Usted está aquí: viernes 30 de mayo de 2008 Estados Reprimen a pobladores de Chiapas por pedir el cierre de granja avícola

■ Policías estatales atacan con gases lacrimógenos a mujeres y niños; decenas de intoxicados

Reprimen a pobladores de Chiapas por pedir el cierre de granja avícola

■ Hay cuatro detenidos; condicionan autoridades su liberación a que cese el bloqueo a la empresa

■ La compañía viola normas ecológicas y depreda recursos con anuencia gubernamental, señalan

Ángeles Mariscal y Elio Henríquez (Corresponsales)

Ampliar la imagen Policías de Chiapas desalojaron ayer a habitantes del municipio de Ixtapa, quienes protestaban contra una granja avícola del Grupo Pecuario San Antonio, al cual acusan de contaminación y sobrexplotación de mantos acuíferos Policías de Chiapas desalojaron ayer a habitantes del municipio de Ixtapa, quienes protestaban contra una granja avícola del Grupo Pecuario San Antonio, al cual acusan de contaminación y sobrexplotación de mantos acuíferos Foto: Ángeles Mariscal

Policías estatales desalojaron la madrugada del jueves a habitantes del poblado Cuauhtémoc, municipio de Ixtapa, Chiapas, que bloqueaban la entrada a una granja avícola propiedad del Grupo Pecuario San Antonio para exigir su cierre, con el argumento de que les causa problemas de salud y contamina el ambiente. Decenas de mujeres y menores de edad resultaron intoxicados con gases lacrimógenos.

“Como 200 policías llegaron disparando gases y balas para dispersar a la gente”, informó Fernando Aguilar Pérez, uno de los pobladores, quien sostuvo que su vecinos Roberto Hernández Hernández, Juan Pablo Hernández Cruz, Eucario Pérez Pérez y Rosalío Rodríguez Díaz fueron detenidos, y el gobierno estatal condiciona su liberación a que no se vuelva a bloquear la granja.

Durante la operación, los uniformados dispararon a hogares donde dormían niños. “Nos agarraron por sorpresa. Los niños y las mujeres estábamos durmiendo. Todos salimos de las casas porque no se podía respirar. Varios niños estuvieron vomitando toda la mañana por la intoxicación”, indicó Aguilar Pérez.

Horas más tarde los pobladores dejaron su comunidad –a unos 60 kilómetros de Tuxtla Gutiérrez– y bloquearon la carretera federal que conduce a Tabasco, donde permanecían hasta el cierre de esta edición.

Los policías dispersaron a unos 50 hombres que hacían guardia frente la granja avícola San Antonio, que permanece cerrada desde hace un mes, luego que la población se organizó para impedir la entrada de aves.

Fernando Aguilar explicó que la granja se instaló en 1982. “En 1989 empezaron a abrir pozos profundos, a secar a los manantiales que abastecían a la comunidad. Luego empezó la contaminación de los mantos acuíferos y del aire, por los vapores fétidos de la granja.”

Pocos empleos mal pagados

Las instalaciones tienen capacidad para 400 mil pollos, pero incumplen las normas sanitarias para la crianza de aves, según Aguilar Pérez. “No tienen hornos de cremación, drenaje ni planta de tratamiento de aguas residuales”, se quejó.

De acuerdo con Fernando Aguilar, “la granja no tiene razón de estar acá. Al principio dijeron que era para dar empleo a la población, pero no son ni tres los habitantes de Cuauhtémoc que trabajan ahí, porque empezaron a despedirlos cuando vieron la inconformidad por la contaminación. Además era una gran explotación, porque querían que cada trabajador cuidara a unos 20 mil pollos por 500 pesos semanales”.

Aseguró que el gobierno estatal protege al Grupo Pecuario San Antonio a pesar de que “hay muchas irregularidades. Los dueños actúan con toda impunidad”.

En diciembre de 2004 los casi mil habitantes de Cuauhtémoc exigieron la clausura de la granja. Enviaron al menos ocho escritos a las secretarías estatales de Gobierno, Protección al Ambiente y Salud, a autoridades municipales e incluso a organismos defensores de los derechos humanos, sin respuesta alguna.

Telésfora Rodríguez Calvo recordó que en febrero los pollos contrajeron gripe y miles murieron. “Eso provocó una gran contaminación del aguaje San Nicolás, que nos surte de agua y adonde íbamos a lavar. La pestilencia era insoportable”, no sólo en Cuauhtémoc, sino también en los poblados vecinos Aztlán y Las Granjas, sostuvo.

“Ésa fue la gota que derramó el vaso. A principios de este mes decidimos cerrar la granja. Sólo les permitimos sacar sus animales y pusimos guardias permanentes”, recordó Telésfora Rodríguez.

En respuesta, la empresa demandó penalmente a la comunidad y las autoridades ordenaron el desalojo de ayer.

 
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