Usted está aquí: lunes 21 de julio de 2008 Capital Restauranteros temen afectaciones por posible aumento del gas natural

■ Deberán sacrificar ganancias para continuar, señalan

Restauranteros temen afectaciones por posible aumento del gas natural

Rocío González Alvarado

El incremento al gas natural, que se prevé se aplicará la semana próxima, representará un nuevo golpe para la industria restaurantera en la ciudad de México que podría llevar, en algunos casos, al cierre de establecimientos, sobre todo los pequeños; en otros, a aumentar los precios, y en unos más, a absorber el alza para no perder la clientela.

En un sondeo, propietarios y administradores de restaurantes pequeños, medianos y grandes señalaron que en lo que va del año ya han visto disminuidas sus ganancias por la escalada de precios en los insumos, la que han tenido que sortear con diferentes estrategias de mercado.

“Nos hemos visto obligados a mantener los precios de los alimentos, porque no hay ventas, y sustituir algunos platillos de la carta que ya no podemos costear. Con el incremento del gas, definitivamente nos va afectar tremendamente”, señaló el señor Francisco Álvarez, propietario de la fonda Tacoyoacán, en Coyoacán.

El empresario detalló que prácticamente toda la industria usa gas natural, que representa entre 10 y 20 por ciento del gasto mensual, e indicó que si bien en los insumos se puede optar por utilizar un producto en lugar de otro, en este caso no hay manera.

“Por decirle un ejemplo, si ofreces un consomé con verduras, y el chayote, como sucedió, aumenta su precio 100 por ciento, ya no lo utilizas, y consumes otro producto, pero en el caso del gas no puedes dejar de usarlo.”

En otros sitios, como la Hostería de Santo Domingo, en el Centro Histórico, los responsables de la administración aseguraron que se verán obligados a sacrificar las ganancias. “El aumento del gas en definitiva es un gasto que tenemos que afrontar, porque no nos conviene aumentar los precios, mucho menos ahora que para nosotros viene la mejor temporada del año con los chiles en nogada”, expresaron.

Sin embargo, propietarios de establecimientos medianos y pequeños señalaron que ya no podrían soportar más pérdidas, e inclusive estarían en el dilema de cerrar sus negocios. “Cuando ya no te sale ni para la renta del local, ni para qué insistir. Luego dices ‘aunque sea que salga para comer’, pero al rato resulta que ya estás poniendo”, comentó uno de ellos.

Don Pablo Gutiérrez señaló que de manera generalizada en la zona oriente del Centro Histórico las ventas de las fondas han bajado. En algunos casos la comida corrida pasó de 25 a 32 pesos. “Y no aumentan los salarios, pagan el mínimo, pues la gente deja de consumir”, comentó.

 
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