Usted está aquí: sábado 28 de junio de 2008 Sociedad y Justicia Moviliza SNTE a 1,800 activistas para “recuperar” la sección 9

■ Los elbistas se apoyan en autoridades de la SEP, en el Panal del DF y maestros del Edomex

Moviliza SNTE a 1,800 activistas para “recuperar” la sección 9

■ Denuncian profesores presiones para votar por los delegados que ordenen líderes del sindicato

■ Lunes y martes próximos se elige el nuevo comité seccional; se desconocen la hora y el lugar

Arturo Cano

Ampliar la imagen Maestros de la sección 9 del SNTE durante las movilizaciones en el Distrito Federal contra la ley del ISSSTE, en marzo del año pasado Maestros de la sección 9 del SNTE durante las movilizaciones en el Distrito Federal contra la ley del ISSSTE, en marzo del año pasado Foto: Luis Humberto González

La próxima semana, llueva o truene, Elba Esther Gordillo va a “recuperar” completamente la sección 9 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), que agrupa a los docentes de educación básica del Distrito Federal.

“La maestra lo ha decidido: si logramos la mayoría de los delegados se elegirá al nuevo comité seccional, y si no la logramos, también”, afirma un miembro del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del SNTE.

Para conseguir su objetivo, a la buena o a la mala, Gordillo ha volcado la estructura del SNTE en el Distrito Federal, además de contar con los buenos oficios de las autoridades educativas y la adicional ayuda de su partido.

Con un retraso de siete años, la dirección nacional del sindicato de maestros emitió recientemente la convocatoria para renovar el Comité Ejecutivo de la sección 9, cuya movilización en 1989 fue clave para la caída de Carlos Jonguitud y la llegada de la profesora chiapaneca.

Los elbistas han apretado el paso en las últimas semanas y están empleando todos sus recursos, que no son escasos: la colaboración de las autoridades educativas, la estructura del Partido Nueva Alianza en el DF, ofertas de créditos y viviendas, desayunos en hoteles, carteles de guerra sucia, manifiestos en la prensa, amenazas y…mucho misterio.

Porque, como es usual en el SNTE, del Congreso sólo se sabe la fecha –1º y 2 de julio-, pero se desconocen el lugar, el número de delegados y hasta la hora.

Los maestros de base sólo saben que este lunes 30 habrá asambleas para elegir delegados. En contrapartida, el CEN sabe todo: cuenta con un mapa detallado, escuela por escuela y zona por zona.

A una escuela de Iztapalapa, por ejemplo, llegó un enviado del CEN a “sugerir” que los docentes de ese centro laboral presentaran un candidato a delegado. “Nosotros vamos a votar por la maestra Nora”, indicaron.

El enviado les contestó muy ufano: “La maestra Nora Martha Contreras Callejas es de otra escuela, a ustedes les conviene tener uno propio”. Algunas de las maestras que oyeron ni siquiera sabían el segundo nombre de la maestra Nora.

Es un detalle que ilustra cómo toda la fuerza del SNTE está volcada a la sección 9.

El ejército del SNTE

Si se quita a los 30 integrantes del CEN que Gordillo envió como representantes a los estados, el resto del comité, 44 dirigentes, está dedicado de tiempo completo a la sección capitalina.

Cada miembro del CEN es apoyado, además, en la tarea por sus respectivos auxiliares (al menos cuatro por cabeza). El cuadro lo completan maestros de las secciones 36 y 17 (ambas del estado de México) y un número indeterminado de miembros de la sección capitalina comisionados por las autoridades que reciben órdenes de la Administración de Servicios Educativos del DF (ASEDF). Esa dependencia es una de las dos posiciones que Gordillo tiene, con rango de subsecretaría, en la Secretaría de Educación Pública, y su titular es Luis Ignacio Sánchez Gómez.

El comunicado número 433, dirigido a los supervisores generales de sector por la Dirección Regional de San Miguel Teotongo, ordena: “Remito a usted listado del personal que a partir del día 18 de junio participará en la selección de los comités delegacionales de la sección IX, lo anterior para su conocimiento y otorgar las facilidades pertinentes”.

El listado incluye los nombres y números telefónicos de celulares de 115 maestros y está dirigido a los jefes de los sectores IX, X y XI de prescolar, y X al XIII de primarias.

Si se da por buena la cifra de 600 delegaciones sindicales (porque nadie sabe bien a bien cuántas son), el SNTE tiene al menos mil 800 activistas en el terreno, pues testimonios de profesores señalan que hay tres comisionados por delegación.

El robusto ejército es coordinado por Bernardo Quezada, ex dirigente de la sección 11 y actualmente presidente del Panal en el DF.

El plan elbista prevé realizar el Congreso y sólo después, si hay presiones, ofrecer a la disidencia 50 por ciento de las carteras, aunque nunca la secretaría general.

Incluso, según fuentes del CEN, ya se tiene decidido que el secretario general será Alfonso Cepeda, ex líder de la sección 38 (Coahuila), quien lleva una década como miembro del CEN y en años recientes ha sido representante de la dirección nacional del sindicato en la capital del país.

“Ella queda, tú ves cómo”

En abril de 2007, directivas y asesoras técnico-pedagógicas de prescolar, fueron citadas a una reunión en Oaxtepec. Además de ser instruidas sobre el proyecto educativo, jefas de sector, supervisoras y directoras eran convocadas, por las noches, a reuniones político-sindicales. Meses más tarde, las más activas fueron nombradas en posiciones clave en la estructura educativa del DF.

La operación ha dado resultados. En el DF, muchas autoridades escolares están trabajando en favor de la corriente elbista.

Lo sucedido en el sector de prescolar Miguel Hidalgo 2, que se ubica en las inmediaciones de Los Pinos, es un ejemplo. Las supervisoras de zona y directoras fueron llamadas por la jefa de sector, Irma Flores Macías, quien les informó que “había que hacer todo lo posible” para que “salga como delegada” la profesora Margarita Breña Pujol, quien ni siquiera labora en la zona, pues hace tres años se fue comisionada al sindicato.

Algunas directivas, quienes prefieren omitir sus nombres, manifestaron dudas y las presiones subieron de tono: “Queremos que quede esta persona y nadie más, tú ves cómo”, les decía la jefa de sector.

La negativa significa desafiar la autoridad inmediata y quizá comenzar a sufrir algunas represalias administrativas.

Contra “los del morral”

En las últimas semanas, el CEN del SNTE ha realizado múltiples sesiones con maestros, a quienes convoca a desayunos en hoteles. Terminados los alimentos, los mentores pasan a un salón donde se placea Alfonso Cepeda y hablan varios dirigentes.

En las reuniones siempre hay un profesor de la sección 36 –de donde salió Gordillo- que presume las prestaciones y algunas prebendas laborales “que hemos logrado por nuestra unidad”.

Un maestro que asistió a la reunión del 14 de junio, en el Holiday Inn de Tlalpan, narra que la mayoría de los presentes eran supervisores y directores. Sumaban unos 250 y todos escucharon a Cepeda, a José Luis González y a Rubén López Dado, ex dirigente del magisterio nayarita.

López Dado insistió en que debían reportarles aquellas zonas escolares donde “no les dieran facilidades” para hacer proselitismo. Igualmente, ofreció que el comité que surja del Congreso será totalmente contrapuesto “a los del morral, peleoneros y conflictivos”.

Además de la oferta de un mejor futuro, hay dádivas inmediatas. Al final de las reuniones ofrecen a los maestros hojas verdes (préstamos a corto plazo) y hojas rojas (a largo plazo con tasa de Cetes), documentos del ISSSTE que son muy codiciados y que muchas veces los dirigentes del sindicato venden (una hoja roja equivale a un préstamo de diez meses el salario base, y líderes del SNTE suelen venderlas en 10 o 12 mil pesos). La última promesa fue que “posiblemente” habrá créditos de vivienda.

Tal es el rostro “moderno” del sindicalismo magisterial.

 
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