■ Están encadenados y les condicionan comida, acusan familiares; piden ayuda al Congreso
Denuncian torturas y golpizas a internos en el penal de Otumba
■ Les impiden dormir y les dan descargas eléctricas en los genitales, aseguran
■ Uno de los reos fue golpeado “salvajemente” por denunciar el maltrato ante la CEDH y el director del reclusorio
Ampliar la imagen
Una de las entradas al penal de Otumba, donde, según familiares de los internos, se cometen torturas y otros abusos
Foto: Daniel L. Gallegos
Otumba, Méx., 15 de junio. Parientes de 41 internos del penal de Tepachico, en el municipio de Otumba, denunciaron que los reos son víctimas de tortura por parte de los custodios, quienes desde febrero los mantienen encadenados, les dan descargas eléctricas en los genitales y les condicionan la comida.
En una carta dirigida al presidente de la Comisión de Procuración y Administración de Justicia del Congreso mexiquense, el panista Carlos Alberto Pérez, los familiares expusieron los maltratos que presuntamente se infligen a los convictos y exigieron que la Legislatura local intervenga para evitar la tortura.
La misiva de cuatro cuartillas, con fecha del 12 de junio, asegura que los presos son víctimas de “tratos inhumanos”: se les apliccan choques eléctricos en los genitales, durante la noche les proyectan una luz roja sobre el rostro para no dejarlos dormir, y son encapuchados para que no puedan identificar a los custodios mientras éstos les propinan golpes y puntapiés.
“Los celadores también se cubren el rostro con pasamontañas y portan uniformes grises sobre el negro, que es el oficial en los reclusorios del estado de México”, indicaron los redactores del escrito.
“Otra de las irregularidades consiste en que los celadores tiran la comida delante de los internos y no les dan alimentos en el día. Cuando les llevan la comida no les proporcionan cucharas, por lo que tienen que comer con las manos”, aseguraron.
Expusieron que en los días de visita se han dado cuenta de que llevan a los presos encadenados, mientras celadores encapuchados los van golpeando con toletes.
Esta situación, dijeron, ya fue denunciada ante la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México y ante el director del reclusorio, Severiano Santeliz Ramírez, pero resultó contraproducente recurrir a las instancias legales.
“Uno de los reclusos fue salvajemente golpeado, tanto que le abrieron sus genitales y tuvieron que hacerle una cirugía reconstructiva, sólo por denunciar la situación”, señalaron.
Los custodios, dijeron los familiares, incurrieron en esta última arbitrariedad para poner a su víctima como ejemplo frente a los demás internos, a quienes, según los denunciantes, les dijeron: “A ver si así les quedan ganas de ir de chivas (delatores)”.