Usted está aquí: viernes 30 de mayo de 2008 Cultura Narrativa visual de un laberinto

Narrativa visual de un laberinto

Ingrid Suckaer

Integrada por 57 esculturas y relieves en cerámica de gran formato, más una amplia selección fotográfica que en conjunto ofrecen una estupenda narrativa visual del laberinto que es la ciudad de México, a partir de hoy el Museo Amparo, en Puebla, presenta Horizontes fragmentados, exposición de Paloma Torres (DF, 1960), quien realizó obras específicas para la muestra.

Las alucinantes tomas aéreas y el acercamiento a detalles de la construcción del distribuidor vial del Distrito Federal captados por Torres dan pie para que, al observar su obra escultórica, virtualmente, el espectador reconozca y coexista con los múltiples fragmentos de la llamada “selva de concreto”.

Inserta en el principio del arte contemporáneo en el sentido que el artista se reafirme críticamente ante el espejo del acaecer de nuestros días, la depurada y diversa poética urbana que engloba Horizontes fragmentados deviene sobresaliente testimonio artístico posmoderno de la ciudad de México, una de las megalópolis mundiales más caprichosas.

Con penetrante impacto estético, las fotografías de Paloma Torres precisan el característico diseño urbano irregular del DF; se observa el trazo desenvuelto de la premodernidad y el diseño funcional que distingue a la modernidad, mas también que son pocas las áreas verdes; señal de que la ciudad de México urge de urbanistas posmodernos, preocupados por el medio ambiente natural, sin demérito de la cultura, la funcionalidad y la espontaneidad de los habitantes.

Desde sus inicios como escultora, Paloma Torres se ha dedicado a captar la vitalidad de la urbe. Respaldados por su visión sobre la estética urbana y su calidad artística, a lo largo de más de dos décadas de carrera profesional, son múltiples los proyectos escultóricos sobre el Distrito Federal que Torres ha presentado en el país y el extranjero. Preocupada por los efectos que tiene la ciudad en quienes la habitan, en un video que hace parte de Horizontes fragmentados, ahonda en lo que le significa vivir en una gran urbe que se encuentra en transformación permanente, pero también en que, por salud física y emocional, los citadinos deben conocer, asumir y disfrutar la ciudad.

Integrante del Sistema Nacional de Creadores, Paloma Torres es reconocida por las cualidades formales de su trabajo, pero también por la síntesis conceptual que transmite en sus esculturas y relieves. En las obras que exhibe el Museo Amparo es elocuente la correspondencia lógica entre forma y contenido; el peso emocional y simbólico que transmiten las piezas escultóricas y fotográficas es convincente. En este terreno es interesante cómo la actual propuesta de Torres se integra a las nuevas tendencias museológicas que parten del supuesto de que cualquier espacio (social o natural, por ejemplo) puede ser museográfico a partir de que alguien lo reconozca como tal, con lo que cada quien tiene la última palabra.

Curada y museografiada por Lucía Alonso, la muestra Horizontes fragmentados concluirá el 22 de septiembre.

 
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