Usted está aquí: martes 3 de junio de 2008 Capital Convertido en muladar, el sistema de presas ubicadas en Álvaro Obregón

■ Pasó a segundo término su función principal de regular el agua de lluvia

Convertido en muladar, el sistema de presas ubicadas en Álvaro Obregón

■ Su alto grado de contaminación significa un peligro para habitantes de los alrededores

Raúl Llanos Samaniego

Ampliar la imagen La presa Becerra A, en la delegación Álvaro Obregón, es considerada uno de los puntos más conflictivos durante la temporada de lluvia La presa Becerra A, en la delegación Álvaro Obregón, es considerada uno de los puntos más conflictivos durante la temporada de lluvia Foto: Roberto García Ortiz

Ampliar la imagen La presa Mixcoac es el vaso regulador más grande de la ciudad de México La presa Mixcoac es el vaso regulador más grande de la ciudad de México Foto: Roberto García Ortiz

Las condiciones de insalubridad que predominan alrededor de las presas de la delegación Álvaro Obregón han convertido muchas colonias en graves focos de contaminación y contagio de enfermedades respiratorias, dermatológicas y gastrointestinales, que afectan fundamentalmente a la población infantil, que incluso sufre de constantes recaídas.

Un recorrido efectuado por algunas de las 13 presas que se localizan en esta demarcación, como la Becerra A, Becerra B, Mixcoac o El Pocito, reveló que es posible encontrar dentro de esos cuencos llantas, miles de envases de plástico, uno que otro sillón desvencijado, televisiones destartaladas, alambres, animales muertos y drenajes domésticos con salida de aguas negras a estos espacios.

En los alrededores de las presas el panorama no es menos alentador: bolsas de basura por doquier y hasta cascarones de vehículos quemados, todo lo cual se mezcla con un fétido olor que en épocas de intenso calor invade el ambiente, y que en épocas de lluvias multiplica plagas de insectos, según denuncian vecinos.

Julieta Colón, doctora de profesión y quien desde hace 17 años atiende a la comunidad en un centro de salud cercano a El Pocito, es testigo de la maltrecha salud de los vecinos de esta zona y de muchas colonias aledañas. “Aquí nos llega a diario gente con enfermedades gastrointestinales, respiratorias y dermatológicas”.

Un problema de salud pública

En su pequeño consultorio atiende de manera continua casos de rinitis alérgica, asma bronquial, dermatitis atópica y diarreas que van desde una parasitosis intestinal hasta una salmonelosis o tifoidea.

La doctora considera que uno de los principales factores de riesgo son las condiciones de insalubridad que prevalecen en las colonias que rodean muchas de las presas, y da argumentos: “las desazolvan cada dos o tres años, pero se dan casos en que todos los desechos que sacan de las presas, como son animales muertos, basura y excremento, los dejan a un lado, ya sea un día o dos, y cuando los niños salen a jugar sufren después de todo tipo de padecimientos bastante severos, y tienen recaídas cada 15 días, cada mes”.

Los factores de riesgo –añade Julieta Colón– son los pequeños jardines con juegos que se construyeron a un lado de las presas, donde los niños tienen que cruzar o cuando salen de las escuelas se pasan a jugar.

De ahí que, argumenta, ocho de cada diez niños de las colonias cercanas a las presas sufren enfermedades respiratorias; cinco de cada 10 enfrentan padecimientos dermatológicos, y ocho de cada diez sufren diarreas continuas, lo que le hace asegurar que en esos lugares se enfrenta un fuerte problema de salud pública.

Humberto Morgan, diputado por Álvaro Obregón, afirma que si bien se ha insistido ante las autoridades delegacionales y del sector central que se realice un desazolve más constante de las presas, y en algunos casos se ha logrado, también es cierto que el problema de la contaminación ambiental en las zonas aledañas a esos puntos receptores de agua es todavía grave.

Las pruebas son evidentes. Si bien la presa Becerra A fue recientemente desazolvada en buena parte, el olor nauseabundo es fuerte, y así lo confirma una señora cuya casa colinda con las paredes de esta presa, por el lado de la colonia Golondrina.

Ahora, con la temporada de lluvias en puerta, el diputado local pide a las autoridades acelerar los trabajos que estén pendientes en esos puntos captadores de aguas negras, pues ha sido una constante que con altos niveles de precipitaciones pluviales éstas se desbordan fácilmente.

 
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