Usted está aquí: lunes 16 de junio de 2008 Sociedad y Justicia Reprueba el cardenal Rivera a quienes ridiculizan a católicos

■ Lamenta que muchos vivan su fe con complejo de inferioridad

Reprueba el cardenal Rivera a quienes ridiculizan a católicos

■ Pide a papás defender derechos humanos y sagrados de las familias

José Antonio Román

Ampliar la imagen Al concluir la misa en la Catedral, el cardenal Norberto Rivera Carrera partió el pastel para festejar su cumpleaños Al concluir la misa en la Catedral, el cardenal Norberto Rivera Carrera partió el pastel para festejar su cumpleaños Foto: Cristina Rodríguez

En la celebración del Día del Padre, el cardenal Norberto Rivera Carrera llamó a los papás a defender los derechos de la familia contra toda violencia e influencia del exterior, presentes en una sociedad cada vez secularizada y alejada de Dios.

En la misa dominical en la Catedral metropolitana, luego de tres semanas de ausencia por su viaje a Roma, el prelado pidió por los gobernantes, para que entiendan que el verdadero valor de la familia radica en la unión entre padre, madre, hijos e hijas, y no se condiciona a intereses y criterios personales, grupales y políticos.

Lamentó que muchos cristianos terminen viviendo su fe con una especie de complejo de inferioridad, ridiculizados y hostigados por aquellos personajes que, paradójicamente, dicen proclamar las libertades como la de expresión y religiosa.

“Se sienten creyentes en lo más profundo de su corazón, pero no se atreven a confesarlo ante los demás ni en su propio ámbito profesional ni en los círculos sociales donde se mueven; sin embargo, en estos tiempos, en que tanto se habla de autenticidad, sería un contrasentido que los creyentes ocultáramos las convicciones que ponen luz y esperanza en nuestra vida”, dijo el prelado, acompañado por miembros del cabildo de la Catedral metropolitana.

Hoy, Día del Padre, agregó el cardenal, muchos de ustedes con su familia, sin duda se han puesto ante la presencia de Dios para que los ilumine, los fortalezca y los haga sentir la necesidad de conocer inteligente, social y cristianamente su oficio y la gran dignidad que han recibido, pero sobre todo habrán abierto su corazón ante el Padre para que derrame su amor en sus corazones y ustedes lo puedan transmitir en su familia y en su medio ambiente.

“Todos ustedes, queridos papás, su primera y principal misión, en el santuario del hogar que se les a confiado, es la de proveer para la conservación de la salud corporal, intelectual, moral y religiosa de la familia, pero esto no se puede hacer sin un verdadero corazón que esté lleno de amor, y este encargo que han recibido de Dios conlleva defender y proveer sus derechos sagrados, los derechos humanos de cada uno de los miembros de su familia, singularmente el derecho de cumplir sus obligaciones para con Dios y constituir con la toda la fuerza del término, una comunidad verdaderamente humana y cristiana.”

Mariachis y pastel

Al término de la misa, el cardenal Rivera festejó su cumpleaños 66 –cumplidos el pasado 6 de junio– con mariachis y un pastel que fue repartido en el atrio de la puerta poniente de la Catedral, celebración que duró menos de una hora.

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.