Usted está aquí: martes 20 de mayo de 2008 Mundo Denuncia Venezuela que EU violó su espacio aéreo en el Caribe

■ Acusa Ecuador que soldados colombianos han ingresado al menos dos veces a su territorio

Denuncia Venezuela que EU violó su espacio aéreo en el Caribe

■ La Defensa estadunidense dice que la incursión se debió a una falla en el sistema de navegación

■ El incidente, “un eslabón más en la cadena de provocaciones” contra Caracas: ministro Rangel

Afp, Dpa y Reuters

Ampliar la imagen Los ministros de Defensa, Gustavo Rangel, de Relaciones Exteriores, Nicolás Maduro, y el comandante Jesús González González en la rueda de prensa ayer en Caracas en la cual denunciaron que un jet de la Armada estadunidense violó el espacio aéreo de Venezuela Los ministros de Defensa, Gustavo Rangel, de Relaciones Exteriores, Nicolás Maduro, y el comandante Jesús González González en la rueda de prensa ayer en Caracas en la cual denunciaron que un jet de la Armada estadunidense violó el espacio aéreo de Venezuela Foto: Reuters

Caracas, 19 de mayo. Venezuela denunció hoy que un jet de la Armada estadunidense violó su espacio aéreo en el mar Caribe el pasado sábado –un día después de que 60 soldados colombianos incursionaron en el suroccidental estado Apure–, al tiempo que Ecuador informó que tropas de Colombia penetraron por lo menos dos veces en su territorio en los dos últimos meses, tras el bombardeo a su frontera norte el primero de marzo pasado.

El sistema de defensa aérea del Ministerio de Defensa de Venezuela detectó la operación nocturna de un avión Viking con el emblema de la Armada de Estados Unidos, a las 20:40 del sábado 17 de mayo, cuando se encontraba sobre la isla de la Orchila, en el norte del Caribe venezolano, a 160 kilómetros al noreste de Caracas.

El ministro de la Defensa, Gustavo Rangel, informó que las autoridades del aeropuerto de Maiquetia –al norte de Caracas– grabaron un diálogo con el piloto del Viking, quien reconoció haber ingresado a territorio venezolano al momento de realizar actividades de “entrenamiento”.

La nave sobrevoló también la isla de Las Aves y se orientó posteriormente a la isla de Curazao, en las Antillas Holandesas, donde Estados Unidos cuenta con una base aérea de donde parte la mayoría de los vuelos estadunidenses en la región, donde también se encuentran otras instalaciones militares de Washington, como la base de Guantánamo y Vieques, en Puerto Rico.

El Departamento de Defensa estadunidense confirmó en la tarde de este lunes que efectivamente un Viking modelo S-3, especializado en combate contra submarinos y operaciones de inteligencia y espionaje, entró en el espacio aéreo venezolano a causa de una falla en su sistema de navegación, versión que se contrapone con el diálogo entre el piloto y las autoridades venezolanas en tierra, divulgado en Caracas.

El jet “experimentó problemas intermitentes de navegación mientras realizaba una misión antinarcóticos en espacio aéreo internacional, a partir de Curazao”, informó Jeffrey Gordon, vocero del Pentágono, quien no dio cuenta de las actividades de entrenamiento a las que se refirió el piloto del Viking, adscrito a la fuerza militar conjunta del Sur, un grupo antinarcóticos basado en Key West (Cayo Hueso), Florida.

El funcionario aseguró que la tripulación siguió procedimientos estándar internacionales y tras identificarse ante las autoridades aeroportuarias, abandonó la zona y reportó el incidente a su base.

Antes de que fueran conocidas las explicaciones del Pentágono, el Ministerio de Defensa venezolano informó que con motivo del incidente el embajador estadunidense en Caracas, Patrick Duddy, fue citado para que dé los pormenores del caso y para que ofrezca garantías de que no se repetirá una situación similar.

Rangel consideró que esta violación al espacio aéreo “es una acción consciente; se trata de un eslabón más en la cadena de provocaciones” contra Venezuela, que incluye la incursión de 60 soldados colombianos en Apure, el 16 de mayo.

A las tensiones que han caracterizado las relaciones entre Washington y Caracas, se sumaron el fin de semana las declaraciones del jefe de la oficina antinarcóticos de Estados Unidos, el general John Walters, quien dijo a la prensa colombiana que el tráfico de drogas en Venezuela se ha incrementado.

En respuesta, el ministro de Interior y Justicia venezolano, Ramón Rodríguez Chacín, afirmó que la declaración de Walters es un “descaro”, puesto que el mayor consumidor de cocaína en el mundo es Estados Unidos y su mayor proveedor es Colombia.

“Siete mil millones de dólares ha invertido Estados Unidos en la lucha contra las drogas en Colombia y ¿de qué han servido esos siete mil millones?”, se preguntó Rodríguez Chacín, quien dijo que las declaraciones de Walters ocurren en el contexto de una campaña orquestada por el gobierno estadunidense para desacreditar internacionalmente a Venezuela.

Respecto del incidente del fin de semana pasado en la frontera con Colombia, el gobierno venezolano informó hoy que activó con su par colombiano un mecanismo diplomático bilateral para resolver y aclarar los hechos del 16 de mayo.

No obstante, el canciller venezolano Nicolás Maduro advirtió que “de manera peligrosa, comienza a escalarse desde un punto de vista político, una posición antivenezolana y antibolivariana, con el fin de justificar una agresión violenta contra nuestro país”, con consecuencias desestabilizadoras en América del Sur.

Maduro responsabilizó particularmente al ministro de Defensa de Colombia, Juan Manuel Santos, de estar detrás de esta escalada militar en las fronteras de Colombia.

Otra de las tensiones colombo-venezolanas quedó al descubierto este lunes cuando el Ministerio de Alimentación denunció que Colombia redujo por “razones políticas” la exportación del volumen de cárnicos de 250 mil toneladas a cinco mil toneladas.

En cuanto a la crisis entre Colombia y Ecuador, la canciller ecuatoriana María Isabel Salvador dio a conocer que después del bombardeo colombiano sobre la provincia de Sucumbíos, el primero de marzo, “desgraciadamente siguen los incidentes en la frontera. En las últimas semanas hubo por lo menos dos”.

El ataque de hace dos meses y medio a un campamento temporal de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia fue la causa del rompimiento de relaciones entre Quito y Bogotá, aún sin restablecimiento.

 
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