Usted está aquí: sábado 19 de julio de 2008 Estados Exhuman cuerpo de indígena en Zongolica

■ Familiares insisten en que sufrió ataque sexual; fue muerte por causas naturales, dice la PGJE

Exhuman cuerpo de indígena en Zongolica

Andrés T. Morales (Corresponsal)

Zongolica, Ver., 18 de julio. Los restos de la indígena nahua Susana Xocua Tezoco fueron exhumados la mañana de hoy del cementerio de San José Independencia por personal de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), la cual solicitó los servicios de un perito forense del Distrito Federal para evitar las descalificaciones contra médicos veracruzanos, como sucedió en el caso de Ernestina Ascensión Rosario.

En la diligencia pericial también participaron dos peritos en criminalística forense, quienes fueron contratados por los familiares y su intervención fue permitida tras el amago de los lugareños de impedir, por segunda ocasión, la exhumación de los restos si no se permitía la observación de expertos independientes.

Los deudos, quienes persisten en señalar que se trató de muerte violenta con presunto abuso sexual de Xocua Tezoco, afirmaron que no cederán a las presiones ni a las dádivas de autoridades municipales y estatales para cerrar la investigación con la hipótesis de una “muerte natural”.

El domingo 25 de mayo, el cuerpo sin vida y semidesnudo de la mujer de 58 años de edad fue hallado en medio de un maizal con huellas de golpes en brazos y cara. Según testigos, tenía las piernas separadas, lo que les hace suponer un ataque sexual.

“Cuando nos entregaron el cadáver para sepultarlo, volvimos a revisarlo en presencia de las madrinas de la difunta y de la gente del pueblo, y todos vimos moretones en los brazos, rasguños en la cara y la barbilla y las venas inflamadas del cuello como si hubiese hecho esfuerzo para pelear o detener a alguien”, relata su nuera Felipa Panzo Temoxtle.

Tanto Felipa como Juan Temoxtle Acatencatl, esposo de la víctima, rechazan la versión original de la agencia del Ministerio Público de Zongolica sobre un deceso por “cistocele estrangulada” –vejiga caída que afecta la matriz–, un padecimiento canceroso y envenenamiento por el consumo de hierbas tóxicas para tratar ambos males.

El viudo, de 65 años, negó la versión. “Mienten. Mi esposa nunca estuvo enferma, nunca se quejó de un dolor, ni nada de lo que dicen”. También repudia los señalamientos sobre la asistencia de Xocua Tezoco a una fiesta en un pueblo cercano, donde pudo haber ingerido algo tóxico, como presumieron los agentes ministeriales. Susana fue al poblado de Cuetzapotitla, a 20 minutos de San José Independencia, para comprar granos de maíz que se sembrarían en el huerto familiar. En el trayecto, la mujer habría sido atacada.

Presente en la exhumación, el subprocurador de Asuntos Indígenas de la PGJE, Darío Mendiola Solano, insistió en la hipótesis de muerte por causas naturales y la “confusión de los familiares” sobre las condiciones en las que se encontró el cadáver.

Debido a los “usos y costumbres de los pueblos indígenas, afirmó, las mujeres no usan ropa interior; además, el sombrero de un hombre hallado a un lado del cuerpo sería por que: la señora lo pidió prestado para atajarse la lluvia o pertenecía a un espantapájaros” colocado entre la milpa.

Sin embargo, los lugareños lo desmintieron: “Eso es una tontería: la milpa apenas crecía, no tenía ningún espantapájaros”.

Por cuenta propia, vecinos y familiares indagaron sobre la propiedad del sombrero hallado junto al cadáver y dijeron que Enrique Panzo Espinosa o Isidro Telquihuatli Colot, de la comunidad Emiliano Zapata, lo portaban en una cantina donde ingerían alcohol ese mismo día. Cualquiera de los dos sería el dueño del sombrero, pero ninguno ha sido detenido, dijeron los deudos.

En la exhumación del cadáver por lo menos un centenar de lugareños rodeó el pequeño cementerio donde amagaron con impedir el peritaje si no se permitía la participación de los médicos Julieta Gutiérrez López y Julio Sánchez Tenorio, contratados por la comunidad.

Luego que los médicos revisaron el cuerpo y tomaron muestras en las cavidades craneal, toráxico y abdominal, y exudados anal, vaginal y oral, el subprocurador Mendiola Solano dijo que “la responsabilidad de las muestras y sus resultados son del gobierno del Distrito Federal que nos mandó a su perito forense (Sebastián Castillo Medina)”.

La PGJE dará a conocer los resultados de la necropsia y los peritos independientes presentarán su dictamen en 45 días.

 
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