Usted está aquí: jueves 15 de mayo de 2008 Opinión El Foro

El Foro

Carlos Bonfil
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■ Siete instantes

Primera imagen. Las emisiones de una cadena televisiva en Uruguay se interrumpen para dar paso a un comunicado de la guerrilla urbana, la primera en América Latina. La toma de los medios de comunicación, el secuestro de altos diplomáticos y el desarme y hostigamiento domiciliario de policías son sólo algunas de las acciones más audaces del movimiento de los tupamaros en Montevideo, entre 1968 y 1972.

Poco después llega al poder un hombre fuertemente apoyado por los militares, Juan María Bordaberry, del Partido Colorado, e instaura una dictadura sangrienta al encarcelar y torturar a los activistas de la izquierda radical y a algunos de sus familiares. Es este último periodo el que muestra, con imágenes de archivo, la periodista uruguaya Diana Cardozo, egresada del Centro de Capacitación Cinematográfica, en Siete instantes, documental que recoge los testimonios de un puñado de mujeres que participaron en los acontecimientos.

El título alude a los dilemas morales que plantea la cinta, a los instantes en que una persona debe decidir sobre el alcance y las consecuencias de una acción política determinada. Al hablar, por ejemplo, de la táctica para prevenir la represión policiaca con una red de información y acción inmediata, capaz de ubicar en sus domicilios a los policías e intimidarlos hasta frustrar sus operativos represores, un personaje se pregunta si las guerras deben hacerse sólo con ingenio o a punta de tiros, respondiendo golpe por golpe. Otro personaje entrevistado habla de la soledad del confinamiento y la tortura, y de cómo se mantiene a raya el desvarío mental. Una mujer cuenta también su propia historia y el encuentro, muchos años después, con uno de sus torturadores. De todos los testimonios, algunos desgarradores, otro humorísticos, se desprende el imperativo moral de combatir la impunidad, presente aún en Uruguay en estos días.

Frente a la cámara, el relato de las gestas de la resistencia armada, las exitosas fugas de la cárcel construyendo túneles, la evasión un día de más de 30 prisioneras, días después de 111 tupamaros. Acciones espectaculares que mantienen al país en suspenso y en estado de alerta permanente. Algo de este clima aparece en la cinta de Costa Gavras Estado de sitio, 1974, filmada en Chile, donde se narra el secuestro de un diplomático estadunidense. Diana Cardozo toma, sin embargo, sus distancias frente a todo tipo de martirologios y no parece interesarle el tributo conmovido a las víctimas. Lo suyo es la reunión de voces, femeninas en su mayoría, que reflexionan sin remordimiento ni amargura sobre aquella causa que en un instante decidió el rumbo de sus vidas.

La directora ha dejado fuera las imágenes de tortura, todo aquello que mostrara a saciedad una cinta como Garage Olimpo (1999), de Marco Bechis, aunque sí alude, con sobriedad y sin acentos gore, lo mismo a las mazmorras subterráneas donde los tupamaros mantenían durante meses a sus secuestrados que a aquellas cárceles clandestinas en las que posteriormente ellos mismos fueron confinados por la dictadura. Treinta años después vemos a las activistas tupamaros platicar entre ellas, comentar, inclusive con humor, aquellos años de persecución. Refiere luego la directora la manera en que con la excarcelación muchos guerrilleros se integraron a la vida parlamentaria, al militar algunos en el Frente Amplio, otros en partidos de la oposición. Siete instantes es una pequeña crónica de aquella lucha, pero sobre todo una intensa reflexión sobre las desventuras y grandezas del compromiso moral y político. Un documental notable.

 
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