Usted está aquí: miércoles 30 de julio de 2008 Sociedad y Justicia Se encarniza lucha gremial en la UAM

■ Académicos llaman a poner en primer término el interés colectivo

Se encarniza lucha gremial en la UAM

Laura Poy Solano

En un clima de abierta confrontación entre corrientes gremiales, que ha llevado al Sindicato Independiente de Trabajadores de la Universidad Autónoma Metropolitana (SITUAM) a una de las “peores crisis de su historia”, especialistas en derecho laboral y políticas públicas afirmaron que las disputas por los cargos sindicales “no pueden estar por encima del interés colectivo de alcanzar acuerdos y recuperar la defensa real de la materia de trabajo”.

Pedro Moreno Salazar, catedrático de esa casa de estudios, afirmó que el SITUAM “sigue siendo un gremio combativo”, por lo que descartó que en el corto plazo se corra el riesgo de enfrentar un proceso de “charrización, porque ha dado luchas muy importantes, e incluso a pesar de que muchos trabajadores universitarios no apoyan la forma en que ha venido subsistiendo el gremio, deben reconocer que su existencia es muy importante para la misma institución”.

Lo preocupante, afirmó, es el nivel de descalificación y confrontación a que se ha llegado entre las distintas corrientes políticas dentro del sindicato, cuya existencia “tiene una base de legitimidad, porque han crecido con el gremio, pero que no valida que sus intereses se interpongan por encima de la colectividad”.

Moreno Salazar advirtió que el proceso de desgremialización es un fenómeno mundial, que afecta no sólo a las universidades públicas, ante un modelo laboral neoliberal que ha “trastocado los valores y paradigmas de la solidaridad entre trabajadores, situación que percibimos muy de cerca en las universidades, donde el personal académico actúa de manera individualista, porque lo que interesa es defender su ingreso, y se ha dado cuenta que la solución es individual porque depende de su esfuerzo personal”.

Sin embargo, este modelo ha generado un foco de alerta en las instituciones públicas de educación superior, como la UAM, porque “se han dado cuenta que ha sido dañino para la formación de los estudiantes y la generación de investigaciones de largo aliento, que prácticamente no existen porque no hay comunicación entre los docentes con sus pares de otras disciplinas para colaborar de manera conjunta”.

Lo mismo ocurre, señaló, con quienes no les interesa apoyar la solidaridad intergeneracional, “y lo vemos de cerca en la aplicación de nuevo modelos de seguridad social, donde lo importante es tener una cuenta individualizada, sin importar qué sucede con el resto de los trabajadores”.

Tras concluir la huelga más larga de su historia, que se prolongo por 64 días, luego de estallar el paro indefinido de labores el pasado primero de febrero, y levantar el mismo hasta el 4 de abril, el SITUAM enfrenta una de las coyunturas más importantes en sus 32 años de historia, afirmaron académicos de la institución, quienes advirtieron que el reto es “recuperar el interés por la defensa de las condiciones de trabajo de sus agremiados, a la par que se construyen acuerdos políticos, que no serán eternos, pero permitirán sortear uno de los momentos más críticos de su historia”.

 
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