■ Durante tres semanas se presentaron en El Vicio 43 obras; la mayoría logró casa llena

Cierra hoy Festival Internacional de Cabaret con show de Regina Orozco

■ Desde narcos hasta emos, sin olvidar a la Iglesia católica y a los políticos de coyuntura, desfilaron por el escenario que acogió el encuentro organizado por Las Reinas Chulas

Tania Molina Ramírez

Hoy culmina el sexto Festival Internacional de Cabaret, único en su género en el mundo, con ¡Érase una vez… en Látex!, de Regina Orozco.

En el festival, que se llevó a cabo en el teatro bar El Vicio a lo largo de las recientes tres semanas, y que fue organizado por el cuarteto Las Reinas Chulas, ha tenido casa llena para buena parte de las 43 obras.

Para seguir la tradición del género, sobre el escenario han estado algunos de los personajes más calientes de la coyuntura política y social, desde los narcos hasta los emos, y se han tratado temas como la reforma petrolera y la crisis alimentaria, así como otros que, por decirlo de alguna manera, no pasan de moda, como la Iglesia católica, la sexualidad, los medios de comunicación y el consumismo.

La amena plática, los saludos de una mesa a otra, el bullicioso ambiente anterior a una función es interrumpido por una monja (Montserrat Marañón) que irrumpe en el escenario: corre y agita los brazos mientras grita “¡el mundo se va a acabar, hermanos!”. Por lo tanto invita “a coger y a mamar”, pero con condón. Coloca, con un rosario, un condón en un dildo.

Diario, antes de cada obra, un actor hace un sketch en el cual representa algún personaje que ofrece maneras de poner el condón masculino y femenino, muchas veces con la apenada participación de alguien del público.

La experiencia de las reinas

También, antes del espectáculo principal, se presenta una obra llamada Rapidín, propuesta de 20 minutos, la mayoría de las veces interpretada por cabareteros en formación, varios de ellos alumnos de los talleres de Las Reinas Chulas, apasionadas promotoras del género en distintos lugares de la República.

El resultado ha sido disparejo, algunas obras mejor logradas que otras. Hay a las que se les nota el daño que Televisa ha hecho al sentido del humor.

A su vez, cada una de Las Reinas Chulas, alumnas del reconocido cabaretero Tito Vasconcelos, jóvenes, pero ya con una buena experiencia escénica, han presentado su propio show.

Este lunes tocó el turno de Cecilia Sotres, con Fragmentos de un discurso chistoso. De fondo, una enorme tela blanca enmarcada con peluche rosa, como si se tratara de una pantalla de televisión. Se escucha, en vivo (saxofones y batería), la inconfundible tonada de la Pantera Rosa, por las escaleras aparece ella, harta de haber guardado silencio (como los mexicanos) durante tanto tiempo...

Por su parte, el día 19 se presentó la reina chula Marisol Gasé con Fernando Rivera Calderón (el dúo que ha adquirido cierta fama radiofónica) y el Sr. González, en Todos somos emos... ¿o semos lo que somos? Una punk grita de entre el público, lanza injurias contra los emos títeres, sentados sobre una barda en el escenario... Uno de ellos comenta que en un mundo tan “horrible”, “el que no está deprimido es que algo se está metiendo”, “yo no soy nadie para arreglar los problemas, ni siquiera puedo arreglar los míos”.

Este sábado hubo un espectáculo de entrada libre, en homenaje a las adelitas de la resistencia contra la privatización petrolera y con la participación de ellas mismas, junto con Adriana Jiménez y Ricardo Nicolayevsky(Cabaret Anónimo). Dos primas monárquicas se enfrentan con una veintena de “fanáticas de un mesías tropical”...

“Hay que traer la realidad a la ficción”, dijeron a La Jornada, los integrantes de Cabaret Anónimo. “Invitar la vida real al cabaret”, devolverle su carácter popular, que no sea elitista como lo es hoy (sobre todo por los precios).

Esa noche, el español Antonio Villalonga contó cuentos en verso y cantó piezas mientras tocaba el piano, la guitarra o el acordeón. Apenas llevaba un par de días en México y ya había absorbido la actualidad: en sus historias y canciones sobre política (“ya se cae la burocracia, ya se cae la falsa democracia”), sexualidad (“alguien tiene que quedarse en el armario, al menos para vigilarlo”) y otros menesteres, hasta había emos. Al final, todos cantaban con él.

El ropavejero de los Pinos

The Non Clavation Company presentó, el martes, CRIa CRIminales, show basado en canciones de Cri-Cri, acompañado de piano (Yurief Nieves). El reconocido actor Roberto Sosa (en el papel de grillo convertido en hombre) era el invitado especial. Pero decepcionó: leyó gran parte de sus parlamentos (aún así a veces se hacía bolas) y en cierta escena se le olvidó su momento para salir a escenario. Sin embargo, las dos actrices (Minerva Valenzuela y Angélica Rogel) hicieron un gran papel y sacaron adelante el show. “Petróleo barato, teléfonos viejos, compañías de luz y fuerza que no valen un centavo, cambio vendo y compro por igual”, cantó el ropavejero de los Pinos.

Esta semana estuvieron tres de los más reconocidos exponentes del género en el país: Tito Vasconcelos, Astrid Hadad y Regina Orozco.

El primero presentó Malena arma un tango. Vasconcelos interpreta a una actriz argentina que sale de María Magdalena. Malena cuenta su lado de la historia, habla sobre la visión misógina de la Iglesia católica y de cómo supuestamente las mujeres no tenían alma: “Algunas no la tienen, como Elba Esther”, aclara Malena, quien más adelante canta tangos.

Anoche, Astrid Hadad ofreció la obra Divinas viciosas.

Culmina el festival, cuya apuesta es por el humor, no como fuga de la realidad, sino como catársis colectiva, que a la vez desenmascara al poder y a uno mismo, hoy, a las 22 horas, con ¡Érase una vez… en Látex! (Regina Orozco, Roberto Cabral, Carlos Bieletto, y Baldomero Jiménez al piano).

El Vicio. Madrid 13. Coyoacán. 5659-1139. Entrada: $250.