Usted está aquí: sábado 26 de julio de 2008 Espectáculos Heavy metal en Bagdad registra el áspero viaje de una banda de rock

■ El documental destacó entre los filmes presentados ayer en el festival Expresión en Corto

Heavy metal en Bagdad registra el áspero viaje de una banda de rock

■ Los jóvenes no se interesan en lo que dice el mainstream; con este proyecto es más fácil involucrarse, consideró Spike Jonze, productor

■ Acrassicauda surgió en medio de la guerra, entre bombardeos

■ Ahora, los integrantes están exiliados, pero abrirán un concierto para Metallica

Juan José Olivares (Enviado)

Guanajuato, 25 de julio. Ataques de soldados estadunidenses, del ejército y policía iraquíes o de los rebeldes. Carencia de alimentos, vejaciones de la población, toques de queda, un “infierno en la Tierra”, como en ocasiones han titulado algunos medios a lo que se vive todos los días en Bagdad, Irak. Pero nada de esto pudo detener a unos jóvenes en esa ciudad para formar la única banda de heavy metal que existe en ese país musulmán: Acrassicauda (escorpión negro, en latín), que fue motivo para realizar un documental que cuenta, mediante la música, otra historia sobre esta “guerra absurda”, como dijo ayer el productor ejecutivo del filme, Spike Jonze (Quieres ser John Malcovich).

En un maremagno de cortometrajes destacó ayer en el festival Expresión en Corto, que se efectúa en Guanajuato, la presentación de Heavy metal en Bagdad (exhibido en las pasadas ediciones de los festivales de Berlín y Toronto), el cual sigue los pasos de esta agrupación, que a la fecha, entre bombardeos, prohibiciones y el exilio (antes en Siria y ahora en Turquía), sólo ha tenido 12 conciertos desde su formación, en 2003, luego de la caída de Saddam Hussein.

Después de las exhibiciones y de la promoción que han hecho los productores (la revista Vice y el sitio de Internet vbs.tv, enfocado a promover en el mundo cortometrajes documentales), el mundo del heavy metal se enteró y ahora es posible que, aunque exiliados, los miembros de Acrassicauda abra un concierto de Metallica, en Dallas, como comentaron los productores de la película.

El origen de la historia fue un artículo que llegó a la citada revista virtual, por lo que los realizadores viajaron a Bagdad con una handycam, sin visa ni permiso de ninguna embajada, y con protección de civiles que se dedican a protegerlos por mil dólares al día. Así, en el periplo entre amenazas, los productores buscaron en una convulsionada Bagdad a los integrantes del grupo.

“Desde que tuvimos una primera grabación de 50 minutos nos dijimos que era la forma perfecta de contar una historia sobre esta guerra, que se inició de una manera tan ignorante. Se trataba de estos jóvenes que sólo quieren hacer algo en su vida porque saben que pueden morir en cualquier momento; es gente como todos nosotros. Muchos estadunidenses no nos sentimos responsables de esta guerra, pero sí encabronados, en especial cuando comenzó, porque con cualquier cosa que dijeras te calificaban de que estabas en contra del país, y eso es lo más cercano a lo que ha llegado Estados Unidos, a la era de macarthismo. La gente ahora ya no esta de acuerdo con la invasión”, comentó Spike Jonze, productor ejecutivo del filme junto con Shane Smith.

“Su vida está jodida y así es como termina en la cinta”

Siempre ha sido difícil ser artista en un país musulmán, sobre todo para unos roqueros que no pueden usar cabello largo, aretes ni tatuajes (“son cosas del diablo”, les decían). En el filme se observa a la banda en una de sus pocas presentaciones, casi clandestinas, en un hotel sitiado por fuerzas de Estados Unidos. También cómo en un ataque es destruido su cuarto de ensayos. Además de su exilio en Siria, donde apenas tienen para comer, pero donde consiguen grabar tres rolas.

“No nos toca crear un final feliz de Hollywood porque no lo hay. La vida de estos músicos está jodida y así es como termina en el documental. Si la era en el periodismo objetivo ha acabado, nosotros vamos a documentar. No somos expertos en la guerra en Irak, pero lo único que podemos hacer es ver qué encontramos, experimentar y reportarlo. La gente joven no está interesada por lo que puedan proyectar medios del mainstream, como CBS o CNN, porque los sienten alejados de ellos, pero cuando ven proyectos como éste, hechos por gente que se ve como ellos, es más fácil involucrarse”, dijo Shane Smith.

Por su lado, Spike Jonze, quien ha realizado videos musicales de artistas como REM, U2, Chemical Brothers, Sonic Youth y Björk, entre otros, aseguró que “hay ideas que se pueden sustentar en un video clip de cinco minutos y otras que tienen que ser largometrajes. La distribución mediante Internet es algo más democrático. Ahora haces un video y lo puedes subir a la red, antes sólo en MTV; era el dios de los videos, que decidía qué video transmitía y cual no. Ahora con la red se democratizan porque puedes subir opiniones. El periodismo hecho por ciudadanos está regresando la democracia a los medios”.

Jonze, Smith y los directores del proyecto, Hedi Moretti y Suroosh Alvi, se enteraron de que existía esta banda luego de publicar un artículo en la revista Vice, en enero de 2005, al mismo tiempo supieron que Irán es el primer país en el mundo con más operaciones estéticas de reconstrucción del himen, y “nos decidimos por rodar el de Bagdad”.

En su blog, la banda (integrada por Firas, Tony, Marwan, Faisal y Waleed) explica que siguen tratando de arreglar su exilio en Turquía, y que insisten en que “la música los puede ayudar a encarar la duro de su vida diaria, su situación de refugiados. Tenemos tres nuevos demos, además de los grabados en Siria. Seguiremos con nuestros instrumentos externando nuestra pasión y coraje. Creemos en el poder de la gente”.

La selección y reconocimientos

Han llamado la atención algunos cortometrajes que, por su hechura, pueden alcanzar el éxito en esta edición 11 del encuentro. Uno es el de animación, Jacinta, de la mexicana Karla Castañeda. Cuando no quedan más que remembranzas, “en un asilo de ancianos rodeado de soledad, una viejita decide seguir tejiendo sus recuerdos”. Hoy no estoy, de ocho minutos, es un trabajo sobre un hombre que “quiere desaparecer, no ser visto por nadie”. Es del argentino Gustavo Taretto, el mismo que ganó este festival hace tres años con Medianeras.

El cine se ve por todos lados en esta ciudad (inclusive en los baños del Auditorio del Estado hay instalaciones de cine). Las ya tradicionales exhibiciones en los túneles continúan con cortes experimentales y eróticos. En cuanto a reconocimientos, se rindió un homenaje en el contexto de la asociación Mujeres en el Cine y la Televisión a la directora Marcela Fernández Violante, combativa realizadora de la primera generación de egresados del Centro Universitario de Estudios Cinematográficos, así como a la actriz Adriana Barraza, con 35 años de carrera, y quien fue nominada al Óscar y al Globo de Oro por su participación en la cinta Babel, de Alejandro González Iñárritu.

 
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