Usted está aquí: lunes 19 de mayo de 2008 Sociedad y Justicia Urge ampliación del Incan ante saturación de espacios

■ Ssa: se reubicaría en el siquiátrico infantil; empleados se oponen

Urge ampliación del Incan ante saturación de espacios

Ángeles Cruz Martínez

La saturación de todos los espacios en el Instituto Nacional de Cancerología (Incan) es evidente; salas de espera y pasillos son aprovechados al máximo para dar cabida a los pacientes. Es urgente ampliarlo, ha dicho su director, Alejandro Mohar, desde hace tres años. Pero no se ha podido.

El instituto cuenta con el dinero, alrededor de 600 millones de pesos, pero no hay suficiente espacio y su reubicación es prácticamente imposible por los varios millones de pesos que se han invertido en equipamiento. Cada año hay 100 mil nuevos casos de tumores malignos y sólo en el Incan se atiende a más de 5 mil enfermos nuevos cada año.

Por eso, autoridades de la Secretaría de Salud (Ssa) voltearon hacia el terreno que ocupa el Hospital Siquiátrico Infantil Juan N. Navarro. Lo separa del Incan apenas una calle, San Buenaventura, y a decir de la dependencia, parte de ese predio es para donde “debe crecer el Incan”.

En tanto, en el siquiátrico infantil, información oficial señala que al menos 10 por ciento de la población padece de algún trastorno mental y, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), estos males están entre las principales causas de discapacidad.

Sin embargo, el Juan N. Navarro ha sufrido un severo abandono. Prácticamente no se ha dado mantenimiento a sus edificios y el personal médico “trabaja con lo que tiene y como puede”. Es un centro nacional de referencia, pues, como atestiguan padres y madres de familia, a veces, después de varios años de buscar ayuda en diferentes instituciones médicas, sólo en el siquiátrico infantil sus hijos han obtenido el apoyo para el control de padecimientos como el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), autismo, depresión y adicciones, entre otros.

En 2006, la Ssa intentó trasladar los servicios del siquiátrico a otro lugar, en un terreno cercano al deportivo del Sindicato Nacional de Trabajadores de Salud, que años atrás fue utilizado como centro de capacitación y bodega; pero se enfrentó a la oposición de los trabajadores, quienes resaltaron que el lugar no reunía las condiciones para funcionar como hospital, además de que por su ubicación se complicaba el acceso para los pacientes.

Ahora, la dependencia nuevamente propone la reubicación del Juan N. Navarro en un terreno frente a la actual sede del siquiátrico, sobre la avenida San Fernando, que hasta hace poco era ocupado por la Secretaría de Educación Pública (SEP).

El predio de 20 mil metros cuadrados cuenta con más de 8 mil metros cuadrados de edificios construidos, los cuales “podrían ocuparse de inmediato con algunas adecuaciones, las que razonablemente sean necesarias”, dijo Bernardo Bidart, director de Hospitales de Referencia de la Ssa.

Bidart fue el encargado de dar a conocer el proyecto a trabajadores del siquiátrico el pasado jueves. Ahí se explicó que en la nueva ubicación se podrían instalar 30 camas.

El terreno que actualmente ocupa el nosocomio tiene una extensión de 40 mil metros cuadrados y cuenta con 120 camas, por lo que los empleados opinan que la reducción también atenta contra los servicios médicos a que tienen derecho los niños.

Desde el mismo jueves, médicos, enfermeras y personal administrativo reclamaron su derecho a tener un hospital digno, en instalaciones que reúnan las características que requieren las diferentes áreas. Rechazaron las adecuaciones, porque “sería un retroceso”. Algunos médicos recordaron que hace 41 años llegaron a la zona de hospitales de Tlalpan, a un lugar al que también se le hicieron adecuaciones. Hoy quieren un hospital nuevo.

Otros empleados comentaron que desconfían de las autoridades y de su supuesto interés por la salud mental. “Si realmente fuera así –dijeron–, desde 2006, cuando nos quisieron cambiar, hubieran buscado el dinero para tener un hospital digno. Así como lo hicieron con el Incan.” Pero no, “regresan con el mismo discurso, incluso Bidart confirmó que la Ssa no tiene dinero para mejorar los servicios del siquiátrico infantil”.

Luego de que rechazaron el proyecto de la Ssa para su reubicación, los trabajadores integraron varias comisiones de trabajo para elaborar una contrapropuesta que en los próximos días presentarán a la dependencia.

 
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