Usted está aquí: domingo 1 de junio de 2008 Cultura La almadraba, metáfora de cómo vamos hacia un matadero determinado por el consumo: Da Jandra

■ Con esta novela, el escritor cierra la trilogía Entrecruzamientos, que escribió en Huatulco

La almadraba, metáfora de cómo vamos hacia un matadero determinado por el consumo: Da Jandra

■ Lamenta el autor que en México no exista una narrativa sobre el mar, “siempre es de ciudades”

Fabiola Palapa Quijas

Ampliar la imagen Para el autor el mayor defecto de la modernidad es darle la espalda a la naturaleza, que forma parte de la evolución del hombre Para el autor el mayor defecto de la modernidad es darle la espalda a la naturaleza, que forma parte de la evolución del hombre Foto: María Meléndrez Parada

La almadraba, la novela más reciente del escritor Leonardo Da Jandra, es una especie de red que entreteje temas como el tráfico de drogas, el fenómeno migratorio y la devastación ecológica, para revelar lo que vivimos como civilización.

“Todos vamos en una deriva, en una especie de río destructivo, depredador; nos vamos arrastrando y sólo puedes tener cierto privilegio en el espacio que te queda del río al apoyarte y desplazarte sobre otro; tener mejor trabajo o auto es lo único, pero no tienes mejor forma de vida. La almadraba es una metáfora de cómo vamos hacia un matadero determinado por un consumo destructivo”, explica el autor.

La novela cierra la trilogía Entrecruzamientos que abarca casi 30 años que vivió en Huatulco, rodeado de la naturaleza. Da Jandra dejó prácticamente una década entre Huatulqueños, Samahua y La almadraba.

“Lo que caracteriza las novelas –explicó el escritor– es la urdimbre temporal en que están entretejidas las historias. En La almadraba, lo hice de una forma metódica porque la trama temporal es una red que empieza en el futuro, sigue en presente y termina en pasado, de manera que el lector reconstruye en su mente toda esta urdimbre.”

“Lo más difícil es hacerlo fácil”

De acuerdo con Da Jandra, la verdadera literatura no debe ser panfletaria, ni demostrar nada; simplemente debe ser un eje referencial.

“Fue un reto escribir la novela con toda la complejidad que implica una obra sencilla porque lo más difícil es hacerlo fácil, que es lo que logró Juan Rulfo y Gabriel García Márquez. Fui un escritor difícil, arrogante, soberbio, que venía de la filosofía alemana. Ahora estoy bien, gracias al contacto con la naturaleza alcancé una mentalidad plena.”

Asimismo deploró que no exista una narrativa sobre el mar en México, ya que siempre resaltan las grandes ciudades y lo único que se conoce del mar es el reventón de semana santa y las vacaciones, no como el origen de la vida que representa.

Da Jandra enfatizó que en universidades estadunidenses están analizando su obra, bajo un nuevo concepto que llaman ecocriticismo, donde el eje central de su narrativa es la preocupación por un medio ambiente pleno, aunque en sus obras simplemente es un trasfondo, ya que aborda lo más esencial de la vida en el mar.

Para el autor el mayor defecto de la modernidad es darle la espalda a la naturaleza, que forma parte de la evolución del hombre. “Estamos en una mala fase de la globalización porque dejamos nuestra posibilidad de vida en otros; estamos insertados en un mundo visual, donde la forma más perversa y genuina del poder es la sexualidad.”

Prepara obra sobre la APPO

La novela se desarrolla en el istmo oaxaqueño donde un buzo, conocido como El Ingeniero, promueve un proyecto muy ambicioso: tirar al mar una almadraba para la pesca, una red particular que entraña especiales dificultades, pero que garantiza ganancias importantes.

Con La almadraba, Da Jandra concluye no sólo una deriva literaria, sino fundamentalmente vital, ya que está convencido de que termina una experiencia utópica de 27 años, tiempo que vivió en Huatulco, hasta que Fonatur le comunicó que había invadido una propiedad y que tenía que pagar una renta de 300 mil pesos más intereses.

“Ya no vamos a regresar, esto lo tenemos claro mi compañera y yo, pero ha surgido un horizonte, una potenciación increíble en nuestra vida. Creo que renacimos en el espíritu, entendido como renacer en el espíritu como una potenciación de inteligencia y amor; esto era impensable durante todos los años que vivimos ahí, sobre todo porque como cazador y pescador, viví como un guerrero implacable: no respetaba nada.”

Al referirse a su experiencia como creador del Parque Nacional de Huatulco aseguró: “hubiera preferido que me agradecieran por haber escrito algo sobre ese lugar, pero nos sacaron como delincuentes y estamos todavía en el pleito, pero sí es claro que la complementación de inteligencia y amor que estoy experimentando eran impensable si hubiera seguido ahí.”

Entre los proyectos de Leonardo da Jandra figuran la publicación de un libro de ficción sobre la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), y otro, de los principios fundamentales de la filosofía cósmica.

 
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