Usted está aquí: miércoles 25 de junio de 2008 Cultura Editores y libreros siguen a la espera de que entre en vigor la ley del libro

■ Primero debe ser publicada para concretar medidas como la del precio único, dicen

Editores y libreros siguen a la espera de que entre en vigor la ley del libro

■ Tratamos de eliminar la política de descuentos al público, adelantó el titular de Educal

■ Sin el reglamento, no podemos hacer muchas cosas, expresa directivo de librerías Gandhi

Ericka Montaño Garfias

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Ampliar la imagen Lectores de todas las edades, ayer, durante la afluencia masiva en el Auditorio Nacional Lectores de todas las edades, ayer, durante la afluencia masiva en el Auditorio Nacional Foto: Yazmín Ortega Cortés

Casi dos meses después de su aprobación en las cámaras de Senadores y Diputados, la Ley de Fomento de la Lectura y el Libro todavía no entra en vigor.

Desde el pasado 30 de abril, editores y libreros esperan la publicación de esa ley en el Diario Oficial de la Federación para después contar con el reglamento, el cual determinará cómo se deben concretar aspectos como el del precio único y la conformación del Consejo Nacional de Fomento para el Libro y la Lectura, que a su vez será el encargado de elaborar el Programa de Fomento para el Libro y la Lectura.

El presidente de la Asociación de Libreros Mexicanos, Henoc de Santiago, dijo que “se entregó a la Secretaría de Educación Pública (SEP) una propuesta de reglamento elaborada por los actores de la industria editorial” el pasado 16 de junio; mientras los editores Diego Rabasa, de Sexto Piso; José María Espinasa, de Ediciones Sin Nombre, y Daniel Goldin, del recién estrenado sello Travesía, coincidieron en señalar que no se puede hacer nada en tanto se carezca de reglamento.

De acuerdo con Henoc de Santiago, en la propuesta que se entregó a la SEP se manejan los elementos del precio único, así como otros aspectos para la aplicación de la ley. “El reglamento está bastante avanzado. Creo que con base en éste la secretaría, que es la encargada de elaborarlo, hará modificaciones, adecuaciones, adiciones, etcétera. La SEP a lo mejor ha elaborado su propia propuesta de reglamento y no sé si abortará ese plan ahora que tiene la propuesta de la industria editorial.

“No es un reglamento que se haya encargado a un despacho, sino que emana del mismo grupo que propuso la ley. No es por nada, pero creo que es el bueno”, aunque reconoció que no tiene mayores detalles.

Falta afinar muchos aspectos

Por lo pronto se realizan diversas actividades para dar a conocer la legislación a quienes estén interesados. Además, se desarrolla una campaña para los libreros con el fin de establecer un puente de comunicación, pero “primero es la publicación de la ley”, añadió De Santiago, director general de las librerías Educal.

Respecto de estas librerías, señaló que con miras a la aplicación del precio fijo “estamos tratando de eliminar la política de descuentos al público. Educal no es un buen ejemplo, porque no tenemos descuentos de 10, 20 o 30 por ciento”.

Al respecto, Alberto Achar, gerente de mercadotecnia de las librerías Gandhi, señaló que cuando la ley comience a regir y el precio de los libros no sea una variable en la decisión de compra, “entrarán en competencia muchas cosas, como la experiencia de compra, cuántos servicios tienes en tienda, variedad de títulos. Eso es lo que considerará el comprador”.

Lo que permitirá la legislación es que muchas librerías sean negocios rentables, añadió, pero aún falta precisar muchos aspectos. “Hay cosas que no están muy aterrizadas sobre las reglas del juego, y eso se logrará con el reglamento. No se sabe, por ejemplo, quién va a revisar que realmente se cumpla o cómo se va a castigar. Tiene muchos temas que no se han tocado bien y por ello no se pueden hacer muchas cosas”.

Editoriales como Sexto Piso aplican una política de reducción de descuentos a las librerías en preparación de la entrada en vigor del precio único, dijo Diego Rabasa; mientras que Daniel Goldin señaló que existe un acuerdo de distintas editoriales para realizar esta reducción; así, en el momento que se publique la ley, “comenzar a aplicarla, que para eso hemos estado luchando”.

Ya en 2000 se aprobó una norma del libro que no se aplicó, por lo que en abril de 2005 se presentó en el Senado una iniciativa de ley de fomento para la lectura y el libro. Un año después fue aprobada por senadores y diputados; sin embargo, el primero de septiembre de 2006 fue devuelta a las cámaras con una serie de observaciones del Ejecutivo, en ese entonces el panista Vicente Fox.

Entonces se fortaleció la campaña de apoyo a la ley del libro y el precio único, se realizaron debates, reuniones con legisladores para explicar, de nuevo, la necesidad de un ordenamiento similar a los de países como Alemania, España y Francia.

 
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