■ Casi 500 mil recetas se dejan de surtir cada año y no se sabe dónde van los recursos
En ruinas y sin equipo trabajan hospitales del IMSS en Chiapas
■ Representantes sindicales denuncian las carencias
■ El líder del SNTSS anuncia la creación de 30 mil nuevas plazas
■ Ante la falta de reactivos para esterilizar el equipo, éste “sólo se lava”
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Una mujer indígena lleva a su hija a la consulta en una de las unidades hospitalarias del IMSS
Foto: Marco Peláez
Palenque, Chiapas, 31 de mayo. Dirigentes sindicales de hospitales regionales y de zona del Instituto Mexicano del Seguro Social en esta entidad, denunciaron que se presta atención médica en hospitales “que se están cayendo a pedazos”, que no tienen equipamiento médico y que padecen una gravísima falta de medicamentos, al grado que en algunas clínicas rurales “los familiares de los pacientes tienen que conseguir gasas y alcohol porque no hay” o que los odontólogos no tienen reactivos para esterilizar el equipo y éste “sólo se lava”.
En el contexto del 23 Congreso Regional del Sindicato del IMSS (SNTSS), ante el dirigente nacional del organismo, Valdemar Gutiérrez Fragoso, los representantes seccionales hicieron una larga fila para dar a conocer las severas carencias que sufren las unidades del instituto en la entidad; señalaron que no se han atendido los daños a las instalaciones hospitalarias que provocó el huracán Stan y lo más grave: faltan médicos especialistas, “no hay ginecólogos, pediatras ni cardiólogos”, como en el caso del hospital rural de Altamirano, donde “no tienen más que un anestesiólogo”.
Plantearon, además, que los trabajadores de IMSS-Oportunidades padecen discriminación laboral ya que no tienen las mismas prestaciones que los sindicalizados, pero sí similares cargas de trabajo; además, muchos de los trabajadores tienen hasta 20 años de labor sin tener la base.
Al dirigente le entregaron documentación de la clínica de Tonalá, Chiapas, en la que denuncian que esta unidad tiene al menos siete meses sin aire acondicionado, en una zona donde las temperaturas llegan hasta 40 grados, y los pacientes están sin ventilación; para los traslados de emergencia no hay unidades y la falta de personal hace que las citas tarden meses y a los trabajadores no se les paga por estar expuestos a contagios.
En la unidad médica familiar 18 de Comitán falta el material médico básico: desde gasas hasta medicamentos; la farmacia está prácticamente vacía y los trabajadores indican que viven una situación desgastante porque no tienen forma de atender a los derechohabientes. El radiólogo carece de batas para los pacientes y el director dice “entonces no se tomen las placas”.
En la unidad del IMSS del municipio de Benemérito de las Américas, ubicado en la frontera sur, no se cuenta con agua potable ni drenaje a pesar de estar en el delta de tres ríos; carecen teléfono y están incomunicados.
En el hospital de Tapachula todavía están presentes los daños que provocó el huracán Stan; hay tanta falta de personal que los trabajadores tienen sobrecargas de hasta dos o tres turnos y están obligados a sacar el trabajo de dos o tres compañeros.
En la delegación 30, en el hospital general de zona de Guadalupe Tepeyac, el servicio se presta a la población abierta (este municipio se encuentra dentro del territorio del EZLN); sin embargo, a los trabajadores no se les paga compensación alguna por el trabajo extra; reclaman que se les remunere por concepto “de vida cara” y señalan que el nosocomio tiene incluso filtraciones de agua en quirófanos y servicio de urgencias.
Desabasto
El secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social, Valdemar Gutiérrez, anunció aquí que este año se crearán 30 mil nuevas plazas, principalmente para la contratación de personal médico y de enfermería, lo que permitirá aliviar la carencia de recursos humanos en la institución.
Dijo que se dará a conocer, junto con el presidente Felipe Calderón, el anuncio de la adquisión de una flotilla de ambulancias que serán enviadas a diversos estados de la República. Sin embargo, señaló que el abasto de medicamentos, de instrumental médico y de equipamiento compete totalmente al instituto, así como las condiciones de infraestructura. “Son miles de millones de pesos los que se presupuestan anualmente para estos rubros y el instituto tiene que dar cuenta de ellos, ya que, según cifras del mismo organismo, al menos 500 mil recetas se dejan de surtir cada año, y no se sabe a dónde van los recursos”.