Usted está aquí: viernes 9 de mayo de 2008 Cultura Un remozado Museo Nacional de Culturas Populares reabre sus puertas

■ Muestran cerámica de Chihuahua en la sala Cristina Payán

Un remozado Museo Nacional de Culturas Populares reabre sus puertas

Arturo Jiménez

Luego de seis meses de trabajos de rehabilitación, 25 años de que lo inaugurara Guillermo Bonfil Batalla y aún sin contar con un nuevo titular, el Museo Nacional de Culturas Populares (MNCP) reabrió sus puertas este miércoles con la inauguración de una muestra de cerámica antigua y contemporánea del estado de Chihuahua.

Montada en la sala Cristina Payán, la exposición se llama Y sigue... Mata dando: cerámica de Paquimé y Mata Ortiz, integrada por gráficos y piezas de alfarería provenientes tanto de esa zona arqueológica como de la población de Juan Mata Ortiz, en el municipio de Casas Grandes.

La historia del resurgimiento de la alfarería en esa zona es singular y tiene más que ver con el azar, la iniciativa personal y la reinvención que con la recuperación de una tradición antigua mediante algún programa de rescate sistemático.

Según información del museo, no se trata de un arte indígena, ni de una tradición que haya perdurado a través de los siglos por la transmisión de generación en generación desde los pobladores originarios de esta región, sino de un caso peculiar de “re-invención” en el arte popular.

Hace apenas cuatro décadas, el joven Juan Quezada, de 30 años, empezó a vender ollas creadas por él. Desde su niñez y primera juventud se sintió fuertemente atraído por la cerámica de los sitios arqueológicos, y su motivación era poder reproducir las formas y diseños de ollas, cuencos y vasijas antiguas del sitio arqueológico de Paquimé.

Quezada investigó de manera empírica los tipos de barro de su región y probó con diferentes procesos hasta lograr su objetivo. Después, enseñó esas habilidades a su familia y a otros habitantes.

El encuentro que el alfarero tuvo en 1976 con el antropólogo estadunidense Spencer MacCallum fue fundamental para revalorar ese arte y darlo a conocer de manera digna.

Algunos de los primeros alfareros de la población de Mata Ortiz siguieron las formas y diseños de la cerámica paquimense y la de Juan Quezada, y no tardaron en producirse piezas que revelaron otras sensibilidades y variaciones técnicas, algunas por individuos y otras por barrios.

Ellos han obtenido galardones nacionales e internacionales por su calidad, como el mismo Juan Quezada.

La reinauguración del museo, aderezada por el grupo la Milpa, estuvo a cargo del secretario técnico B del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Alvaro Hegewisch, y de la titular de la Dirección General de Culturas Populares, María Antonieta Gallart.

El remozamiento del museo, con afluencia anual de 650 mil visitantes, corresponde a una primera etapa y tuvo un costo de 7 millones de pesos. Para una segunda etapa se dispondrá de 15 millones de pesos.

 
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