Usted está aquí: martes 29 de julio de 2008 Cultura “No todo tiene que pasar por la capa de la razón; primero son los sentimientos”

■ Mauricio Sandoval presenta la exposición Finisterre, en la galería Landucci

“No todo tiene que pasar por la capa de la razón; primero son los sentimientos”

■ La muestra comprende 19 obras, la mayoría óleos, aunque también grafito y collage

Merry MacMasters

Ampliar la imagen Poliedro de Durero, obra incluida en la muestra que concluye este sábado Poliedro de Durero, obra incluida en la muestra que concluye este sábado

“A estas alturas uno debería ser únicamente pintor a secas. Ya no se puede tomar bando que si se es abstracto o figurativo. Hay que trascender eso y entender que el estilo, al final –si es que hay uno y lo quieres buscar–, eres tú”, expresa Mauricio Sandoval (Aguascalientes, 1960) con motivo de Finisterre.

La muestra, que comprende 19 obras, en su mayoría óleos, aunque también grafito y collage, concluirá el 2 de agosto en la galería Landucci Arte (Colima 233, colonia Roma).

De este modo, “puedes pintar una telaraña o un bicho, hasta hacer cuadros que supuestamente son abstractos, aunque no los calificaría así. Para mí tienen mucha carga de realidad, pero intangible. Lo que buscaba era esa realidad tipo meridiano, que es algo terrestre, pero poco perceptible.

“El fin de la tierra (en referencia al título de la muestra) es algo muy terrestre. Mi pintura se mueve entre esos dos polos: algo abstracto, pero al mismo tiempo muy terrestre.”

Un cuadro, Amarillo envidia, incluido en la exposición Azul cortado (2003) de Sandoval en la misma galería, dio pie a investigar la teoría de los cuatro humores de Hipócrates, es decir, el sanguíneo, el colérico, el flemático y el melancólico. De allí, el artista empezó a imaginar “muchas cosas, sobre todo, a escala del color”.

Desde la muestra anterior, Sandoval quiso suprimir todo ornamento e irse hacia un tipo de pintura no narrativa, sino sólo con base en “sugerencias y sensaciones”, donde el espectador ya no tendría “agarraderas” o elementos formales para hacer frente a los cuadros.

Más bien, apunta el entrevistado, “se enfrentaría a la pintura, como los mismos humores, con base en sensaciones, lo que son las entrañas un poco. Sería como voltear las cosas para sacar afuera lo que está adentro”.

Momentos de luz

Sandoval planteó su investigación en cuatro etapas, pero para su sorpresa, las primeras dos, el sanguíneo y el colérico, le llevaron cinco años.

La presente muestra también incluye ciertas preocupaciones suyas, inclusive, terrenales, como son representaciones del Parque México tanto de día como de noche, que describe como “momentos de luz que he alcanzado a ver en mis recorridos y que he tratado de plasmar”.

–¿El espectador tiene miedo de reaccionar de manera emotiva ante la obra de arte?

–Siempre he sido de los que piensan como Óscar Wilde: el arte está dirigido primero a los sentimientos, luego a la razón. Entonces, sí es como provocar a escala emocional. Los conceptos me sirven para imaginar ciertas cosas respecto de la obra. A eso se deben las ganas de quitar todo lo que te puede servir para disfrutar un cuadro.

“En la actualidad hay gran temor de hacerle caso a todo lo espiritual. Todo mundo quiere racionalizar las cosas. No soy un romántico, ni mucho menos, pero sí creo que el ser humano se distingue por tener sentimientos. Entonces, no todo tiene que pasar por la razón. Mi obra está dirigida totalmente al estómago.”

–¿Predomina el color rojo por su relación con lo sanguíneo?

–Desde hace años tenía ganas de hacer una obra con un color conocido como problemático. Resultó que el rojo me empezó a enriquecer muchísimo todo. Empecé a ver que tiene muchas tonalidades, muchas formas de trabajarlo.

“Los cuadros de esta exposición están en cuatro colores: rojo, amarillo, naranja y tierras. Reduje la paleta, pero los exploté en sentido de combinaciones. Quería ver qué pasaba con una paleta así.”

El color naranja da sensaciones hasta del óxido, apunta Sandoval en referencia al cuadro Nueva Orléans, que partió de una fotografía aérea tomada después del paso de huracán Katrina. Aplicar el color naranja era como “meter elementos brillantes en toda esta cosa lodosa del fondo”. Cabe mencionar que varios de los cuadros de la muestra tienen una base fotográfica, que se pierde con la pintura. El artista toma fotos cuando camina o recurre a imágenes impresas.

Mauricio Sandoval ya prepara las dos etapas restantes.

 
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