Usted está aquí: lunes 16 de junio de 2008 Espectáculos Estrenan hoy la puesta en escena de Persona, de Ingmar Bergman

■ Dirigida por Daniel Giménez Cacho, inicia temporada en El Milagro

Estrenan hoy la puesta en escena de Persona, de Ingmar Bergman

Dpa

El actor Daniel Giménez Cacho dijo que a lo largo de toda su carrera ha buscado no ser fácilmente reconocido en ninguna película u obra de teatro.

“En mí hay un interés de ocultamiento, no quiero que se den cuenta que soy yo”, dijo el actor en entrevista exclusiva con esta agencia. Hoy lunes, estrenará en su propio teatro El Milagro, en el centro de la ciudad de México, la obra Persona, de Ingmar Bergman, que él dirige.

Desde que apareció en 1991 en Sólo con tu pareja, opera prima de Alfonso Cuarón (el afamado director de Y tu mamá también y de una entrega de Harry Potter), Daniel Giménez Cacho (nacido en Madrid el 15 de mayo de 1961) se ha metido de lleno en el corazón de los espectadores mexicanos.

Actor de un puñado de filmes que pasarán a la historia como los mejores de su época, entre ellos Profundo carmesí (Arturo Ripstein, 1989) o La mala educación (Pedro Almodóvar, 2005), enfrenta ahora las expectativas generadas en torno del estreno, el próximo septiembre, de Arráncame la vida.

Coprotagonizada por los jóvenes mexicanos Ana Claudia Talancón y José María de Tavira, la versión cinematográfica del libro de la escritora Ángeles Mastretta exigió a Giménez Cacho subir 10 kilogramos de peso para interpretar al general Andrés Ascensio, uno de los integrantes del triángulo amoroso sobre el que gira esta historia que vendió millones de ejemplares en el mundo.

“Me costó mucho engordar, porque soy delgado por naturaleza, pero ahora me espanta no poder bajar con facilidad esos 10 kilos que no quiero que se queden conmigo”, reveló Giménez Cacho.

De aspecto recio, con un rostro dúctil y expresivo, propios para la pantalla grande, Daniel luce todavía el espeso bigote de Ascensio, que lució para el filme dirigido por Robert Sneider y que fue rodado en su mayor parte en la ciudad de Puebla.

Tradición familiar

Miembro de una familia de actores trashumantes y republicanos, sobre todo de un tío que formó parte activa de la compañía de Federico García Lorca en tiempos prefranquistas, pocas cosas le molestan tanto como recordarle sus orígenes madrileños.

“Soy mexicano. Desde pequeño vivo en este país, mis hijos nacieron aquí; no tengo duda acerca de mi verdadera nacionalidad”, afirmó.

De todos los directores con los que ha trabajado, Giménez Cacho destaca a su compatriota Arturo Ripstein y al español Pedro Almódovar, como “los que más han sacado de mí”, y a la hora de juzgar su propio trabajo, considera que “si bien he ido mejorando, no me creo nada extraordinario”.

Querido y respetado por sus pares, entre ellos los famosos Diego Luna y Gael García Bernal quienes lo consideran su maestro, el actor cabalga entre el brillo de una estrella local, el prestigio ganado a fuerza de talento y la humildad de un hombre entregado con devoción a su oficio.

“Sí, sí, está bien ser Giménez Cacho –comentó con ironía–, lo que no es lindo es no poder pasar inadvertido.”

Persona, de Ingmar Berman, en el teatro El Milagro. Informes en el teléfono 5592-0338.

 
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