■ Lamenta Correa que Betancourt justifique incursión del ejército colombiano en Ecuador
Denuncia ex jefe paramilitar que Carlos Castaño ordenó el asesinato del humorista Jaime Garzón
■ La ex candidata presidencial “teje historias falsas” sobre su persona, dice la liberada Clara Rojas
Bogotá, 10 de julio. El asesinato en 1999 del popular y agudo humorista colombiano Jaime Garzón, que en aquella ocasión sacudió al país y provocó una multitudinaria protesta contra los grupos violentos, fue resultado de una orden dada por el entonces máximo líder ultraderechista Carlos Castaño, denunció el desmovilizado jefe paramilitar Ever Veloza.
Castaño, que estaba al frente de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), “en reiteradas ocasiones reconoció que había sido un error y que el crimen se llevó a cabo influenciado por un amigo militar, para ‘hacerle caso a unos amigos del ejército nacional’”, confesó Veloza ante la fiscalía para recibir los beneficios judiciales del proceso de paz con esos grupos ultraderechistas.
Garzón, que también era periodista en programas de televisión en los que hacía entrevistas, caracterizaba a un lustrabotas y solía trazar un cuestionador retrato de la violencia galopante en Colombia.
Fue asesinado a la edad de 38 años, el 13 de agosto de 1999, camino a una radiodifusora donde comentaba las noticias matinales.
El entonces máximo líder de las AUC fue asesinado en 2004 por orden de su hermano Vicente Castaño, en una disputa interna de la organización, que surgió con el apoyo de terratenientes y el narcotráfico, bajo el cobijo de fuerzas del ejército, para combatir a las guerrillas izquierdistas.
En Quito, el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, dijo lamentar que la ex rehén colombo-francesa Ingrid Betancourt haya justificado el bombardeo del ejército colombiano en la frontera de su país, el primero de marzo, contra un campamento clandestino de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), en que murió el líder rebelde Raúl Reyes.
Expresó que le dolían esas palabras de Betancourt y que entendía su sufrimiento de más de seis años de cautiverio, que le alegraba su liberación, pero que nadie puede justificar aquella agresión contraria a los principios del derecho internacional, en que también murieron una veintena de guerrilleros, cuatro estudiantes mexicanos y un ciudadano ecuatoriano.
De su lado, Clara Rojas, antigua compañera de la fórmula presidencial de Betancourt, acusó a ésta de “tejer historias falsas” en torno a su persona y su hijo Emmanuel, cuando estuvieron en cautiverio, y de ser poco solidaria con el resto de los rehenes de la guerrilla de las FARC.
También acusó al ex congresista Luis Eladio Pérez de sumarse a esas “historias” en su contra, quien ahora está en Miami y ha estado pidiendo a Betancourt buscar la presidencia en 2010.