Usted está aquí: viernes 4 de julio de 2008 Economía Economía Moral

Economía Moral

Julio Boltvinik
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■ “Buenas intenciones, malos resultados”

■ Libro de Santiago Levy culpa al Seguro Popular de la informalidad

Durante el gobierno de Fox, Santiago Levy (SL) fue director general del IMSS, al cual renunció en octubre de 2005 por causas no aclaradas. Levy pasó un par de años en el Wolfenshon Center de la Brookings Institution, institución de investigación (think tank) de Washington DC. Actualmente es vicepresidente del BID. En su paso por Brookings SL escribió y publicó dos libros. En el primero, del que se dispone de traducción al español que se puede bajar del portal electrónico de la institución: Pobreza y transición democrática en México. La continuidad del Progresa Oportunidades (P-O), el autor defiende a capa y espada este programa del que se concibe como arquitecto principal (p.171):

“Los programas que transfieren ingresos en efectivo [a los pobres extremos, habría que precisar] y que condicionan explícitamente el otorgamiento de beneficios a ciertas conductas que parece conveniente promover –conocidos como programas de transferencias condicionadas– pueden contribuir de manera importante a la lucha contra la pobreza … son más eficientes y eficaces que el conjunto heterogéneo y descoordinado de subsidios alimentarios, distribuciones de bienes en especie, controles de precios…”

En el nuevo libro, cuyo título encabeza esta entrega (sólo disponible en inglés), SL pasa de la auto-apología a la posible razón de su renuncia al IMSS. SL cita aprobatoriamente las optimistas cifras oficiales de reducción de la pobreza extrema en México, en un libro que anuncia malos resultados desde el título. Si el programa principal de lucha contra la pobreza, del que él es el “principal arquitecto” funciona tan bien y la pobreza ha estado bajando tan rápido después de la crisis del 94-96, ¿por qué hablará SL de malos resultados? Según la presentación del libro en el portal de Brookings, la respuesta es que:

A pesar de varios esfuerzos de reforma, México ha tenido estabilidad económica pero poco crecimiento. Hoy más de la mitad de todos los trabajadores mexicanos trabajan en la informalidad y uno de cada cuatro son pobres [sic].

SL no podría contestar la pregunta ¿para qué queremos crecimiento más alto si con bajo crecimiento se está reduciendo la pobreza rápidamente? A menos que crea que el crecimiento es un fin en sí mismo o que, sin decirlo, desconfíe de las cifras de pobreza extrema que cita. Aunque enumera una serie de razones que explican nuestro lento crecimiento y que considera válidas, señala que el objetivo del libro es argumentar que hay otra razón más que contribuye al lento crecimiento del PIB y del empleo formal en México: “una política social (de la que excluye “la educación, agua potable y otras políticas orientadas a mejorar el bienestar de los hogares”) incoherente que proporciona… a las empresas incentivos para invertir en proyectos privadamente rentables pero socialmente subóptimos” (p.2).

SL parece estar reaccionando, ante todo, a la puesta en marcha del llamado Seguro Popular de Salud (SP). En efecto, cuando era director general del IMSS hizo declaraciones sobre el efecto negativo en la seguridad social de la puesta en vigor del SP, ya que en su opinión impulsa la evasión de la ley del IMSS, al proporcionarle al empresario la vía más barata del SP para proteger a sus trabajadores. El libro en su conjunto parecería ser una continuación de sus declaraciones contra el SP. El SP, que en la Ley General de Salud se llama Protección Social en Salud, entró en vigor el primero de enero de 2004 y, en octubre del año siguiente Levy renunció al IMSS. En la introducción no usa nunca habla del SP, pero habla constantemente de la contradicción entre seguridad social y protección social, término que sólo se usa en México para el SP. Así dice:

“argumento que el diseño de la política social en México es fallido y que muchos de los programas introducidos en los últimos años han agravado el problema… las diferencias en la naturaleza de los beneficios y en el financiamiento de la seguridad social y la protección social, resultan en un impuesto al trabajo asalariado y un subsidio al trabajo no asalariado la fuerza de trabajo se segmenta en un sector formal, que tiene cobertura de la seguridad social, y un sector informal que tiene cobertura de la protección social

El asunto le debe parecer gravísimo: con el SP no sólo se habría boicoteado la incorporación al IMSS sino que se habría dañado la esencia misma de la criatura favorita de Levy: el P-O:

...los incentivos de los programas de protección social y de seguridad social en México son particularmente dañinos para los trabajadores pobres y pueden revertir los efectos positivos de un programa de transferencias directas como el P-O…los jóvenes pobres que entrarán a la fuerza de trabajo en los próximos años después de haberse beneficiado del P-O tienen muy pocas probabilidades de encontrar trabajo en el sector formal que ofrece cobertura de la seguridad social…bajo las condiciones actuales, el P-O no podrá romper la transmisión intergeneracional de la pobreza (que es su objetivo principal]… porque los incentivos para los trabajadores pobres y las empresas que los contratan, generados por la interacción entre los programas de seguridad social y de protección social no están alineados en la dirección de aumentar la productividad y los salarios reales. El capital humano de los trabajadores pobres puede ser aumentado por P-O, pero su productividad en el mercado de trabajo no aumentará (p.4).

En pocas palabras, el SP explicaría la creciente informalidad de la economía y el fracaso del P-O. Levy no se da cuenta de la contradicción entre lo que dice y su aceptación de las cifras optimistas oficiales de baja en la pobreza. Pero además lo que dice no coincide con la evolución de los asegurados permanentes en el IMSS que se estancaron a partir de 1992 y no de 2004, cuando entra en vigor el SP (véase gráfica).

Agradezco a Alejo Martínez Vendrell haberme alertado sobre la existencia del libro.

 
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