Usted está aquí: lunes 9 de junio de 2008 Opinión Balance de la Jornada

Balance de la Jornada

Marlene Santos Alejo
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■ El futbol del Tri, atorado en la medianía

Ampliar la imagen El técnico nacional Sven-Goran Eriksson ya volteó a mirar a Cuauhtémoc El técnico nacional Sven-Goran Eriksson ya volteó a mirar a Cuauhtémoc Foto: Ap

Sven Goran Eriksson empezó a manejar sus cartas con inteligencia. Ante la animadversión que percibe de parte de un jugador con ascendiente de grupo, como Jared Borgetti –quien no llegaría al Mundial de Sudáfrica por su edad y secuelas de lesiones–, el técnico sueco volteó la mirada al Chicago Fire.

El también veterano Cuauhtémoc Blanco, desdeñado por Ricardo La Volpe y Jesús Ramírez, todavía no tiene sustituto en el panorama del futbol mexicano. Ni siquiera entre los llamados europeos hay alguno que tenga su calidad, la cual inclusive ha opacado en la MLS al inglés David Beckham.

Los casos de Guillermo Franco y la promesa Giovani dos Santos lucen interesantes para conformar una sólida delantera. Sin embargo, tras la exhibida que Argentina le puso a México sólo hay una conclusión: Eriksson tiene enfrente un largo y sinuoso camino. El liderazgo del Cuau puede ser un buen punto de partida.

Chucho Ramírez, el único técnico nacional que ha ganado algo importante, está dolido porque los federativos no respetaron su interinato e incumplieron la promesa de dar a conocer al nuevo timonel tras los juegos contra Belice. Pero se equivocó, y en aras de mostrar su valía alistó el juego ante la albiceleste con un esquema suicida.

El Tri puede dar batalla a las potencias con una buena preparación, pero enfrentar a los craks Sergio Agüero y Lionel Messi con un grupo tan heterogéneo en cuanto a condición física y ritmo de juego, sólo podía concluir en el desastre que fue. Unos venían de vacaciones, como Carlos Salcido, otros de alzar el cetro, como Oswaldo Sánchez.

Contra Perú fue otra historia. El sinodal, que se alista para el partido de eliminatoria mundialista contra Colombia, no asiste a una Copa del Mundo desde hace 26 años (España 1982), pero acá queda la impresión eterna de ambigüedad, el Tri no encaja entre los chicos, pero tampoco logra dar el estirón para tutearse con los grandes.

El paso de técnicos foráneos ha dado un saldo positivo. Menotti revolucionó el modus operandi y hasta la mentalidad en la selección, mientras La Volpe, pese a su pleito eterno con la prensa, colaboró para el éxodo actual. Lo mismo ocurrió con Leo Beenhakker y Hans Westerhof.

El estratega Sergio Markarián se marchó y dejó envuelta a la directiva del Cruz Azul en una insana bruma de sospechas. El uruguayo, quien en su discurso fue consistentemente confuso, depresivo y pesimista, llegó al cuadro cementero justamente de la mano del promotor Carlos Hurtado.

Su herencia es buena, pese a todo. Markarián abrió la cantera para demostrar que hay un trabajo importante en fuerzas básicas y que la combinación de experiencia y juventud fue esencial para el subcampeonato. Todo apunta a que llegó la hora en el timón para el zacatecano Benjamín Galindo.

Lo que sí deja mal parada a la dirigencia cementera es su falta de diplomacia. Ha quedado en malos términos con sus figuras, así ocurrió primero con Carlos Hermosillo y luego con Francisco Palencia. Ahora Óscar Pérez salió suplicando que no obstruyan su camino vía el pacto de caballeros entre directivos. Algo sabrá el popular Conejo.

 
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