Usted está aquí: lunes 9 de junio de 2008 Cultura Steve Loza propone una lectura sonora de un mural “insolente” de Siqueiros

■ Primer estreno mundial de una obra del autor estadunidense con una orquesta mexicana

Steve Loza propone una lectura sonora de un mural “insolente” de Siqueiros

■ La Filarmónica de la Ciudad de México interpretó el viernes pasado, en Los Ángeles, América tropical

■ El compositor busca acercar al público de EU a la vida y la obra del notable muralista

Ángel Vargas

Ampliar la imagen El compositor estadunidense Steve Loza flanqueado por Enrique Arturo Diemecke, director de la Filarmónica de la Ciudad de México, y la mezzosoprano Susana Guzmán, la semana pasada durante un ensayo de la orquesta en su sede del Centro Cultural Ollin Yoliztli, previo a su presentación del viernes en el Walt Disney Concert Hall, en Los Ángeles, California El compositor estadunidense Steve Loza flanqueado por Enrique Arturo Diemecke, director de la Filarmónica de la Ciudad de México, y la mezzosoprano Susana Guzmán, la semana pasada durante un ensayo de la orquesta en su sede del Centro Cultural Ollin Yoliztli, previo a su presentación del viernes en el Walt Disney Concert Hall, en Los Ángeles, California Foto: Cristina Rodríguez

El compositor estadunidense Steve Loza no cree en la música sin un sentido social. Testimonio de ello es su obra más reciente, América tropical, la cual, al margen de lo artístico, fue concebida con una misión educativa y al mismo tiempo política.

Educativa, porque busca acercar al público de su país a la vida y la obra del pintor mexicano David Alfaro Siqueiros; y política, porque también es su interés dar cuenta del pensamiento y el ideario de este artista, explica el autor en entrevista.

Integrada por un movimiento y con una duración aproximada de 10 minutos, el estreno mundial de esta pieza se efectuó el viernes y estuvo a cargo de la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México, en lo que fue su debut en el Walt Disney Concert Hall, en Los Ángeles, California.

Efectos del imperialismo

Encabezada por el director Enrique Arturo Diemecke, quien actúa como batuta huésped, la agrupación capitalina viajó hacia dicha ciudad estadunidense para ofrecer esa única presentación, invitada por el Museo Latino.

Un sabor muy mexicano prevaleció en el programa. Además del estreno de la partitura de Loza, se interpretó el Danzón número 2, de Arturo Márquez, y La noche de los mayas, de Silvestre Revueltas, así como un par de popurríes de músicas populares mexicana y española, en los que la orquesta contó con el acompañamiento del Mariachi Los Campero, originario de esa urbe angelina.

La filarmónica reanudará sus actividades en México el fin de semana próximo, cuando ofrezca el penúltimo concierto de su segmento de Primavera, con obras de Chaikovsky y Rossini.

América tropical es la primera obra que Steve Loza estrena a escala mundial con una orquesta mexicana. Está inspirada en un mural de título homónimo que Siqueiros realizó durante su estancia de nueve meses en Los Ángeles, a principios de los años 30 del siglo pasado.

Este mural, uno de los tres que realizó el artista durante esa estancia, permaneció largo tiempo detrás de una capa de pintura blanca con la que un grupo de “retrógradas” trató de ocultarlo poco después de haber sido terminado.

En él se muestra a un peón indígena crucificado y encima de él un águila estadunidense, que fue lo que quizá ofendió a algunos en aquel tiempo, por lo que realizaron protestas para que desapareciera, “por insolente”.

En el segundo semestre de 2006 comenzó su proceso de restauración, trabajo que se calcula superará los 7 millones de dólares y es auspiciado por la Fundación Getty y el gobierno de la ciudad de Los Ángeles.

El contacto que Steve Loza tuvo con esa imagen de Siqueiros se dio mediante una fotografía, y fue tal el impacto en el compositor y docente, que éste decidió llevar su impresión al terreno sonoro.

Con esta partitura, explicó el músico, “busco decirle a la gente de Los Ángeles, de Estados Unidos, quién fue Siqueiros y qué dijo con ese mural, en el cual el personaje crucificado representa los efectos del imperalismo, en este caso en contra de un migrante”.

Sincretismo cultural

Nieto de mexicanos por ambas líneas, Loza señala que en su pieza puede advertirse toda la crudeza y la agresividad que Siqueiros plasmó en dicho mural. “Pero también se encuentra esa esperanza de la que habla el pintor, esa alegría de tener esperanza. Es entonces un equilibrio entre la violencia y la esperanza”.

En términos sonoros, describe que se trata de una partitura cuyo espíritu es netamente mexicano, si bien en ella puede advertirse ese factor moderno de ser el resultado de un sincretismo cultural.

“Es una obra que habla de lo que soy: una mezcla de muchas cosas, por ser mexicano y chicano, alguien que se crió y creció con la música mexicana, pero también con el jazz, la música estadunidense, la clásica, desde Beethoven hasta Silvestre Revueltas y Julián Carrillo”, sostiene.

“Soy como el futuro, como dijo José Vasconcelos, un ser de la raza cósmica, porque el futuro del mundo es la mezcla de todos.”

 
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