Acosta: femineidad y pesas no se excluyen
Pekín, 3 de agosto. Cuando era una adolescente en el noroeste de México, Luz Mercedes Acosta soñaba con convertirse en gimnasta. Por entonces cultivaba una serie de pasatiempos que sus padres consideraban adecuados para su única hija: ballet, danza, jazz, lecciones de piano, y, por supuesto, gimnasia. Pero su fantasía de dedicarse a las agraciadas cabriolas y saltos mortales quedó a un lado cuando le dijeron que su verdadero talento radicaba en otro deporte, una disciplina que, en el conservador México, resulta una pesadilla para cualquier adolescente mujer. “Me dijeron que tenía aptitudes para el levantamiento de pesas”, declaró.