Usted está aquí: domingo 27 de julio de 2008 Cultura La literatura juvenil en México es un terreno en desarrollo, afirma Alfaguara

■ Para niños se escribe mucho más que para el segmento de 12 años o más: De la Ossa

La literatura juvenil en México es un terreno en desarrollo, afirma Alfaguara

■ Para este perfil se necesitan historias muy bien contadas, no sólo que transmitan valores, aclara

Ericka Montaño Garfias

Ampliar la imagen En México existen autores que su narrativa se ajusta al segmento de jóvenes adultos, pero que no está claramente orientada a los jóvenes, asegura Rodrigo de la Ossa, director de Alfaguara Infantil y Juvenil En México existen autores que su narrativa se ajusta al segmento de jóvenes adultos, pero que no está claramente orientada a los jóvenes, asegura Rodrigo de la Ossa, director de Alfaguara Infantil y Juvenil Foto: Marco Peláez

En países como Estados Unidos y Francia el perfil de la literatura para jóvenes está perfectamente definido, pero en México es un terreno que ofrece una oportunidad de desarrollo enorme para los escritores, señala el editor Rodrigo de la Ossa, director de Alfaguara Infantil y Juvenil, sello que cuenta con 300 títulos en su catálogo, de los cuales una tercera parte está destinado a los jóvenes lectores y el resto a los niños.

La literatura juvenil “es complicada, existen países donde está la categoría de literatura para jóvenes adultos. En México encuentras autores que escriben literatura y que tienen un tipo de narrativa que se ajusta a ese segmento, pero no está claramente orientada a los jóvenes”, señala el editor en entrevista.

Para niños se escribe mucho más que para el segmento de 12 años y más (que es al que se le llama “jóvenes lectores”), pero en ambos grupos se evita que se trate de una literatura didáctica o que diga qué esta bien y qué está mal.

“Cuando encargas a un autor un libro para transmitir un valor es un fracaso, porque acomodas los hechos, las circunstancias y los diálogos a decir algo. La perspectiva es muy distinta cuando dices ‘vamos a contar una historia’ y deduces por qué es importante la amistad, el amor o la lealtad. Es muy diferente ofrecer una muy buena película a ofrecer un documental que les dice qué es lo que tienen que hacer”, expresa quien ha estado al frente de la rama juvenil e infantil de Alfaguara desde 2002.

Añade: “En las escuelas o los padres de familia buscamos la literatura como una forma de decir ‘sí, le quiero dar un buen mensaje a mi hijo’, ‘no quiero que sea grosero con sus amigos’, ‘que salude a los grandes’; mientras que en la escuela se dice ‘nosotros queremos valores’.

“Eso está muy bien, nadie discute que eso sea importante, pero la literatura –en términos generales–, no es ni se escribe en su origen como un instrumento para transmitir valores. Los transmite, pero su objetivo principal no es ese sino poder transmitir una experiencia a nivel emocional a un lector acerca de cualquier situación, y en ese sentido lo que nosotros buscamos es que sean libros bien escritos, con una trama bien armada.”

El éxito de Crepúsculo

De ahí que libros como los de la saga de Crepúsculo, de la autora estadunidense Stephenie Meyer, se hayan convertido en un éxito de ventas tanto en Estados Unidos como en México. Alfaguara es la editorial que compró los derechos inclusive antes de que fuera publicada en inglés. Cumplía, a decir de De la Ossa, lo que busca la editorial para formar su catálogo: “muy buenas historias, muy buena literatura, muy buenos personajes, y que esté muy bien contada”.

Así, Alfaguara ha impreso hasta el momento más de 300 mil ejemplares de los tres títulos que se han publicado hasta el momento de la saga: Crepúsculo, Luna nueva y Eclipse, el más reciente. Continuarán con Amanecer, que tiene unas 800 páginas, y otro libro, que no estaba programado en un principio, en el que la autora contará Crepúsculo narrado por Edward, el vampiro adolescente.

Pero no sólo Stephenie Meyer es éxito de ventas en México, también los autores nacionales se defienden en el mercado local: Aline Pettersson, Francisco Hinojosa, Mónica Brozon, Flor Aguilera, Norma Muñoz Ledo y Ricardo Chávez Castañeda, que forman parte de una lista de autores clásicos de este sello en la que también se encuentran Michael Ende, Ronald Dall, Erich Kästner o Christine Nöstlinger.

Y, en efecto, se buscan libros que puedan convertirse en best-sellers. “El hecho de que sea un libro que venda mucho no quiere decir que sea malo. Sí estamos buscando libros que tengan interés para muchos, que tengan potencial comercial, no en el sentido de que estás engañando al lector, porque en realidad el éxito de un libro se lo dan los lectores”.

 
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