■ Venturosa velada para la cultura mexicana ante “una colectividad ilustre”

Confieren a Juan Arturo Brennan la Orden del León de la República de Finlandia

■ Reconocen al crítico de música de La Jornada por sus múltiples méritos

■ Él ha sido “un gran embajador” de la música finlandesa, expresó la diplomática Ulla Väistö

Pablo Espinosa

Por sus méritos múltiples, su relación profunda cultivada con pasión, talento, entrega y profesionalismo docto y generoso por más de tres décadas con la cultura y la sociedad de aquel país, la presidenta de la República de Finlandia, por conducto de la embajadora Ulla Väistö, confirió anoche la condecoración de la Orden del León de ese país nórdico en grado de Caballero de Primera Clase a Juan Arturo Brennan, crítico de música de La Jornada y persona esencial en la cultura contemporánea mexicana e internacional.

Ante una notable concurrencia que el condecorado definió como “una colectividad ilustre”, conformada por compositores (Ana Lara, Mario Lavista y Joaquín Gutiérrez Heras, entre ellos), pianistas (Alberto Cruz Prieto, entre los presentes), violinistas (Arón Bitrán, entre los invitados), directores de orquesta (Juan Carlos Lomónaco), promotores culturales (Leonardo García Tsao, director de la Cineteca Nacional y crítico de cine de La Jornada, entre otros comensales) y diplomáticos, Juan Arturo Brennan aceptó la distinción como “un gran honor, un orgullo, un privilegio y no me pongo a dar brincos porque es una embajada”.

Fue una velada trascendental donde se destacó la valía como persona y como profesional de este personaje, quien como respuesta ofreció una disertación gentil, hiperilustrada, llena de rigor y al mismo tiempo con guiños del humor inteligente que lo caracteriza.

Para empezar, como un primer guiño de agradecimiento, correspondencia y fino humor, Juan Arturo pidió una traductora al español, pues pronunció las primeras palabras de su extenso discurso en perfecto idioma finlandés. Enseguida, realizó un trazo muralístico de la gran cultura finlandesa, de su admirable estructura política y social, y coronó con nuevas pinceladas de sonrisas: “Finlandia es un paraíso, pero nunca ha sido y parece que no será una potencia futbolística, aunque además de exportar extraordinarios trompetistas (una de las pasiones instrumentales de Brennan), también ha exportado una generación interesante de futbolistas que juegan en las mejores ligas europeas”.

Fascinación desde la otredad

La embajadora de Finlandia, Ulla Väistö, expresó en el discurso inicial: “La relación de Juan Arturo y Finlandia tiene una historia muy larga de más de tres décadas y en el tema de la música estoy segura que en México no hay otra persona que conozca la música finlandesa mejor que él y que más haya difundido su conocimiento en este país. Yo soy embajadora pero Juan Arturo ha sido un gran embajador de la música finlandesa en múltiples foros mexicanos. Ese trabajo dedicado merece este gran reconocimiento y justamente por estos méritos la presidenta de nuestro país, la República de Finlandia, señora Tarja Halonen, ha decidido otorgar una alta condecoración finlandesa a Juan Arturo Brennan Hanson. Señoras y señores, yo tengo el gran honor de imponer la Condecoración de la Orden del León de Finlandia en grado de Caballero de Primera Clase a Juan Arturo Brennan”.

Fue entonces cuando pidió una traductora el homenajeado y empezó por explicar la génesis de su luenga relación con Finlandia: en un ciclo en la Cineteca Nacional donde un funcionario equis ofreció un discurso plagado de lugares comunes y todo lo que no es Finlandia.

“La razón fundamental por la que he estado fascinado durante tanto tiempo por su cultura y por su gente y por el país es precisamente lo opuesto, lo que en los medios del análisis político filosófico suelen llamar con el bello adjetivo de la otredad.”

Inició con una cátedra magistral de música finlandesa, desde la puerta de entrada para todos, Sibelius, hasta Esa-Perkka Salonen, pasando por la más notable de muchos compositores universales, la maestra Kaija Saariaho y por el antecesor de la modernidad musical finlandesa, Einojuhani Rautavaara.

Pero no se limitó a la música, también hizo un repaso impresionante de la literatura, la pintura, la arquitectura, el diseño, el cine y la estructura social, política y la estructura entera de ese gran país, ejemplo para la humanidad.

La de la noche del miércoles 4 de junio de 2008 fue, en resumen, una velada venturosa para la cultura mexicana. Albricias.