Usted está aquí: lunes 7 de julio de 2008 Política Denuncian investigadores laborales que en México la libertad sindical está secuestrada

■ Consideran que en la materia el país está en la prehistoria y viola convenios de la OIT

Denuncian investigadores laborales que en México la libertad sindical está secuestrada

Patricia Muñoz Ríos

En México la libertad sindical está limitada, secuestrada y amenazada, ya que no se cumplen los derechos que tienen los trabajadores de elegir sus dirigencias, se ataca a los sindicatos independientes y se alienta el crecimiento de los “contratos de protección”, señaló el Centro de Investigación Laboral y Asesoría Sindical (CILAS).

Expresó que este próximo miércoles se cumplen 60 años del Convenio 87 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), del cual México fue uno de los primeros países en suscribir, pero es uno de los últimos en cumplir.

La historia de lo que ha pasado en materia de libertad sindical en México es un cúmulo de violaciones que van desde el incumplimiento de los convenios internacionales en la materia, el crecimiento del sindicalismo de protección y la contratación de golpeadores para ganar elecciones o recuentos.

En entrevista, Héctor de la Cueva, director del CILAS, señaló lo anterior y expuso que el sindicalismo mexicano está cooptado por las organizaciones corporativas, que sólo han reciclado sus viejos esquemas de represión, castigo salarial y cero rendimiento de cuentas de los recursos y cuotas que recaudan.

A esta situación se añade el hecho de que sigue en expansión el sindicalismo de protección, que no es más que la simulación de que los trabajadores tienen sindicatos, pero éstos, en su mayoría, son “fantasmas”, y no representan a los trabajadores, sólo los mantienen callados a cambio del cobro de “cuotas” especiales a las empresas, dijo.

También sostuvo que la libertad sindical está secuestrada en todas sus formas; dos ejemplos son los condicionamientos que se establecen para entregar la “toma de nota” a las dirigencias de las organizaciones o bien los registros sindicales. Ambos se aplican de manera discrecional a sindicatos o “mafias” que se repliegan a los lineamientos gubernamentales y se los niegan a las organizaciones que están en conflicto con el sector oficial, como es el caso del sindicato minero y todas las que muestren cierta independencia, apuntó De la Cueva.

Habló también de que hay falta de transparencia y de acceso a la información sobre los registros sindicales; de que la autoridad avala recuentos amañados para favorecer empresas en las que los trabajadores se cambian a sindicatos que se hacen independientes, como el caso de la Vidriera del Potosí; no existe el voto secreto para elecciones en los sindicatos; y no es difícil que las organizaciones lleguen a los casos extremos de contratar bandas de golpeadores para evitar que sectores de obreros busquen la democracia, como en el gremio de Pemex.

Parecería una realidad de otros tiempos, pero no lo es, continúan las prácticas de contratación de golpeadores en el país y la gran paradoja es que irónicamente México es ahora miembro del Comité de Libertad Sindical de la OIT; cuando es un país donde menos se cumple con este precepto, remarcó De la Cueva.

 
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