Usted está aquí: lunes 12 de mayo de 2008 Mundo Productores rurales mantienen bloqueos carreteros en Argentina

■ Gobernadores de varias provincias inician diálogos para una salida a la crisis del campo

Productores rurales mantienen bloqueos carreteros en Argentina

■ Crece el temor a un desabasto ante el ultimátum fijado al gobierno de Cristina Fernández

■ Difunden por Internet que volverá el corralito; eso es “terrorismo mediático”, acusa legislador

Stella Calloni (Corresponsal)

Ampliar la imagen Movilización contra el incremento de retenciones a productores del campo, el pasado sábado en Gualeguaychú Movilización contra el incremento de retenciones a productores del campo, el pasado sábado en Gualeguaychú Foto: Reuters

Buenos Aires, 11 de mayo. Carreteras estratégicas fueron cerradas temporalmente en las últimas horas, obstruyendo el paso de camiones con alimentos, en el cuarto día del paro patronal de cuatro entidades de productores del campo, que protagonizan movilizaciones, marchas de tractores, mientras transcurre una verdadera guerra sicológica instando a cacerolazos, a la desobediencia civil y a retirar dinero de los bancos.

En este contexto, gobernadores de varias provincias iniciarán mañana una serie de encuentros con las entidades del campo en busca de una salida a la crisis después de que se rompiera la negociación con el gobierno nacional que duró más de 30 días. Una de las reuniones clave será la del gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, quien recibirá a algunos dirigentes en un intento por mediar en el conflicto después de haber criticado el nuevo paro.

Otros gobernadores también ligados al gobierno de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner intentan lograr entendimientos para evitar la continuación de un conflicto que afecta a todos. Los primeros pasos los dieron los gobernadores de Córdoba y Santa Fe, Juan Schiaretti (oficialista) y Hermes Binner (socialista). Jorge Capitanich, de Chaco, también pidió avanzar en las negociaciones, aunque calificó el paro de “irracional”, y habría diálogos en Entre Ríos.

Empujones en Entre Ríos

Esta mañana, el dirigente de Fedecámaras Rubén Manusovich se trasladó a la carretera 14 en Gualeguaychú, Entre Ríos, para intentar un diálogo con su par de la Federación Agraria Argentina (FAA) en ese lugar, Alfredo de Angelis, el más duro promotor de los bloqueos carreteros, pero fue tratado a empujones y debió ser rescatado por efectivos de gendarmería nacional.

Alentados por la mayoría de los medios masivos de comunicación y la oposición de derecha en su conjunto, ayer las cuatro entidades de productores: Sociedad Rural Argentina, Coninagro, Federaciones Rurales (FRA) Argentinas y la FAA, cuya trayectoria más ligada al progresismo quedó fuertemente cuestionada por sus alianzas actuales, marcharon en la ciudad de Gualeguaychú, después de estar en la provincia norteña de Chaco y en otros lugares y hoy continuaron movilizados.

Durante las fracasadas negociaciones con el gobierno de Fernández de Kirchner los productores, que obtuvieron multimillonarias ganancias en los últimos años, no aceptaron un aumento de retenciones a las exportaciones de soja, destinadas a un programa de redistribución de la riqueza.

El primer paro por tiempo indeterminado en marzo pasado se extendió por 21 días y puso en grave riesgo de desabasto en esta capital y ciudades del interior, hubo cacerolazos protagonizados por sectores pudientes, que incluyeron a grupos que apoyan a los militares de la pasada dictadura (1976-1983), en lo que fue calificado por analistas como un “ensayo golpista” contra el gobierno.

Con estos antecedentes el nuevo paro creó expectativas y temores que aumentaron con el anuncio de que si el gobierno no da un respuesta el próximo 14 de mayo, continuarán estas medida. Los productores aducen “desconfiar” de algunos anuncios positivos del gobierno y todo se traba.

En estas horas Eduardo Buzzi, titular de la FAA, llamó a la unificación “de intelectuales, trabajadores del campo y la ciudad” para actuar contra “el modelo” del gobierno actual, lo que significó un nuevo giro político. El paro patronal cuenta con el apoyo de la dirigente de la Centroderechista Coalición Cívica, Elisa Carrió, y de toda la llamada “derecha nacional”.

Diversas organizaciones denunciaron que el gobierno ofreció un camino para destrabar el tema con los pequeños productores, pero “éstos, que mantienen a sus trabajadores rurales, peones y otros en negro (pagos ilegales), por su ambición no acceden a las compensaciones”.

En un encuentro de jóvenes del Movimiento de Unidad Popular, se declaró “el estado de alerta” en defensa del gobierno, llamando a “evitar el desabasto y la extorsión de los grupos que concentran la renta agropecuaria”.

En tanto, el jefe de gabinete Alberto Fernández no descartó que las corporaciones del agro estén actuando en la instalación de un clima de tensión financiera. El legislador de la Ciudad de Buenos Aires, Martín Hourest, economista de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), dijo que “que anda dando vueltas un e mail que habla del regreso del corralito (que se impuso a nivel bancario a finales de 2001). No hay ninguna condición para una medida de esa naturaleza, Con la liquidez del sistema financiero y las reservas del Banco Central, el que dice eso está haciendo terrorismo” mediático, sostuvo.

“El plan de lucha de las cámaras patronales agropecuarias asumió sin disimulo su carácter político”, dice hoy en su análisis dominical en Página 12 el periodista y escritor Horacio Verbitsky, y advierte que “las concesiones que los negociadores patronales ya tuvieron del Ejecutivo implican un beneficio superior. Por lo tanto, ninguna racionalidad económica explica la virulencia de un movimiento de contenido político similar al que enfrenta el presidente boliviano Evo Morales, y a los que padecieron antes Hugo Chávez, de Venezuela, y Rafael Correa de Ecuador”.

 
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