Usted está aquí: martes 13 de mayo de 2008 Política Gracias por la ley antitabaco

Marco Rascón
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Gracias por la ley antitabaco

Gracias a esta ley diseñada y aplicada mecánicamente en imitación a las legislación estadunidense que preparó a sus ciudadanos a lo largo de 10 años, hoy los establecimientos mercantiles abiertos al público, principalmente restaurantes, bares, cafés, cantinas en el Distrito Federal, están libres de humo, pero no de cocaína, metanfetaminas, tachas.

A un mes de promulgada la ley contra los fumadores las terrazas de los restaurantes en la vía pública están saturadas y con listas de espera, mientras las mesas de los no fumadores están vacías, reduciendo la capacidad de los establecimientos en más de 50 por ciento.

Gracias a la genialidad de diputados y del Gobierno del Distrito Federal, el gobierno del estado de México y los municipios conurbados de la zona metropolitana les agradecen el impulso económico a sus establecimientos. En la zona de Naucalpan y Tecamachalco les aseguraron miles de capitalinos que se van a comer, fumar y gastar en los establecimientos de estos municipios donde no se aplica ni se aplicará la ley contra los fumadores. Enrique Peña Nieto no sólo inaugura trenes suburbanos en el Distrito Federal, sino también agradece el impulso económico a los municipios y empresas restauranteras, bares y cantinas de su entidad. ¡Más de 20 mil cada fin de semana en estos municipios!

Se lo agradecen también las compañías tabacaleras y cigarreras, pues con la ley no han caído sus ventas y, al contrario, se han incrementado gracias al entorno prohibitivo. El narcotráfico les agradece profundamente haberle dejado libres de tabaco los espacios de convivencia social y haber acrecentado la prohibición que hace que las sustancias prohibidas sean mejor negocio.

Gracias a la ley contra los fumadores, que salió bien barata, la cuota de moral de los diputados y gobernantes del DF ya está pagada y podrán posponer los efectos nocivos en las vías respiratorias que padecen los agentes de policía de crucero. ¿Cuántos kilos de humo se traga al día un agente de esquina? De la misma manera, los mineros, mecánicos, empleados de gasolineras, tintorerías, parrilleros, pintores, trabajadores de la basura, que diariamente por darnos servicios aspiran sustancias dañinas para las vías respiratorias.

¿Por qué la campaña antifumadores en la televisión no la hicieron desde hace 10 años? Por algo se empieza, ¿no? Pero de la nada y sin debate alguno, en el más golpista fast track fue aprobada la ley local, endureciendo la federal y golpeando la actividad económica que de pronto tuvo que enfrentar años de cultura entre los consumidores y los prestadores de servicios.

Lo cierto es que, cuando los funcionarios trabajan, la actividad económica se deteriora, ya sea por impuestos absurdos, como el IETU, o aquel impuesto que impulsaron los diputados de la pasada legislatura contra el consumo de artículos de lujo y que establecía que el consumo en los restaurantes era actividad suntuaria, siempre y cuando no fuera para negocios (¿se imaginan a los meseros preguntando a los clientes “su comida es de negocios o simplemente de amistad”?).

Esta ley contra los fumadores es la negación de todo derecho para decidir estar en un lugar donde se fuma o no se fuma, donde la decisión de fumar o no fumar es de responsabilidad de cada ciudadano en lo que respecta a una actividad que no es prohibida.

La convivencia entre fumadores y no fumadores, por supuesto, es algo que debe reglamentarse, pero dejando a todos con sus derechos a salvo y con información clara y suficiente para saber si uno, sin ser fumador, opta por estar con fumadores en un lugar para fumadores o si prefiere estar en un lugar 100 por ciento libre de este humo.

La actual ley contra los fumadores es de corte fascista por sus niveles de intolerancia y falta de opciones. Es claro que en los lugares de acceso público, ya sea de escuela, oficina, industria o de comercio donde sea obligado asistir por razones contractuales o laborales, el no fumar es obligatorio porque nadie me puede forzar a estar compartiendo el humo de un fumador, pero en un lugar donde puedo acceder por voluntad propia y se me informa que es de fumadores, la libertad de decidir debe estar abierta, y seguramente los establecimientos y la autoridad implementarían infraestructura técnica para la extracción de humos.

Si al mismo tiempo, y con base en el mejoramiento de las vías respiratorias de todos se viera cómo mejorar la condición de todos aquellos que están expuestos no sólo a humos de tabaco, sino de todas las sustancias tóxicas.

En especial, la reflexión sobre el hecho de que vivimos bajo la dictadura del automóvil, el cual concentra todos los derechos, incluyendo el de contaminar, circular, de espacio y que en vez de restringirse se expande. Hoy los derechos de los automóviles son muy superiores a los de los ciudadanos.

Gracias finalmente a la asesoría de Giuliani, la izquierda aplica políticas de derecha en la ciudad de México. Gracias por la congruencia y la eficiencia para destruir la economía local. Muchas gracias.

 
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