■ Sin claudicar a la soberanía, Pekín financia planes petroleros con venta de acciones, dice
Calderón aprovecha apertura china para insistir en la entrada de IP a energéticos
■ Firma acuerdo de extradición con el país asiático para cerrar espacios al crimen organizado
Pekín, 11 de julio. Al finalizar su visita a China, el presidente Felipe Calderón puso de ejemplo el éxito que ha tenido el país asiático en el proceso de modernización y apertura de su sector energético, el cual se ha traducido en la participación de capital privado en exploración y refinación de petróleo.
En un balance anticipado de su gira por Japón y China, que termina mañana, el mandatario comentó que recibió una amplia explicación de cómo operan las empresas chinas dedicadas al petróleo y gas, de petroquímica y offshorte.
Consideró positivo el hecho de que cinco empresas distribuidoras en el sector eléctrico y dos controladoras de red, “sin claudicar a la propiedad pública y a la soberanía, pueden colocar acciones en los mercados internacionales para desarrollar proyectos específicos”, lo que ha permitido financiar de manera sustancial planes que ampliaron la capacidad exploratoria y de producción de energéticos.
China National Petroleum Corporation es una de las empresas petroleras más poderosas del mundo y permite la inversión privada en algunas áreas, como exploración y refinación.
Calderón habló del tema al ser interpelado por la agencia Reuters cuando el mandatario y los integrantes de su delegación se retiraban del salón donde había ofrecido un mensaje y respondido de última hora sólo tres preguntas.
La corresponsal Emma Harrison reprochó que incluso el gobierno chino, en las conferencias de prensa del primer ministro Wen Jibao, permite diez preguntas. Calderón se justificó diciendo que ya se habían formulado los cuestionamientos pactados, pero finalmente regresó para responder una interrogante más.
La reportera le preguntó si en sus encuentros bilaterales con el presidente de China, Ju Innato, habían hablado de posibles inversiones chinas en la industria petrolera en México, a lo que Calderón respondió tajante: “No, no hemos hablado de posibles inversiones chinas en México en el sector energético”, dijo y luego elogió el proceso de apertura de las empresas públicas en China.
Minutos antes, el presidente mexicano calificó esta gira de fructífera e intensa, porque le permitió avanzar en el fortalecimiento de una asociación estratégica con China, mediante la suscripción de una serie de acuerdos, uno de ellos, sobre extradición, para cerrar espacios a la acción de la delincuencia organizada.
Además, presentó como logro el acuerdo suscrito con México para que los chinos aprendan de la experiencia mexicana sobre los programas de combate a la pobreza, el Seguro Popular y Oportunidades, así como de la Reforma al Sistema de Pensiones.
En el comunicado de prensa conjunto, México concedió razón a China en su conflicto con el Tíbet, al señalar que esa región autónoma forma parte inalienable del territorio chino; lo mismo hizo en el asunto de la isla de Taiwán, al señalar que existe una “sola China”. Por esa razón, la administración china manifestó su aprecio por la posición mexicana.
Líder del medallero olímpico
Satisfecho porque fue recibido en visita de Estado cuando falta apenas un mes para la celebración de los Juegos Olímpicos, Calderón deseó que si “por alguna razón” México no se corona con el mayor número de medallas, entonces que sea el pueblo chino el que obtenga ese resultado.
Cauteloso durante la rueda de prensa, no quiso anticipar el número de medallas, con el argumento de que “en el corazón de cada uno de los atletas mexicanos hay una firme decisión de luchar por la victoria”.
El Presidente, quien confirmó que no asistirá a la inauguración de los Juegos Olímpicos, hizo referencia a Paola Espinosa en clavados, Everardo Cristóbal en canotaje y María del Rosario Espinoza, como cartas para medallas, pero insistió en que no quería aventurarse a dar cifras, porque hay otros jóvenes que sin tener la misma notoriedad se han preparado con el mismo o mayor ímpetu.
Visita a la Ciudad Prohibida
Tras su encuentro con Hu Jintao en el Gran Palacio del Pueblo, recorrió durante 50 minutos la Ciudad Prohibida, el complejo arquitectónico más majestuoso de China, desde el cual gobernaron 24 emperadores a lo largo de 500 años y que cuando llegan visitantes distinguidos se cierra al público.
Por lo breve de su visita no acudió a áreas que se abren sólo a los huéspedes especiales. Funcionarios de la embajada recordaron que ex presidentes como Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo, sí estuvieron en secciones, como el patio interior, que acoge un intrincado complejo de palacios y patios más pequeños, y el antiguo harén de las concubinas.
En la práctica, hizo casi el mismo recorrido que los turistas, protegido por un dispositivo de seguridad que mantuvo a los reporteros a unos 20 metros de distancia de él, su esposa Margarita Zavala, su hija María y de los integrantes de su comitiva.
Después de visitar el Patio Exterior, los Puentes de Mármol, la Puerta del Mediodía, la Puerta y el salón de la Suprema Armonía, dejó un mensaje escrito de “fraternidad y solidaridad” al pueblo chino y de admiración a tan singular cultura milenaria.
El presidente remató su estancia en Pekín este sábado. Muy temprano, depositó una ofrenda floral en el Monumento a los Héroes del Pueblo, una columna de granito que tiene inscritos los nombres de líderes comunistas como Mao Zedong, ubicada en la Plaza de Tiananmen.
Viajó luego por tierra hacia la Gran Muralla, el último punto de su visita antes de emprender el vuelo de regreso a México.