Usted está aquí: lunes 16 de junio de 2008 Deportes Épica remontada de Turquía; caía 2-0 y avanzó a cuartos de final

■ En el último cuarto de hora anotó los goles que sellaron el histórico triunfo

Épica remontada de Turquía; caía 2-0 y avanzó a cuartos de final

■ El resultado definió el primer partido de la siguiente instancia: croatas contra turcos

Agencias

Ampliar la imagen Secuencia en la que el turco Nihat Kahveci aprovecha el error del portero checo Petr Cech para anotar y marcar el gol que dio el empate momentáneo a su equipo. A la postre, el mismo jugador selló la victoria Secuencia en la que el turco Nihat Kahveci aprovecha el error del portero checo Petr Cech para anotar y marcar el gol que dio el empate momentáneo a su equipo. A la postre, el mismo jugador selló la victoria Foto: Ap

Ginebra, Suiza, 15 de junio. Fue una remontada épica. Turquía se metió a cuartos de final a puro corazón, con una ráfaga de tres goles en el último cuarto de hora, que dieron vuelta a la doble ventaja de República Checa para sellar con un 3-2 que quedará en la historia, y que tuvo al jugador del Villarreal, Nihat Kahveci, como gran protagonista.

Todo estaba en favor de los checos en Ginebra hasta el minuto 75, cuando descontó el joven Arda Turan, héroe de la agónica victoria sobre Suiza en el partido anterior.

Luego llegó un tremendo error del portero Petr Cech, hasta entonces figura del partido, para que Kahveci pusiera el 2-2 que emparejaba en todo a ambos equipos y obligaba a una inédita definición de penales en una fase de grupos.

Pero un minuto antes de que se cumpliera el tiempo reglamentario República Checa otra vez se descuidó y Kahveci sacó un remate impresionante desde fuera del área que cambió definitivamente la historia y puso el nombre de Turquía junto al de Croacia, en el primer enfrentamiento de cuartos de final en Austria-Suiza 2008.

La victoria dejó a los turcos en segundo lugar del grupo A, detrás de Portugal, que ya estaba clasificado y hoy cayó ante Suiza.

Los checos se pusieron en ventaja con tantos de Jan Koller y Jaroslav Plasil, pero demostraron una fragilidad anímica que se paga caro ante un equipo como Turquía, que impacta por la garra y la pasión que exhibe sobre el campo de juego, sobre todo ante circunstancias desfavorables.

El gigante Koller demostró hoy una vez más que los números –55 goles en 90 partidos internacionales– no mienten y que sabe cómo sacar provecho de sus 2.02 metros de estatura.

A los 34 minutos, Zdenek Grygera desbordó por derecha y metió el centro buscando la implacable cabeza del delantero del Nuremberg. El portero turco voló, pero sólo pudo acompañar con un manotazo la trayectoria del balón que dio en la parte inferior del travesaño y se metió.

Turquía siguió teniendo la posesión del balón en el tiempo que restó hasta el intervalo, pero sin lograr lastimar. Y tras la reanudación, Cech clausuró el arco en varias jugadas, sin permitir rebotes y descolgar cada centro bajo la lluvia que castigaba en Ginebra.

Y en la primera llegada de los checos en el complemento, Jaroslav Plasil, de aire y resbalando sobre el césped mojado, remató al gol un centro desde la derecha, esta vez realizado por Libor Sionko. Faltaba media hora y por un momento pareció historia liquidada.

Sin embargo, a los 75 minutos, el equipo de Fatih Terim resucitó de la mano de Turan, quien tras un centro atrás de Hamit Altintop le dio al balón de primera y de derecha para que se metiera junto al palo de un Cech, que a esa altura parecía invencible.

Los turcos, por todo

Entonces Turquía fue todo corazón y República Checa comenzaba a lamentar un par de oportunidades perdidas para marcar el 3-0, e inclusive un penal que el árbitro no le concedió.

A los 87, un centro más desde la derecha llegó sobre el área de Cech, que salió a descolgarlo, pero esta vez la pelota se le resbaló y de sus guantes salió despedida a los pies de Nihat, que estaba a su lado. Toque al arco vacío para el 2-2.

Se avizoraban los penales, pero Nihat tenía otros planes. Los defensores checos le dieron espacio y tiempo para que ajusticiara al arquero del Chelsea con un balazo que se metió en el ángulo. Locura absoluta en las gradas y en el campo de juego, Turquía no podía creer lo que había hecho.

Por si faltaba algo, todavía hubo más drama: el portero Volkan Demirel vio la tarjeta roja y su lugar en el arco debió ser ocupado durante el tiempo de descuento por un jugador de campo, Tuncay Sanli, quien se puso el suéter de arquero.

Pero los checos estaban demasiado golpeados y no atinaron demasiado, mientras los croatas, por televisión, comprobaban que su próximo rival es puro corazón.

Los turcos se animan a soñar en grande otra vez, como en 2002, cuando alcanzaron las semifinales del Mundial asiático.

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.