Usted está aquí: viernes 11 de julio de 2008 Espectáculos Hollywood, influencia en el éxito de Obama rumbo a la presidencia de EU

■ Las actuaciones de Davis Jr. y Freeman, algunos ejemplos, según dicen los analistas

Hollywood, influencia en el éxito de Obama rumbo a la presidencia de EU

■ Mi papel abrió los ojos del público a que un mandatario afroestadunidense era viable, opina el protagonista de 24

■ Para los escépticos, sería tanto como desestimar el carisma del candidato

Afp

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Ampliar la imagen Morgan Freeman en Impacto profundo, y Sammy Davis Jr., quien protagonizó Rufus Jones para presidente Morgan Freeman en Impacto profundo, y Sammy Davis Jr., quien protagonizó Rufus Jones para presidente

Los Ángeles, 10 julio. Un puñado de presidentes afroestadunidenses retratados en películas y series de televisión han ayudado a los electores de Estados Unidos a acostumbrarse a la idea elegir al primer mandatario de origen africano del país, según señalaron analistas.

Fue con un Sammy Davis Jr. en la comedia de 1933 Rufus Jones para presidente, o Morgan Freeman en la cinta Impacto profundo, de 1998, cuando Hollywood eligió a personalidades afroestadunidenses para ocupar el salón oval de la Casa Blanca mucho antes de que Barack Obama llegara a ser candidato a ese cargo en la vida real.

Los académicos creen que la representación cada vez más frecuente de presidentes afroestadunidenses en películas de gran éxito o populares programas de televisión ha ayudado a que el electorado de ese país sea más receptivo hacia Obama, si se considera que se trata de una sociedad con heridas y divisiones profundas en el plano de la tolerancia racial.

John W. Matviko, autor de The American President in Popular Culture, cree que la inmensa popularidad de Obama entre los votantes más jóvenes se puede explicar parcialmente por la influencia de Hollywood.

“Una de las funciones de la cultura popular es introducir ideas que están en el límite de lo tradicionalmente aceptable, por lo cual después de cierto tiempo, se convierten en aceptables”, dijo.

“Es una forma muy sutil de persuasión”, agregó el profesor.

“Parte de la popularidad de Obama entre los jóvenes puede ser porque han visto representaciones muy positivas de presidentes afroestadunidenses. Por lo tanto, la idea se convierte en un lugar común, y deja de ser tema de discusión”, puntualizó Matviko.

Desde el estreno en 1972 de The Man, protagonizada por James Earl Jones y que se considera el primer filme de divulgación masiva que puso en la gran pantalla a un presidente afroestadunidense, sólo un puñado de películas y series han reservado papeles similares a los actores afroestadunidenses.

El actor Dennis Haysbert, quien encarnó a uno de los presidente estadunideses de más alto perfil durante dos temporadas de la exitosa serie de televisión 24 antes de que su personaje fuera asesinado, cree que han sido una influencia entre el electorado.

Cambio de actitudes del gran auditorio

En reciente entrevista con el diario Los Angeles Times, Haysbert dijo que no tenía ninguna duda de que su personaje ayudó a cambiar las actitudes entre el gran auditorio.

“Franca y honestamente, lo que mi papel hizo y la forma en que pude desempeñarlo y la manera en que los guionistas lo construyeron abrió los ojos del público a que un presidente afroestadunidense era viable y podría ocurrir”, opinó Haysbert.

En cambio, Todd Boyd, experto en cine y cultura afroestadunidense de la Escuela de Artes Cinematográficas de la Universidad del Sur de California, se mostró escéptico de que Hollywood haya influido en la carrera presidencial de 2008.

“Dudaría un poco en decir que porque James Earl Jones o Morgan Freeman o Dennis Haysbert interpretaron a presidentes en la televisión o el cine, Barack Obama puede ser mandatario”, dijo a la Radio Nacional Pública.

No obstante, Boyd fue condescendiente al afirmar que esas representaciones “podrían inconscientemente haber provocado en la sociedad para que tal posibilidad dejara de ser problemática”.

Robert Thompson, profesor de cultura popular en la Universidad de Syracuse, coincidió con Boyd, al sostener que la popularidad de Obama se debe nada más que a su carisma y está relacionada con el activismo negro de los años 1950 y 1960.

Sin desestimar el poder de influencia de Hollywood, Thompson apuntó que “atribuir a Morgan Freeman o Dennis Haysbert una porción del éxito de Barack Obama es subestimar el alcance del movimiento de defensa de los derechos civiles y el carisma del candidato demócrata”.

 
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