional sobre la pandemia Manifestación de activistas antes de que iniciara el foro sobre Derechos Humanos y VIH/sida, en el escenario principal de la Aldea Global durante la 17 Conferencia Internacional sobre la pandemia Foto: Cristina Rodríguez

En la mayor parte de las regiones afectadas por el VIH/Sida, las familias y las comunidades son las que soportan el costo de la epidemia con 90 por ciento de los gastos y 85 por ciento de los hogares que prestan apoyo a los niños vulnerables a nivel mundial no reciben ningún apoyo del sector público, de acuerdo con el estudio Nuevo programa de acción a favor de los niños afectados por la enfermedad.

La investigación establece que sólo 10 por ciento de los niños que viven con VIH en el mundo recibe tratamiento antirretroviral y el año pasado menos de 8 por ciento de los lactantes de los países de rentas bajas y medias fueron examinados durante los dos meses posteriores a su nacimiento: sólo uno de cada 25 bebés expuestos al virus recibieron el antibiótico cotrimoxazol, que es fundamental para la prevención.

El estudio realizado por Linda Richter, del Consejo de Investigación en Ciencias Humanas de Sudáfrica, advierte que de las 370 mil nuevas infecciones en niños el año pasado cerca de 270 mil murieron.

Alrededor de 90 por ciento de estos fallecidos se dieron en la región de África subsahariana, donde se estima que 12.1 millones ha perdido a uno o ambos progenitores como consecuencia del sida.

En este sentido, se advierte que las intervenciones dirigidas a huérfanos y niños afectados con la enfermedad “no son útiles cuando tienen lugar en comunidades donde existe una pobreza y miseria generalizadas. Singularizar a determinados grupos de niños puede incluso dar lugar a efectos indeseables, como la estigmatización y el abuso hacia los que necesitan ayuda. Todos los niños de las comunidades gravemente afectadas por el VIH necesitan apoyo”.

En África meridional, más de 60 por ciento de los infantes vive por debajo del umbral de pobreza y, hasta la fecha, son pocas las intervenciones que respondan al impacto de la epidemia.

Frente a dicha situación, el programa recomienda una urgente reorientación del apoyo a los infantes por conducto de sus familias ya que el cuidado institucional, los orfanatos y otras formas alternativas al cuidado familiar no sólo han evidenciado impactos negativos sino un elevado costo, que es hasta 10 veces más alto que el de la atención familiar.

Así, advierte que la Organización Internacional del Trabajo estima que el costo de una pequeña pensión universal de vejez, la educación primaria universal, la atención sanitaria gratuita y una prestación económica por niño equivaldría a 0.25 dólares diarios, que representan entre 1.5 y 4.5 por ciento del PIB de los países africanos de bajos ingresos.

Es urgente que los recursos se pongan en manos de las familias afectadas con el fin de ampliar el impacto de los programas que hoy día llegan a muy pocos.

 
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